18.9.16

Falleció Luis Rivano

El 15 de septiembre de 2016, falleció Luis Rivano, reconocido escritor y editor de publicaciones, entre ellas la revista literaria Quilodrán. Guillermo Deisler, en sus inicios (1966-1967) fue colaborador de las ediciones de Rivano, como en la mencionada Quilodrán, Hoja de Poesía o el libro El Informe.

A continuación un artículo de La Tercera sobre le deceso de Rivano.

Vía La Tercera.

Callejero y marginal: A los 83 años muere Luis Rivano





El escritor y dramaturgo falleció esta noche (15 de septiembre). Su experiencia en Carabineros fue la base de su obra literaria, formada por novelas y obras como "El rucio de los cuchillos", en las que retrató el mundo de la noche y la cárcel . Dejó la novela inédita "Tres homicidios".

Por Javier García



No terminó el colegio. A los 15 años dejó los estudios y se fue a trabajar al puerto de San Antonio, hasta que llegó a Santiago para hacer el Servicio Militar. Luego, con 20 años, Luis Rivano entró a Carabineros, y como patrullero conoció la noche del centro, del barrio Matadero y los alrededores del Club Hípico. Estuvo 12 años: a los 32 fue dado de baja por retratar las pellejerías, el abuso de poder, la corrupción y la soledad de un joven con uniforme en su primera novela, Esto no es el Paraíso.

Pero el policía se convirtió en uno de los libreros más reconocidos del país, y en el escritor y dramaturgo de una obra que retrató el mundo callejero y marginal. Nacido en Cauquenes en 1932, Luis Rivano Sandoval era más conocido como el Paco Rivano.

Nunca quiso escribir sus memorias. “Por ningún motivo”, le dijo a su editora. “Hubiese sido un gran libro”, señala Andrea Viu, directora del sello Alfaguara, quien conoció al autor cuando le propuso publicar sus novelas y relatos en Narrativa completa, en 2010.

El tema apareció durante una comida, en la que además estaba el periodista y crítico Juan Andrés Piña, quien presenta y analiza las piezas reunidas en el ejemplar Antología de obras teatrales (2008).

Si bien Rivano se negó a registrar sus recuerdos en un libro, de alguna manera contó su vida y la de su entorno en sus novelas, cuentos y obras de teatro. Personajes de barrios populares, el ambiente nocturno de los prostibulos, vendedores ambulantes, delincuentes y policías eran parte del mundo narrativo de Luis Rivano, quien definió su literatura como “realismo urbano”. Su obra fue situada junto a la de Luis Cornejo (Barrio bravo), Armando Méndez Carrasco (Chicago chico) y Alfredo Gómez Morel (El río), autores que retratan los bajos fondos de Santiago.

El escritor falleció a los 83 años en el Hospital Dipreca. El lunes pasado sufrió una doble insuficiencia pulmonar y cardíaca y estaba internado. Este jueves, no soportó un nuevo infarto.

Novela inédita

“No hacía falta que nadie me explicara que el Pato Norambuena era tieso de mechas y cuello para irse en collera. Bastaba verlo. Cuando ingresó a la Peni traía ni que manso cartel, porque se había echado a un paco”, así parte el cuento El rucio de los cuchillos, que llevado al teatro se convirtió en una de sus obras más montadas.

Hace cinco años Rodrigo Achondo hizo una nueva puesta en escena para el Teatro Nacional Chileno, con Daniel Alcaíno, María Paz Grandjean y Nicolás Pavez.

De las historias y personajes de El rucio de los cuchillos surgió su último trabajo. Hace tres semanas Rivano entregó una versión definitiva de la novela inédita Tres homicidios, que se publicaría por Alfaguara en 2017. “No llegamos a firmar contrato”, comenta Andrea Viu.

Su primera novela, Esto no es el Paraíso, obtuvo el tercer premio en el Concurso Literario Crav en 1964. Las aventuras de un carabinero raso en la ciudad, que relataba ciertos abusos de la institución y la vida nocturna sería publicada por Zig-Zag. Así lo contemplaban las bases del premio. Pero el sello pidió al autor cambiar algunos fragmentos del libro; entonces Rivano decidió hacer una autoedición. El libro se convirtió en bestseller, con más de 30 mil ejemplares vendidos. De ahí hasta 1973 publicaría por su cuenta novelas como El signo de Espartaco, Tirar a matar y La Yira.

Diálogos directos

Ya instalado como librero en el local de San Diego 111, Rivano se dedicaría al teatro. Su debut fue con Te llamabas Rosicler, en 1976, dirigida por Gustavo Meza. “Tennyson Ferrada fue el primer actor que quiso montar una obra mía. Le interesaron los diálogos directos”, dijo Rivano. Otros actores que dieron vida a sus personajes fueron Malú Gatica, Gonzalo Robles, Jael Unger y Jaime Azócar.

A su vez, ¿Dónde estará la Jeannette? fue estrenada en el Teatro UC, en 1984, con Paulina García de protagonista. Gustavo Meza volvería a trabajar en uno de sus textos con Ajuste de cuentas (2009), que regresa al territorio del Club Hípico.

Una de su últimas obras montadas fue Por sospecha, con dirección de Carlos Huaico en el Teatro Nacional, donde se presentó entre 2014 y 2015 .

Visión real

“Desde que me dieron de baja en Carabineros comencé a vender libros por las calles, empecé pato”, dijo Luis Rivano. Tras su local de San Diego 111, abrió otra librería en el número 119. Tres de sus seis hijos, Octavio, Ana María y Graciela, se dedicaron a la venta de libros. Mantenía 200 mil almacenados. Y decía que su ejemplar más apreciado y que no vendía por nada era una primera edición de Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca, impreso en 1930.

“Para tener una visión real de la sociedad, yo tengo que ponerme abajo. Tengo que mirarla desde las vísceras para afuera”, señaló a este diario Rivano. “Nunca miré la literatura como una profesión. La vida es una cosa y el arte es otra. Yo me gano la vida vendiendo libros de los otros y escribo porque me apasiona”, agregó ante la promoción de Narrativa completa.

El año pasado publicó su último libro. Después de más de 40 años regresó a la novela con Pedro Ivanovic, terrorista. La historia es protagonizada por un joven periodista de origen yugoslavo, quien es detenido en pleno centro de Santiago, justo cuando se preparaba para disparar contra la muchedumbre.

“¿Son atendibles los argumentos de Pedro para justificar su actuar o es solo un loco incapaz de discernir entre el bien y el mal?”, era la pregunta que planteaba la novela.

Rivano dijo que era la primera vez que investigaba para construir una narración. Pedro provenía de una familia de guerreros que en tres generaciones pasó de ser ucraniana a yugoslava, en tanto sirvió al Imperio Austrohúngaro y tras la Primera Guerra Mundial, un último descendiente terminó en un taller mecánico de Gran Avenida.

En busca del pasado, Rivano siempre terminaba al filo del abismo, como mostrando una verdad salvaje, bella e imposible de borrar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario