Por Claudio Galeno-Ibaceta sobre la interacción del arte con la arquitectura, desde Antofagasta y el Norte Grande de Chile. By Claudio Galeno-Ibaceta about the interaction between art and architecture, from Antofagasta and the Large North of Chile.
28.1.25
La Capilla Militar de Antofagasta: de instalación industrial a templo
22.1.25
La memoria y sus laberintos
Vía El País.
Berlín rinde homenaje a los judíos asesinados con un monumento diseñado por Peter Eisenman.
Luis Fernández-Galiano
Madrid - 09 MAY 2005 - 18:00 CLT
Monumento de los Judíos Asesinados de Europa. Foto de Claudio Galeno, 2018. |
Berlín inaugura hoy [9 de mayo de 2005] el Monumento de los Judíos Asesinados de Europa, un colosal conjunto conmemorativo diseñado por el arquitecto Peter Eisenman, un judío neoyorquino de abuelos alemanes, que despliega 2.700 bloques de hormigón en el corazón de la capital de Alemania, formando un laberinto ordenado y angustioso para evocar el exterminio del Holocausto, en un ejemplar ejercicio de expiación y memoria. En una primera versión del proyecto intervino también el escultor Richard Serra. El monumento tuvo que superar dificultades financieras, debates políticos sobre su naturaleza abstracta y el escándalo por la elección de una pintura antigraffiti fabricada por la misma industria química que suministró el Zyklon B de las cámaras de gas.
El primer mensaje del Papa alemán fue para el rabino de Roma. Tanto Wojtyla como Ratzinger se han referido a los judíos como "nuestros hermanos mayores", y esta mudanza histórica del catolicismo militante -que deja atrás las sombras ambiguas o cautas del pontificado de Pacelli- expía el antisemitismo latente que, tras alimentar innumerables pogromos europeos, condujo a la "solución final" del régimen nazi. La que fuese secretaria en Múnich del hoy Benedicto XVI, María Prankl, ha dicho que "este Papa nos rehabilita a los alemanes ante el mundo", y esa aguda conciencia de culpa colectiva subyace a la actual floración de monumentos y museos del Holocausto, culminados en Berlín por un colosal laberinto de hormigón que evoca con lacónico dramatismo el exterminio disciplinado y maquinal de seis millones de seres humanos. Diseñado por un judío neoyorquino de abuelos alemanes, el Memorial de los Judíos Asesinados de Europa es la obra más importante de Peter Eisenman, y al mismo tiempo aquella cuya autoría más debe obligadamente desvanecerse en la dignidad severa del anonimato, porque sólo así rendirá tributo a la dimensión trágica del horror interminable.
En su primera versión, este monumento múltiple y difuso era deudor a la vez de la materialidad grave del escultor Richard Serra -que intervino en el proyecto inicial- y de las complejidades geométricas de Eisenman: la malla incierta representaba el Angst de un judío cosmopolita, dividido entre la repetición ilustrada y la diferencia romántica; las superficies alabeadas remitían a los juegos sintácticos que permite el dibujo digital; y los estrechos pasajes entre los bloques se entendían como un esfuerzo testarudo por excavar un paisaje artificial. Si no se hubiera llegado a construir, como se temió tantas veces a lo largo de su prolijo proceso de gestación -interrumpido por dificultades financieras, debates políticos sobre su naturaleza abstracta frente a la condición narrativa de los memoriales habituales, y el escándalo por la elección de una pintura antigraffiti fabricada por la misma industria química que suministró el Zyklon B de las cámaras de gas-, el monumento berlinés hubiera sido sólo el Danteum de Eisenman, similar en su exactitud inmaterial al bosque de columnas de vidrio soñado por Terragni, y como él una imagen indeleble en los libros de historia de la arquitectura. Terminado, sin embargo, el proyecto se ha emancipado de su autor, adquiriendo una vida propia como el corazón simbólico de la nueva Alemania, orgullosamente reunificada y a la vez enfáticamente arrepentida de un pasado ominoso.
Ahora, la red distorsionada expresa la racionalidad perversa del Holocausto, con su producción en cadena de la muerte; la extensión ondulada evoca al mismo tiempo los campos cultivados y los cementerios de guerra; y los corredores angostos exponen al visitante a una experiencia individual que los monumentos convencionales nunca ofrecen: bajo un paisaje plácido y ordenado, 100 caminos que descienden a un infierno familiar. Monumento y plaza, figura y fondo, este cruce entre la escultura y el paisaje es en realidad una instalación excavada, arquitectónica y urbana, que somete al espectador a la desorientación y al extravío. Perdido en una malla regular, y atrapado en un pasaje abierto, el visitante siente angustia en el orden, y claustrofobia sin enclaustramiento, percibiendo a través del cuerpo y los sentidos la presencia del mal en un mundo reglado. Aunque muchos relacionen el efecto emotivo del caminar entre pesadas moles geométricas con el impacto sensorial de obras colosales de Serra como la Snake o las Torqued Ellipses, y aunque otros tantos vinculen las bandas ondulantes y la red agrietada con proyectos de Eisenman como el Centro Columbus, la Ciudad de la Cultura de Galicia o sus múltiples "excavaciones", en última instancia este proyecto no remite a biografías artísticas singulares, sino a la universalidad de la experiencia humana.
Los visitantes de una exposición de Ulay y Marina Abramovic debían entrar en la galería deslizándose entre los cuerpos desnudos de los artistas que flanqueaban el umbral. Aquí, los cuerpos vestidos deben desnudar sus emociones deslizándose entre bloques de hormigón que conforman un enloquecedor laberinto de orden, fluido como un campo pautado de lava volcánica, para descender a un submundo exacto y opresivo: un rito de paso inevitablemente asociado con la muerte, agobiante al internarse en el bosque geométrico mientras los bloques se hacen más altos, se pierden las referencias urbanas circundantes y sólo puede verse un retazo de cielo; pero también vinculado con el renacimiento espiritual que sigue a la anihilación emotiva, liberador a medida que se asciende y se sale del jardín pétreo de senderos apretados, que en la distancia se desdibuja en un oleaje amable, de manera que el memorial borra sus límites y se hace indefinido para fundirse con ese inmenso océano de dolor y de tumbas que yace bajo Berlín.
Es posible que Jacques Herzog tenga razón cuando sugiere exacerbar la experiencia ambulatoria y táctil del memorial con un suelo mullido de tierra o grava que responda a la pisada y enmarque la presencia rotunda de los bloques como icebergs de hormigón que emergen del inframundo; sin embargo, el actual pavimento de adoquines resulta suficiente para empujar al visitante hacia un precipicio de ansiedad y malestar.
No es fácil saber cómo debe expresarse el recuerdo del terror, y tanto los altares florales de Hiroshima como los raíles en llamas de Auschwitz sugieren teatros de la memoria más eficaces que los parques temáticos inmobiliarios del 11-S neoyorquino o el escuálido y nómada bosque de los ausentes del 11-M madrileño. Pero hoy vivimos en España una primavera de tumbas removidas, historia revisada y monumentos cuestionados que amenaza con transformar la amnistía amnésica de la transición democrática en un campo de batalla de memorias enfrentadas y hostiles. A diferencia del arrepentimiento colectivo que se exige a Alemania, o del acto de contrición que los orquestados manifestantes chinos demandan de Japón, el conflicto simbólico español remite a una guerra civil, y no es seguro que bajo las cenizas de la historia se hayan apagado ya las brasas del resentimiento que alimentan los incendios de los espíritus y los cuerpos.
