Por Claudio Galeno-Ibaceta sobre la interacción del arte con la arquitectura, desde Antofagasta y el Norte Grande de Chile. By Claudio Galeno-Ibaceta about the interaction between art and architecture, from Antofagasta and the Large North of Chile.
29.5.13
El millonario indio que convertirá el City Hotel de Santiago en un "seis estrellas"
Vía La Tercera.
Publicado el 02 de abril de 2011.
Este empresario, de origen indio, compró el antiguo City Hotel de Santiago en noviembre del año pasado. Su idea es transformarlo en uno boutique y de lujo.
Era un día despejado y sin esmog. Satinder Garcha subió a la azotea del City Hotel -ubicado en calle Compañía, a un costado de la Plaza de Armas-, desde donde pudo apreciar una vista particular del corazón de Santiago: las cúpulas de la catedral, edificios modernos y otros no tanto; más allá, el cerro San Cristóbal y, de fondo, la Cordillera de los Andes. "Fue una de esas cosas: una sensación, una vibra especial", dice el empresario y multimillonario de origen indio y nacionalizado en Singapur, quien desde esa tarde de noviembre de 2010 se convirtió en el nuevo dueño del City Hotel.
Garcha llevaba apenas un par de horas en la capital. Fueron suficientes para que él se encantara con este edificio construido en 1938, compuesto por dos bloques y cinco pisos, famoso por su estilo neogótico y sus letreros de neón, que brillaron hasta 2008, cuando cerró sus puertas. Garcha se enamoró no sólo del lugar, sino que también de su entorno y el potencial que tendría el inmueble una vez que lo restaurara. Entonces se fue directamente a la consultora inmobiliaria Colliers, encargada de gestionar la venta del City Hotel. "Pregunté si era posible negociar el precio, pero dijeron que no", explica Garcha. A pesar de eso, no dudó en aprovechar la oportunidad.
Hoy, Garcha está por tercera vez en Santiago, acompañado de su mujer, su pequeña hija y un asesor. Juntos han visitado varias veces el antiguo hotel, que en su época de gloria, a mediados del siglo pasado, era la competencia del Hotel Crillón y uno de los hitos urbanos del centro. Tanto así que forma parte del imaginario de algunos escritores chilenos, como Alberto Fuguet, quien lo incluyó como escenario en su novela Mala onda. En uno de los capítulos, Matías Vicuña -el protagonista- despierta una madrugada después del toque de queda en la habitación 506, registrado bajo el nombre de Holden Caulfield, luego de haber escapado de la tutela paterna y únicamente acompañado de una copia de El guardián entre el centeno y un frasco de Valium.
Lo mismo hizo el autor Ramón Díaz Eterovic en sus libros Angeles y solitarios o Los siete hijos de Simenon, en el que el protagonista -el detective Heredia- solía frecuentar la barra del City en busca de un trago.
Precisamente, una de las razones que motivaron a Garcha para embarcarse en su primer proyecto hotelero fue el componente histórico y simbólico del lugar. Hasta ahora, había hecho su fortuna como desarrollador inmobiliario de viviendas de lujo en Singapur y Nueva York, con la compañía Elevation Group. Arquitectos de la talla de Zaha Hadid, Robert Stern o Toshiko Mori han trabajado con él. Esta vez, Santiago será el punto de partida de su última aventura, Elevation Hotels, un nuevo modelo de negocios que pretende innovar con los de categoría boutique y de lujo, en algunas capitales de Latinoamérica. "Se trata de estilos de vida, de combinar diseño, lujo e identidad", dice.
En su primera entrevista en Chile, el empresario -quien, además, es capitán del equipo nacional de polo de Singapur- cuenta sobre sus inicios en Silicon Valley, cómo descubrió este "tesoro" en el centro de la capital, quién se hará cargo del diseño y cuál es su propuesta para "cambiar el panorama de los hoteles en la ciudad".
¿Cómo se enteró de que existía el Hotel City de Santiago?
En octubre y noviembre del año pasado estaba participando en un torneo de polo, en Buenos Aires. Al mismo tiempo, mi idea era crear un hotel boutique y de diseño en esa ciudad. Pero buscaba algo especial, no cualquier cosa. En ese período no logré encontrar nada que me convenciera. Un conocido me habló de una buena opción que había surgido en Santiago, el City Hotel, y vine a dar un vistazo.
¿Era su primera vez aquí?
Nunca había estado en Chile. Tomé dos días libres del torneo de polo y vine hasta acá. Aterricé, llegué al hotel donde me hospedaría y partimos al centro. En cosa de tres horas estaba negociando con Colliers la compra del edificio. Y en tres meses ya estaba finiquitado el trato.
¿Qué le llamó la atención de este edificio?
Primero, que las construcciones son hermosas. Me di cuenta de que se podía hacer mucho en esos espacios para instalar un hotel de seis estrellas. Pero los dos factores más importantes eran otros. Por una parte, la ubicación: está localizado a un paso de la Plaza de Armas, pegado a la catedral y en el centro histórico. Y, por la otra, era la historia del mismo lugar, su época de gloria en los años 40 y la importancia que la gente le da como un referente de Santiago. No es fácil encontrar disponibles, en una gran ciudad, todos estos elementos combinados: ubicación, arquitectura e historia. Subí a la azotea del City Hotel, vi la catedral, el centro y las montañas. Era una de esas cosas, una sensación, una vibra especial.
¿Qué ofrece Santiago que la convierte en una buena ciudad para comenzar un negocio?
Estando aquí, me di cuenta de que hay estabilidad, que es un sitio seguro donde invertir y muy pujante. También es una ciudad hermosa. Además, el producto que vamos a crear será único en Chile, vamos a llenar una necesidad.
¿En qué sentido? ¿Qué expectativas tiene de este proyecto?
Vamos a cambiar el panorama de los hoteles en esta ciudad. En todo sentido: diseño, estilo de vida y lujo. La gente que visitará Santiago y se hospede en el City Hotel podrá sentir la identidad de la ciudad y del país. Se percatarán de que es posible combinar lujo e identidad. La ubicación ayudará a transmitir eso, pero por dentro será realmente excepcional. Invertiremos mucho dinero.
La primera vez
Garcha prefiere no hablar de números por el momento. Ahora está abocado a sentar las bases del diseño que tendrá el nuevo City Hotel. En esa tarea lo acompañará la neozelandesa Anouska Hempel, pionera en proyectar hoteles boutique, como el Blakes y el Grosvenors House, ambos en Londres. Para el empresario, éste será su primer hotel, su primera inversión en Santiago y también su debut junto a esta diseñadora.
¿Por qué optó por Anouska Hempel?
Ella prácticamente inventó el concepto de diseñar hoteles boutique hace 30 años. Ahora hay muchos y todo el mundo copia el formato. Sabe muy bien cómo mezclar lujo y buen diseño. Además, logrará entender el legado histórico que representa el edificio. No quería buscar un profesional de moda que hiciera algo que en cinco años estuviera obsoleto. Esto tiene que ser eterno y durar en el tiempo. Con su experiencia y lo que ya ha hecho, Anouska es la indicada.
¿Cómo va a ser por dentro?
Es lo que vamos a discutir durante los próximos días. El exterior no cambiará, porque el inmueble está protegido. Lo que apareció publicado en otro medio de comunicación no es lo que se va a hacer. Esa era la visión de la gente que nos mostró la propiedad para comprarla. Pero sí te puedo adelantar que lograremos algo con lo cual los santiaguinos se van a sentir orgullosos. Ese es el objetivo: que sea un aporte y un impulso para todo ese sector.
Antes de dedicarse al rubro inmobiliario, tuvo una compañía en Silicon Valley.
Era una consultora de internet llamada People.com. Partimos en 1995 y, básicamente, desarrollábamos infraestructura de software, en medio del boom de las empresas de internet. Vendí esa compañía en 2000 y comencé con los bienes raíces. Somos una de las desarrolladoras más grandes de casas de lujo en Singapur y también hemos hecho algunas cuantas en Nueva York. Esta es la tercera venture: Elevation Hotels. Tenemos un nuevo modelo de negocios y, paralelamente, estamos evaluando otras ciudades de Latinoamérica. Pero Santiago será el comienzo.
¿Podría emprender otros proyectos en la ciudad?
Potencialmente. Ya estoy mirando. Se parte con algo y el resto comienza a suceder. Y aquí vamos a iniciar algo bastante importante.
¿Quién será su equipo en Santiago?
Estoy en proceso de entrevistar y conocer gente. Pero Elevation Chile ya tiene su primer empleado. Se llama Mario, es el cuidador del City Hotel y tiene un perro muy bonito.
28.5.13
Generación GIF: Ellos lo llaman escultura.
Vía El arte en la Edad del Silicio (El País).
Por: Roberta Bosco y Stefano Caldana | 27 de mayo de 2013
What we call sculpture (Lo que llamamos escultura) es la última provocación del arte digital. Llega de Alemania y es una iniciativa de Manuel Roßner, fundador de la joven galería virtual CERMÂ, que quiere plantear una alternativa plausible a lo que denominamos escultura, en una época en que bits y código informático van sustituyendo paulatinamente mármol y cinceles. La exposición, que reúne las obras de cuatros artistas, ha sido comisariada por el malagueño afincado en Madrid Manuel Fernández, punta de diamante de nuestro panorama artístico más vanguardista. Fernández, fiel representante de la que a menudo hemos definido la Generación GIF, una oleada de creadores ajenos a los tradicionales cánones formales y conceptuales establecidos por los pioneros del net.art, desarrolla su proceso creativo alrededor de una llamativa estética multicolor, que se materializa a menudo a través de elementos visuales animados.
Todo empezó cuando Roßner encargó a Fernández una propuesta en la misma línea de la muestra anterior What we call painting (Lo que llamamos pintura) (visita guiada en detalle), concebida “para ver cómo los artistas habían empleado las posibilidades de las nuevas tecnologías para expandir nociones tradicionales, que podríamos catalogar de pintura o que tienen -o parten- de conceptos o cualidades pictóricas”, explica Fernández al Silicio.
“Así que comencé a pensar en cómo los tradicionales paradigmas de la escultura podrían expandirse a través de las nuevas herramientas de producción y los nuevos contextos de exposición y distribución de los trabajos online. Según este enfoque, seleccioné cuatro piezas de otros tantos artistas, que me gustaban precisamente por el uso de las herramientas tridimensionales y su relación con Internet”, continúa Fernández.
What we call sculpture se desarrolla en la galería virtual de CERMÂ, un espacio interactivo que permite observar las obras, como si el visitante estuviera en una exposición real. La diferencia es que las creaciones son elementos digitales cuyos volúmenes se pueden percibir realizando movimientos en el espacio con el ratón. “No son GIF animadas, son piezas 3D animadas creadas especialmente para ser instaladas en un espacio 3D”, indica Fernández. Se refiere a las figuras tridimensionales sin un perfil bien definido de Chris Timms, casi unos hologramas o unas burbujas de líquido flotante y a los irregulares elementos geométricos, como volúmenes en continua mutación, del artistas francés afincado en Barcelona, Françoise Gamma, que reaccionan a los movimientos de ratón del visitante, ofreciendo distintas perspectivas de las piezas. Además de una escultura virtual parecida a una máscara étnica de Kareem Lofty, la selección incluye una interesante pieza del propio comisario. La obra, bautizada New Ruins, consiste en una escultura que recuerda una clásica columna dórica ubicada delante de una serie de instantáneas, que cuelgan de una de las paredes del espacio CERMÂ. Son imágenes extrapoladas del homónimo vídeo de Fernández, algo así como un viaje en la red a través de Google Earth, en busca de las siluetas de monumentos célebres y edificios patrimonio de la humanidad, que el artista ha intervenido visualmente con capas de texturas chillonas y mucha ironía. La pieza se transforma así en una intervención apropiacionista, con la cual el artista devuelve al entorno de la red, imágenes virtuales de objetos reales, de manera acorde a su estilo visual.
Concebido como “un espacio que ocupa una posición fascinante entre la aparición de Internet y la institución cultural”, el CERMÂ fundado por el joven artista alemán Manuel Roßner en 2012, no existe exclusivamente en el universo virtual de Internet, sino que tiene una extensión en el mundo físico, como asociado del centro expositivo Hauptbahnhof Offenbach de Offenbach am Main (Alemania). A menudo las muestras, que ocupan simultáneamente los espacios físico y virtual están vinculadas entre ellas, a través de artistas que exponen sus obras en ambos montajes, pero no es el caso de What we call sculpture, que sólo se presenta online.
“Su nombre es una abreviación de Centre d'art mâtiné, considerando mâtiné como sinónimo del término hybrid, una referencia a los ordenadores que disponen de partes analógicas y digitales y también al significado convencional de matinée, que se atribuye a los eventos que tienen lugar por la mañana. Me imagino los espectadores in pijama y con un buen desayuno, disfrutando de la última exposición del CERM”, confiesa Roßner.
Por lo que se refiere las obras de What we call sculpture y las relaciones espaciales de los modelos virtuales, Roßner destaca que “en realidad el trabajo de Chris Timms era al comienzo una GIF animada, aunque creo que no estamos muy lejos de llamarla también escultura. Por supuesto, usted los ven en una pantalla en dos dimensiones pero hemos aprendido a olvidar eso. Es un poco como viajar por el mundo a través de Google Earth, CERMÂ abre las puertas a un universo nuevo y desconocido. Bueno, tal vez no tan desconocido, ya que una gran parte de la sociedad y sobre todo los jóvenes, están pasando horas en ese tipo de ambientes”, matiza Roßner.
¡Public Sculpture!
No tiene nada que ver con esta muestra, pero nos gustaría recordar una irónica afirmación del artista canadiense Jeremy Bailey, creador de esculturas virtuales a través de la realidad aumentada, “nuestros pueblos son repletos de horribles monumentos que no se puede mover ni eliminar o desplazar, así que yo quiero poder crear esculturas públicas no permanentes. Cualquiera tiene que poder crear y colocar sus propias esculturas públicas virtuales, que por cuanto horribles desaparecerán cuando uno lo desee, así como han aparecido”.
Rigid Bodies
Finalmente lo de CERMÂ es tan sólo la punta del iceberg de una tendencia cada vez más presente en la red, que se caracteriza por la inclinación escultórica de las manifestaciones digitales.
Otro interesante ejemplo es Rigid Bodies, una propuesta del mexicano Alfredo Salazar Caro, artista y escultor que “vive, lucha y trabaja” en Chicago. “Rigid Bodies es una exposición online que me encargó el Art Institute de Chicago. Me pidieron hacer una muestra digital y básicamente, siendo yo un escultor, quise reunir una series de esculturas en 3D y formato GIFs. Para continuar con la idea del GIF como escultura, decidí usar la imagen de una galería física como background pero mantener una funcionalidad similar a la de una página de Tumblr, donde el usuario elije que escultura se integra al espacio visual de la galería”, explica al Silicio, Salazar Caro.
La exhibición, que se inauguró en marzo de 2013, es única y no se repetirá. “Su título hace referencia a un término usado en la creación de videojuegos, que indica la habilidad de un objeto de poder ser alterado por otros objetos en el juego, por ejemplo un jugador moviendo un barril”, matiza Salazar Caro.
