
En una nota de El Mercurio de Antofagasta respecto del destino de los terrenos del Hipódromo, se muestra la lamentable demolición del edificio que albergaba servicios y graderías, una obra del destacado arquitecto chileno Mario Recordón, que era un experto en edificios deportivos.
Una vez más especulación inmobiliaria y la falta de control del Estado han permitido que terrenos con fines deportivos se conviertan en sitio de privados.

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