Berlín, con este monumento expiatorio, lo mismo que el Papa bávaro con su aproximación fraternal a confesiones antaño aborrecidas, marcan un camino de reconciliación de identidades, creencias y memorias que puede servir de ejemplo para este país inflamable de veta brava y bronca fácil. Aunque resulte inesperado recibir lecciones alemanas, el laberinto berlinés puede ayudarnos a encontrar el camino en nuestros propios laberintos familiares.
19.1.25
Caja Nacional de Ahorros en Vallenar, una obra de Ricardo Larraín Bravo
Archivo Digital UDP, A0155-000028 |
En el archivo digital de la Universidad Diego Portales, poseen el legado del arquitecto Ricardo Larraín Bravo, y entre las fotografías está el edificio de esquina de la antigua Caja Nacional de Ahorros de Vallenar, actual Banco Estado. Eso si, en el archivo no saben que el edificio que tienen catalogado como una obra en Santiago, en realidad está en Vallenar, y en bastante buen estado.
Larraín Bravo ha sido muy reconocido por sus arquitectura ecléctica, aunque tuvo obras con búsquedas más regionalistas a fines e los años 20, y obras modernistas en los años 30. Sin embargo ha sido particularmente destacado por los tres tomos de su libro: La higiene aplicada a las construcciones, publicados en 1909 y 1910, y que lo evidencia como el principal agente del higienismo a inicios del siglo XX.
Uno de sus trabajos recurrentes como arquitecto, fueron los diseño de los edificios de las sucursales de la Caja Nacional de Ahorros. así como la que vemos de Vallenar, también hizo la de Antofagasta (actualmente muy transformada), entre varias otras. como se puede ver en un listado en el libro de Marcelo Vizcaíno sobre el arquitecto, titulado: "Ricardo Larraín Bravo, 1879-1945, obra arquitectónica".
18.1.25
Un megaproyecto industrial en Chile amenaza uno de los observatorios astronómicos más importantes del mundo: Paranal
Vía El País.
La comunidad científica alerta sobre una planta de generación de energía de 3.000 hectáreas que pone en peligro la oscuridad de los cielos sobre los telescopios del cerro Paranal, en pleno desierto de Atacama
Vista aérea de los telescopios sobre el Cerro Paranal, en el desierto de Atacama.
Por Constanza Cabrera
18 ENE 2025 - 01:20 CLST
Los ojos de la astrónoma María Teresa Ruiz se apagan día tras día por culpa de una enfermedad progresiva que afecta a su vista. Aunque ya no puede investigar a sus 78 años, no concibe la inesperada amenaza que ahora enfrenta el Observatorio Paranal, en pleno desierto de Atacama, que visitó tantas veces a lo largo de su carrera profesional. Ruiz fue la primera en alertar en una carta al periódico El Mercurio titulada Patrimonio natural en peligro en la que acusa a la compañía AES Andes ―subsidiaria de la empresa eléctrica estadounidense AES Corporation― de planificar un complejo industrial de más de 3.000 hectáreas a 5 y 11 kilómetros de los telescopios del observatorio. Se trata de una planta de generación de energía eléctrica que funcionaría a partir de fuentes eólicas y fotovoltaicas para producir amoniaco e hidrógeno verde. Los cielos oscuros del desierto quedarían arruinados durante la construcción del complejo y la posterior actividad industrial, que arrancaría en 2032.
La tierra roja, el clima seco y la ausencia de lluvias convierten esta zona de la región de Antofagasta en un laboratorio natural para la observación astronómica al poseer uno de los cielos más oscuros y prístinos del mundo. Las actividades industriales que se levantarían durante la fase de construcción y posterior operación producirían serias consecuencias que afectarían el quehacer científico en un área equivalente al tamaño de una pequeña ciudad. “Destruir ese tesoro [el observatorio] es una verdadera barbaridad, no solo para Chile, sino para toda la humanidad”, sostiene Ruiz, primera mujer del país en recibir el Premio Nacional de Ciencias Exactas (1997).