La selección reúne piezas de artistas que viven entre Estados Unidos y Alemania, como Nick Kegeyan, LaTurbo Avedon, Anthony Antonellis, Kevin Carey, Sara Ludy, Sua Yoo, Kim Asendorf y el propio Salazar Caro aka TMVRTX, TimeVortex. En su mayoría son GIF animadas y elementos gráficos con aspecto tridimensional que bien se pueden enmarcar en un contexto de escultura.
“Para mí la escultura digital es escultura”, asegura Salazar Caro. “No hay diferencia, sino que simplemente es una evolución de la práctica tradicional. Para mí, si uno tiene que crear algo en tercera dimensión, algo que utiliza el espacio, aunque sea virtual, es escultura. Aunque muchos net.artistas no dicen directamente que su trabajo es pintura, es casi imposible separar la pintura de un JPG o un GIF, simplemente porque son parte de la tradición de composición de imágenes y los net.artistas, como todos los artistas, somos influenciados por una de las formas creativas más antiguas: la pintura”, concluye.
Por: Roberta Bosco y Stefano Caldana | 27 de mayo de 2013
What we call sculpture (Lo que llamamos escultura) es la última provocación del arte digital. Llega de Alemania y es una iniciativa de Manuel Roßner, fundador de la joven galería virtual CERMÂ, que quiere plantear una alternativa plausible a lo que denominamos escultura, en una época en que bits y código informático van sustituyendo paulatinamente mármol y cinceles. La exposición, que reúne las obras de cuatros artistas, ha sido comisariada por el malagueño afincado en Madrid Manuel Fernández, punta de diamante de nuestro panorama artístico más vanguardista. Fernández, fiel representante de la que a menudo hemos definido la Generación GIF, una oleada de creadores ajenos a los tradicionales cánones formales y conceptuales establecidos por los pioneros del net.art, desarrolla su proceso creativo alrededor de una llamativa estética multicolor, que se materializa a menudo a través de elementos visuales animados.
Todo empezó cuando Roßner encargó a Fernández una propuesta en la misma línea de la muestra anterior What we call painting (Lo que llamamos pintura) (visita guiada en detalle), concebida “para ver cómo los artistas habían empleado las posibilidades de las nuevas tecnologías para expandir nociones tradicionales, que podríamos catalogar de pintura o que tienen -o parten- de conceptos o cualidades pictóricas”, explica Fernández al Silicio.
“Así que comencé a pensar en cómo los tradicionales paradigmas de la escultura podrían expandirse a través de las nuevas herramientas de producción y los nuevos contextos de exposición y distribución de los trabajos online. Según este enfoque, seleccioné cuatro piezas de otros tantos artistas, que me gustaban precisamente por el uso de las herramientas tridimensionales y su relación con Internet”, continúa Fernández.
What we call sculpture se desarrolla en la galería virtual de CERMÂ, un espacio interactivo que permite observar las obras, como si el visitante estuviera en una exposición real. La diferencia es que las creaciones son elementos digitales cuyos volúmenes se pueden percibir realizando movimientos en el espacio con el ratón. “No son GIF animadas, son piezas 3D animadas creadas especialmente para ser instaladas en un espacio 3D”, indica Fernández. Se refiere a las figuras tridimensionales sin un perfil bien definido de Chris Timms, casi unos hologramas o unas burbujas de líquido flotante y a los irregulares elementos geométricos, como volúmenes en continua mutación, del artistas francés afincado en Barcelona, Françoise Gamma, que reaccionan a los movimientos de ratón del visitante, ofreciendo distintas perspectivas de las piezas. Además de una escultura virtual parecida a una máscara étnica de Kareem Lofty, la selección incluye una interesante pieza del propio comisario. La obra, bautizada New Ruins, consiste en una escultura que recuerda una clásica columna dórica ubicada delante de una serie de instantáneas, que cuelgan de una de las paredes del espacio CERMÂ. Son imágenes extrapoladas del homónimo vídeo de Fernández, algo así como un viaje en la red a través de Google Earth, en busca de las siluetas de monumentos célebres y edificios patrimonio de la humanidad, que el artista ha intervenido visualmente con capas de texturas chillonas y mucha ironía. La pieza se transforma así en una intervención apropiacionista, con la cual el artista devuelve al entorno de la red, imágenes virtuales de objetos reales, de manera acorde a su estilo visual.
