16.12.18

VIII Bienal de Arquitectura de Chile, 1991, Arquitectura Latinoamericana un camino propio / Convocatoria manifiesto



VIII Bienal de Arquitectura
Arquitectura Latinoamericana / un camino propio

Convocatoria

La búsqueda de un Camino Propio para la arquitectura latinoamericana ha sido en los últimos años el centro de preocupación de un grupo cada vez más amplio de arquitectos, historiadores, críticos y diseñadores de la región. Una arquitectura propia que lejos de encontrar referencias ajenas y mirar hacia la arquitectura de los países desarrollados, pretende encontrar su verdadera razón de ser en nuestra propia identidad.

Luego del predominio hegemónico del Movimiento Moderno con su discurso cerrado como respuesta a los problemas de la sociedad industrial y que influyó a más de una generación de arquitectos latinoamericanos, se recibieron las diversas oleadas del Post Modernismo, más abierto a una gran variedad de estilos y tendencias. Sólo a mediados de los 80 algunos arquitectos latinoamericanos comenzaron a reaccionar y cuestionarse las influencias ajenas y a trabajar en la búsqueda de un Camino Propio en lo práctico.

A finales del presente siglo los arquitectos latinoamericanos nos enfrentamos a un gran desafío, cómo desarrollar una arquitectura propia en un mundo cada vez más interdependiente que va perdiendo sus particularidades regionales. Los cambios de la sociedad actual son cada vez más rápidos y radicales, y se hace necesario que tanto la arquitectura como todas las demás representaciones culturales asuman una posición más crítica para luego elaborar propuestas que además de innovadoras sean respetuosas de nuestros modos de vida.

"Es un hecho: no cualquier cultura puede soportar y absorber el choque de la civilización moderna. La paradoja es: cómo llegar a ser moderno y regresar a los orígenes" (1).

La respuesta a esta interrogante se funda sobre las bases de establecer criterios y actitudes claras y fuertes frente a nuestro medio, como también en intentar hacer otra arquitectura.

La búsqueda de un Camino Propio ha originado nuevos conceptos teóricos sobre los cuales fundamentar esta otra arquitectura. Así se han desarrollado las ideas de "propiedad y ajenidad" del Arqto. Roberto Fernández, el de "modernidad apropiada" del Arqto. Cristián Fernández Cox, "conciliar el espíritu de la época y el espíritu del lugar" del Arqto. Enrique Browne, "lo apropiado y lo apropiable" del Arqto. Carlos González Lobos, etc.

Asimismo, la otra arquitectura se ha manifestado en las obras de Luis Barragán, Eladio Dieste, Rogelio Salmona, Fernando Castillo y otros arquitectos en Latinoamérica, que con sus diseños van señalando este Camino Propio, privilegiando nuestra identidad y tecnologías constructivas.

En general, la otra arquitectura responde a su contexto creando lugares, respeta el medio natural, usa tecnologías intermedias adecuadas a nuestras posibilidades económicas y humanas, utiliza lenguajes arquitectónicos que incorporan nuestros valores propios al rescatar las costumbres y modos de vida de cada grupo humano, desde la perspectiva de su inserción en un momento histórico determinado y siempre cambiante.

Dice Eladio Dieste refiriéndose a su trabajo: "Usando todos los refinamientos de la técnica actual, sin ninguna preocupación folklórica y falsamente tradicionalista, pero tampoco copiando técnicas, sino recreándolas... Esta es la manera de ser fieles a la verdadera tradición que es siempre la fuente de todo lo revolucionario, en esto como en todo..."(2).

Así, el descubrimiento de nuestra identidad es el primer paso para generar una arquitectura propia que responda inequívocamente a su lugar, su tiempo y a una comunidad determinada. Para esto, es necesario conocer nuestra realidad y la de la cultura latinoamericana, en el entendido de develar una cultura propia y actual básica para poder fundar sobre ella esta otra arquitectura. Dice al respecto el Arqto. Cristián Fernández Cox: "Los gérmenes de nuestro desarrollo se encuentran en nosotros mismos. En nuestro pasado están ocultas algunas vetas de nuestro futuro" (3).

América Latina se presenta como una sociedad heterogénea. Los valores de cada región son distintos, así como sus manifestaciones culturales y modos de vida.

Étnicamente, Latinoamérica se presenta como una suma de diversos pueblos, principalmente ibéricos, indígenas y africanos, con distintos grados y tipos de mestizaje. Las diferentes culturas mezclaron sus folklores, alimentación, idiomas, formas de creación artística, religión, etc. y aunque presentan raíces comunes experimentaron un desarrollo particular y único.

Sin embargo, Latinoamérica mirada desde afuera se presenta con una gran homogeneidad. Las raíces del idioma, los procesos políticos y las estructuras sociales son comunes a las distintas naciones.

Además, es necesario considerar que América Latina ha dependido económica y socialmente de diversos sistemas internacionales mercantiles e industriales y, por lo tanto, se ha subordinado a otras idiosincrasias, distantes de nuestra realidad social. Primero la hegemonía española y portuguesa, luego la influencia de Francia y los EE.UU. a partir de, la Revolución Francesa y la independencia de las colonias inglesas, y más recientemente la carga ideológica de la Revolución Industrial, que determinó nuestro papel de exportador de materias primas, de "granero del mundo".

De ahí que el rasgo predominante de América Latina sea su mezcla cultural y por ende, su gran permeabilidad a las influencias externas. "No es raro, entonces, que la identidad cultural sea un tema recurrente en su historia" (4).

Por otra parte, los arquitectos debemos actuar en el espacio y realidad de nuestras ciudades latinoamericanas: entidades urbanas relativamente jóvenes sometidas a procesos de rápido crecimiento y transformación por el impacto de diversos modelos urbanísticos, donde se expresan las desigualdades de nuestras sociedades urbanas. Planificadores y arquitectos han contribuido también, de un modo u otro a profundizar los problemas urbanos.

Con otra actitud la nueva arquitectura latinoamericana está enfrentando esta realidad. La preservación de áreas históricas y edificios patrimoniales marcó el inicio de esta nueva postura, para luego intentar, con el desarrollo de propuestas contextuales, respetar tejidos y formas de vida urbana.

Hay ya un Camino Propio que se perfila con una sólida fundamentación teórica y con la fuerza de un conjunto de obras singulares. Es necesario profundizar una actitud hacia lo propio y hacia lo ajeno para continuar con el desarrollo de una arquitectura para cada tiempo, cada lugar y cada habitante. Al mismo tiempo hay que forzar la marcha para afrontar los temas urbanos mayores, no desde la propuesta y la utopía, sino a través de intervenciones reales y sensibles que contribuyan a mejorar el entorno de nuestras ciudades. La verdadera propuesta americana está en sus inicios.

(1) RICOEUR, PAUL. Historia y verdad.
(2) DIESTE, ELADIO. La cerámica armada.
(3) FERNÁNDEZ, CRISTIAN. Nuestra identidad sumergida.
(4) MORANDE, PEDRO. La cultura latinoamericana ante los desafíos de la modernización.

Comité organizador de la VIII Bienal de Arquitectura de Santiago de Chile

Presidente JORGE IGLESIS GUILLARD
Representante del Directorio FERNANDO MERINO DE LA CERDA
Gerente ERICO LUEBERT CID
Asesor ÁNGEL HERNÁNDEZ ABARCA
Sección Encuentro TEODORO FERNANDEZ
Sección Muestra Nacional VICTOR GUBBINS BROWNE / ALEX MORENO
Sección Muestra Regional DIANA VACCARO / MARIO GRANDON
Sección Arquitectura Joven PILAR URREJOLA D. / LEOPOLDO PRAT VARGAS
Sección Concurso Bienal GONZALO MARDONES VIVIANI / LUIS IZQUIERDO
Sección Proyectos de Título M. ISABEL TUCA G.
Sección Pintura Infantil FERNÁN MEZA
Sección Afiche Bienal JOSE TUCA G.
Documento Bienal EDUARDO SAN MARTIN BARAYON
Catálogo Bienal JAIME MARQUEZ ROJAS
Montaje Museo EMILIO ARANCIBIA
Secretaria M. JOSEFINA DE LA BARRA A.

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