Desde que el Estado chileno y el Observatorio Espacial Europeo (ESO) suscribieron un acuerdo de colaboración que data de 1963, la inversión en ciencia ha sido exponencial. La inauguración en 1999, el observatorio Paranal ha sido protagonista de innumerables descubrimientos en el campo de la astronomía, como la primera imagen de un exoplaneta y la ratificación de la expansión acelerada del Universo. En ese lugar se alza el observatorio óptico más sofisticado hasta la fecha, el Telescopio Muy Grande (VLT) que ha operado por más de 25 años. Y dentro de esta década, el titánico Telescopio Extremadamente Grande o ELT por sus siglas en inglés y el CTA-Sur se sumarán a solo 20 kilómetros de distancia desde el cerro Armazones, convirtiendo al observatorio de ESO en un polo astronómico sin precedentes, auspiciado por 16 países europeos. Ahora, el organismo ha denunciado públicamente la amenaza que supone el proyecto de AES.
Los primeros acercamientos de AES Andes con ESO se remontan a 2019 por otro proyecto pequeño llamado Parque Terra Energía Renovable, que se aprobó en 2023 y se emplaza muy cerca de donde está planeado el denominado proyecto INNA, que contempla una inversión estimada de 10.000 millones de dólares. No volvieron a saber nada de la empresa hasta agosto de 2024. “Nos enteramos del nuevo proyecto cuando hicieron una presentación pública en Taltal. Nadie nos había contado nada y nosotros tuvimos que acercarnos a ellos”, asegura Itziar de Gregorio, representante de ESO en Chile.
“El hecho de que el megaproyecto industrial de AES Andes esté tan próximo a Paranal representa un riesgo crítico para los cielos nocturnos más prístinos del planeta”, denuncia en una nota el director general de ESO, Xavier Barcons. “Las emisiones de polvo durante la construcción, el aumento de la turbulencia atmosférica y, especialmente, la contaminación lumínica, tendrán un impacto irreparable en las capacidades de observación astronómica, que hasta ahora han atraído inversiones multimillonarias por parte de los gobiernos de los Estados miembros de ESO”.
El cielo superaría el umbral de brillo
La empresa les proporcionó información del impacto potencial de la contaminación lumínica y los científicos desarrollaron modelos de predicción a través del programa Illumina. Los resultados confirman que INNA “presenta un riesgo sustancial de aumentar en un factor de al menos 3 el brillo del cielo, particularmente si el proyecto se expande a una escala de varios gigavatios”. Esto significa que dentro de la clasificación de la escala que mide desde el nivel 1 (cielo oscuro) al 9 (cielo urbano), Paranal bajaría su calidad astronómica de “cielo oscuro excelente” a “cielo rural”, en el mejor de los casos. ESO denuncia que tampoco se han considerado otras fuentes de contaminación lumínica, como las luces al interior de los edificios, paredes y estructuras metálicas.
La razón por la cual Chile alberga los observatorios de ESO ―como La Silla, Paranal y Chajnantor―, es por la suma de una serie de condiciones geográficas y climáticas que posee el desierto más árido del mundo. En Paranal y Armazones existe un patrimonio único y el brillo del proyecto aumentaría el “umbral de excelencia del 1%”, lo que tendría un efecto potencial en las observaciones astronómicas en el sitio más oscuro entre 28 observatorios astronómicos que existen en la actualidad, de acuerdo a un estudio de la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society de 2023.
Al autor principal del análisis, Fabio Folchi también le preocupa lo que está sucediendo desde que leyó la nota de ESO. “La única manera es no seguir adelante con el proyecto. No existe la contaminación lumínica amigable”, dice tajante. INNA, además, considera la edificación de un puerto industrial en el borde costero para enviar los productos finales que se generen al extranjero, lo que también contribuiría a aumentar el brillo del cielo hasta un 20%, según un análisis realizado por Fastcheck.cl.