Concebido como “un espacio que ocupa una posición fascinante entre la aparición de Internet y la institución cultural”, el CERMÂ fundado por el joven artista alemán Manuel Roßner en 2012, no existe exclusivamente en el universo virtual de Internet, sino que tiene una extensión en el mundo físico, como asociado del centro expositivo Hauptbahnhof Offenbach de Offenbach am Main (Alemania). A menudo las muestras, que ocupan simultáneamente los espacios físico y virtual están vinculadas entre ellas, a través de artistas que exponen sus obras en ambos montajes, pero no es el caso de What we call sculpture, que sólo se presenta online.
“Su nombre es una abreviación de Centre d'art mâtiné, considerando mâtiné como sinónimo del término hybrid, una referencia a los ordenadores que disponen de partes analógicas y digitales y también al significado convencional de matinée, que se atribuye a los eventos que tienen lugar por la mañana. Me imagino los espectadores in pijama y con un buen desayuno, disfrutando de la última exposición del CERM”, confiesa Roßner.
Por lo que se refiere las obras de What we call sculpture y las relaciones espaciales de los modelos virtuales, Roßner destaca que “en realidad el trabajo de Chris Timms era al comienzo una GIF animada, aunque creo que no estamos muy lejos de llamarla también escultura. Por supuesto, usted los ven en una pantalla en dos dimensiones pero hemos aprendido a olvidar eso. Es un poco como viajar por el mundo a través de Google Earth, CERMÂ abre las puertas a un universo nuevo y desconocido. Bueno, tal vez no tan desconocido, ya que una gran parte de la sociedad y sobre todo los jóvenes, están pasando horas en ese tipo de ambientes”, matiza Roßner.
¡Public Sculpture!
No tiene nada que ver con esta muestra, pero nos gustaría recordar una irónica afirmación del artista canadiense Jeremy Bailey, creador de esculturas virtuales a través de la realidad aumentada, “nuestros pueblos son repletos de horribles monumentos que no se puede mover ni eliminar o desplazar, así que yo quiero poder crear esculturas públicas no permanentes. Cualquiera tiene que poder crear y colocar sus propias esculturas públicas virtuales, que por cuanto horribles desaparecerán cuando uno lo desee, así como han aparecido”.
Rigid Bodies
Finalmente lo de CERMÂ es tan sólo la punta del iceberg de una tendencia cada vez más presente en la red, que se caracteriza por la inclinación escultórica de las manifestaciones digitales.
Otro interesante ejemplo es Rigid Bodies, una propuesta del mexicano Alfredo Salazar Caro, artista y escultor que “vive, lucha y trabaja” en Chicago. “Rigid Bodies es una exposición online que me encargó el Art Institute de Chicago. Me pidieron hacer una muestra digital y básicamente, siendo yo un escultor, quise reunir una series de esculturas en 3D y formato GIFs. Para continuar con la idea del GIF como escultura, decidí usar la imagen de una galería física como background pero mantener una funcionalidad similar a la de una página de Tumblr, donde el usuario elije que escultura se integra al espacio visual de la galería”, explica al Silicio, Salazar Caro.
La exhibición, que se inauguró en marzo de 2013, es única y no se repetirá. “Su título hace referencia a un término usado en la creación de videojuegos, que indica la habilidad de un objeto de poder ser alterado por otros objetos en el juego, por ejemplo un jugador moviendo un barril”, matiza Salazar Caro.