La norma lumínica que rige al país es bastante laxa. Pedro Sanhueza, exjefe de la Oficina de Protección de la Calidad del Cielo del Norte de Chile por 20 años, lo sabe bien pues colaboró en su elaboración. “En la fase de construcción de todos estos proyectos industriales suele haber mucha luz, más de la que hay en la fase de operación. Como es algo provisorio que va a durar unos meses o años, las empresas tienden a no tramitar ningún permiso y esto pasa por desconocimiento”, explica.
Lo esencial, a juicio de Sanhueza, es que debe ejecutarse una evaluación ambiental estratégica porque la norma establece condiciones al equipamiento de alumbrado, pero no pone trabas a la cantidad de equipos de iluminación que se instalen. “Podrías con un solo certificado instalar miles de luminarias cerca de Paranal y estarías cumpliendo la legislación”, agrega.
El gobierno ha convocado una mesa interministerial de diálogo con representantes del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Energía, Economía y el de Relaciones Exteriores para poder llegar a una posición intermedia y encontrar soluciones. El subsecretario de Ciencia, Cristián Cuevas, explica a EL PAÍS que es el Sistema de Evaluación Ambiental de Chile el que tiene que examinar este tipo de proyectos. “Es posible armonizar el desarrollo de una agenda de diversificación de la matriz energética, al mismo tiempo que resguardar las zonas de interés científico, en particular la astronomía, con cielos que nos permiten concentrar el 60% de la observación astronómica mundial”, sostiene Cuevas.
Por otro lado, un portavoz del Ministerio de Energía de Chile le indicó a este periódico que no está haciendo declaraciones al respecto, sin embargo, reiteraron que la cartera es respetuosa con el proceso institucional. En una respuesta similar, la Dirección Regional Servicio de Evaluación de Antofagasta, a través de la Oficina de Partes, también señaló que no se puede pronunciar “sobre proyectos que se encuentran en evaluación ambiental”.
AES Andes confirmó a EL PAÍS que no está concediendo entrevistas, pero la compañía está dispuesta a “colaborar con todas las partes interesadas en el proceso de tramitación ambiental”.
13.1.25
La arquitectura del Liceo de Hombres de Antofagasta: etapas y arquitectos
El Liceo de Hombres de Antofagasta, el actual Liceo Mario Bahamonde, está conformado por una serie de edificios, que ocupan casi una manzana completa por las calles Orella, Ossa y 21 de Mayo. La idea de un gran edificio para un Liceo de Hombres en Antofagasta, fue un gran anhelo para la ciudad de Antofagasta que tardó años en ser ejecutado y que tuvo varios diseños y etapas.
Liceo de Hombres, arqs. Alcaide y Cruzat. Fuente: revista El Arquitecto. |
El primer proyecto, concebido tras un concurso realizado en 1924 por el Ministerio de Instrucción Pública, fue diseñado por los arquitectos Alcaide y Cruzat bajo el seudónimo "Caliche". Esta propuesta monumental, que habría rematado el Parque Brasil al sur, nunca se construyó, a pesar de su amplia difusión en publicaciones como El Arquitecto y La Ilustración.
Liceo de Hombres para Antofagasta. The Foundation Company. Fuente: MOP. |
En 1933, Andrés Murillo Gómez, desde la Dirección General de Obras Públicas, desarrolló un nuevo diseño junto a la compañía estadounidense The Foundation Company, reconocida por su estilo art decó en edificios educacionales. Aunque este proyecto tampoco se llevó a cabo, guardaba similitudes con la Escuela Santa María de Iquique, obra de la misma empresa.
Liceo de Hombres. Vista de la esquina de las calles Ossa y Orella. Detalle de postal en Archivo de Claudio Galeno. |
Liceo de Hombres. Vista de la fachada interior del edificio de Orella. Foto de Claudio Galeno. |
Liceo de Hombres. Vista interior de un corredor del edificio de Orella. Foto de Claudio Galeno. |
El primer avance concreto llegó en 1935, con la construcción de tres edificios diseñados también por Murillo Gómez. Estas estructuras, ubicadas en la calle Orella, están dispuestas en diferentes niveles para adaptarse a la pendiente del terreno, conectadas mediante escaleras y puentes.
Liceo de Hombres. Vista del acceso del edificio de Ossa. Foto de Claudio Galeno. |
Liceo de Hombres. Vista del interior del edificio de Ossa. Foto de Claudio Galeno. |
En 1946, Humberto Gramegna proyectó un edificio administrativo en la calle Ossa, que albergaba espacios como la biblioteca, oficinas y laboratorios. Este pabellón, caracterizado por su diseño funcional y moderno, se distingue por un pórtico sobresaliente y galerías interiores sostenidas por pilotis.
Liceo de Hombres. Vista exterior de los edificios de calles 21 de Mayo. Foto de Claudio Galeno. |
Liceo de Hombres. Vista interior de los edificios de calles 21 de Mayo. Foto de Claudio Galeno. |
Liceo de Hombres. Vista exterior de los patios cubiertos de los edificios de calles 21 de Mayo. Foto de Claudio Galeno. |
Finalmente, en 1960, René Salas diseñó dos pabellones adicionales para la calle 21 de Mayo, destinados a salas de clases. Estas construcciones, realizadas por la empresa Neven Ilic y terminadas en 1965, incluían celosías para ventilación y patios cubiertos. Más adelante, se añadió un tercer pabellón similar.
Liceo de Hombres. Vista interior de las escaleras de los edificios de calles 21 de Mayo. Foto de Claudio Galeno. |
Liceo de Hombres. Vista exterior de los edificios de calles 21 de Mayo. Foto de Claudio Galeno. |
En conjunto, estos proyectos y edificios evidencian las aspiraciones arquitectónicas y los esfuerzos institucionales para fortalecer la infraestructura educativa en Antofagasta, destacando tanto el rol del Ministerio de Obras Públicas como el de otros actores en el desarrollo de la ciudad.
1.1.25
Gran arquitectura por 66 euros
Vía El País.
Anatxu Zabalbeascoa
10 DIC 2024 - 05:06 CLST
La persiana Barcelona cumple 10 años convertida en una solución económica, artesanal y sostenible.
Bloc 6x6 en Girona de Bosch Capdeferro. jose hevia (José Hevia) |
Desde la crisis de 2008, la arquitectura atraviesa un perpetuo cuestionamiento que la ha llevado a multiplicarse como disciplina: a entender la pluralidad de oficios que puede desempeñar un arquitecto y a observar, y defender, lo pequeño, esto es, que puede haber arquitectura en el diseño de una persiana. Hace algo más de una década, dos jóvenes arquitectos, Pau Sarquella (1986) y Diana Usón (1987), afrontaron la crisis que vivía la construcción con esa idea: concentrarse en mejorar lo pequeño. Se fijaron en las persianas: pocos elementos tienen su capacidad para poder transformar la calidad de los espacios. Pocos recursos resultan tan económicos. Usón y Sarquella decidieron estudiar las persianas enrrollables tradicionales para ver si existía en ellas oportunidad de mejora. La hallaron.
Ideadas en Sax (Alicante) para controlar la luz, las moscas y el calor en el cultivo de la vid, las persianas de lamas de madera unidas por ganchos de alambre galvanizado llevaban el nombre de persianas alicantinas. Pero hace diez años, algo cambió. Cuando Sarquella y Usón idearon la Persiana Barcelona cambió lo pequeño. Pero la transformación fue grande. Veamos cómo fue.
La madera de estas lamas proviene de Soria, de bosques sostenibles de pinos de gestión comunal, que se reforestan. Rediseñadas ligeramente solapadas, evitan la acumulación de agua con goterón y eso hace que estén impermeabilizadas. La cuerda que activa las Persianas Barcelona es náutica, de alta resistencia. Una pintura de alta tecnología y calidad aplicada por doble capa de inmersión también les suma resistencia. Y el hecho de que los arquitectos idearan una paleta de colores inspirada en algunos de los edificios modernistas les suma versatilidad.
Eso no es todo. Las lamas no solo evitan el paso de la luz, también la matizan. Coloreada a la carta, la Persiana Barcelona es un elemento que puede subrayar los huecos de la fachada o terminarla cromáticamente.
La idea de Usón y Sarquella fue, así, mejorar las persianas para conseguir graduación de luz y permitir la convivencia entre sombra y ventilación. Su objetivo inicial fue acabar con las persianas de plástico y cambiarlas por persianas con lamas de madera. El resultado fue repensarlas, actualizarlas y dotarlas de mejores prestaciones. Así, mejorando la persiana de cuerda de la tradición mediterránea, estos arquitectos han alterado las fachadas de muchas viviendas —individuales y colectivas— en Barcelona, en otras ciudades, no necesariamente mediterráneas, y en otros países. Hoy su persiana se está convirtiendo en un producto internacional y, sin embargo, artesano, hecho a medida, basado en la actualización de una tradición, que mejora una idea sencilla.
Se podría decir que la Persiana Barcelona se ha convertido en la mejor versión de la persiana alicantina. Sus diseñadores-fabricantes han cambiado su durabilidad y su resistencia. Continúa siendo fácil de instalar y utilizar —no se atasca enrollándola o desenrollándola—, es versátil tanto por su manera de emplearse - construyendo espacios intermedios— como por las soluciones a medida que ofrece. Sarquella explica que él mismo las ha utilizado en el montaje de exposiciones, formando techos en forma de bóveda, o como cerramientos de una mesa-baldaquino.
Pero además, se ha convertido en un elemento reivindicativo. Desde su lógica sencilla y su precio económico, la Persiana es marca una sostenibilidad sencilla, domesticada, tradicional, casi lo contrario a las tecnologías Smart para controlar el consumo energético. Tal vez por eso ha sido empleada en arquitecturas audaces y lógicas y ha ganado el Premio Delta de Plata (2016) y el Arquia/Próxima 2016, que distingue la mejor arquitectura joven española.
Con todo, ha sido la vivienda social, y los proyectos de vivienda colectiva, los que han dejado claro el potencial de un gesto tan sencillo: la capacidad transformadora de 66 euros (el coste por metro cuadrado). El primer proyecto de vivienda colectiva que las utilizó fue “110 Rooms” del estudio Maio. También Peris+Toral las emplearon en las 85 viviendas de Cornellà que fueron galardonadas con el Premio RIBA hace una semana. La cooperativa de arquitectos Lacol las usó en las viviendas de La Borda con las que consiguió el Premio FAD de arquitectura.
En los últimos cinco años, la empresa ha pasado de servir 2.500 unidades a producir 8.000 al año. Sarquella y Usón, por su parte, además de seguir mejorando las prestaciones de sus persianas, combinan su trayectoria como proyectistas con la docencia en la Universidad. En ese ámbito, no olvidan que cuando todavía eran estudiantes de arquitectura, ganaron el concurso Racons Públics (Rincones Públicos), organizado por el FAD y el Ayuntamiento de Barcelona, que buscaba mejorar el paisaje urbano de la ciudad en algunas calles del Raval, donde la gente utilizaba plásticos en lugar de las persianas tradicionales, para proteger la ropa que tendía en los balcones. “No solo se trataba de embellecer la ciudad, el plástico disminuía la ventilación de las viviendas y no permitía el secado de la ropa”, explican. Fue ahí cuando se dieron cuenta de la importancia de lo pequeño. Y de las ventajas que podía tener la madera impermeabilizada frente al plástico.