La selección reúne piezas de artistas que viven entre Estados Unidos y Alemania, como Nick Kegeyan, LaTurbo Avedon, Anthony Antonellis, Kevin Carey, Sara Ludy, Sua Yoo, Kim Asendorf y el propio Salazar Caro aka TMVRTX, TimeVortex. En su mayoría son GIF animadas y elementos gráficos con aspecto tridimensional que bien se pueden enmarcar en un contexto de escultura.
“Para mí la escultura digital es escultura”, asegura Salazar Caro. “No hay diferencia, sino que simplemente es una evolución de la práctica tradicional. Para mí, si uno tiene que crear algo en tercera dimensión, algo que utiliza el espacio, aunque sea virtual, es escultura. Aunque muchos net.artistas no dicen directamente que su trabajo es pintura, es casi imposible separar la pintura de un JPG o un GIF, simplemente porque son parte de la tradición de composición de imágenes y los net.artistas, como todos los artistas, somos influenciados por una de las formas creativas más antiguas: la pintura”, concluye.
27.5.13
Clip/Stamp/Fold: La Arquitectura Radical de las “little magazines” 196X – 197X, exposición de Beatriz Colomina en el GAM, 7 de junio a 5 de julio de 2013..
Vía Zancada y Plataforma Arquitectura.
El montaje de Clip/Stamp/Fold recopila un conjunto de revistas independientes de arquitectura, (de Europa, Asia, Estados Unidos y Latinoamérica) ubicándolas en una línea de tiempo que arma la historia en un contexto histórico en cuanto al desarrollo del ámbito internacional.
Archigram, Utopie, Megascope y Bau, fueron espacios de vanguardia que activaron nuevos debates y transformaron las prácticas editoriales en el ámbito de la arquitectura y el diseño durante las décadas de los 60s y 70s. Estos y otros títulos, que jugaron un papel clave en la formación de la cultura arquitectónica actual, fueron denominados “little magazines”, término que hace alusión a la proliferación de revistas radicales que surgieron en este periodo y que plantearon la transformación de la arquitectura y de la sociedad, desde la crítica y la cultura pop.
Además de las reproducciones de las revistas, posters y material audiovisual, cuenta con más de treinta burbujas de acrílico que contienen publicaciones originales provenientes de colecciones privadas cuya selección es resultado de una investigación realizada por estudiantes del programa de doctorado Media+Modernity de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Princeton, guiados por su directora, la académica y teórica Beatriz Colomina.
Existe también el libro Clip/Stamp/Fold: The Radical Architecture of Little Magazines, 196X-197X, editado por la misma Colomina junto a Craig Buckley, y con Urtzi Grau como editor de imagen.
Esta muestra ha paseado por Nueva York, Montreal, Kassel, Londres, Oslo, Vancouver, Barcelona, Murcia, Maastrich y Ann Harbor, y ahora visita Santiago. La exposición contempla instancias de debate público y académico, como una serie de foros y la charla inaugural a cargo de Beatriz Colomina.
Además de las veintiocho publicaciones extranjeras, el arquitecto Fernando Portal, responsable de traer la muestra a Chile, junto al también arquitecto Pablo Brugnoli, y la Licenciada en Arte, Andrea Lathrop, han realizado un trabajo de investigación conducente a la inclusión de revistas independientes chilenas y latinoamericanas del mismo periodo. Como parte de la muestra, durante el segundo semestre de este año el equipo de Clip/Stamp/Fold en Chile editará un catálogo recopilando la experiencia de la exposición y la investigación en Latinoamérica, incluyendo entrevistas, y contenido original generado en los foros y en las investigaciones relacionadas.
Clip/Stamp/Fold: La Arquitectura Radical de las “little magazines” 196X – 197X
Dónde: BiblioGAM, Edificio A, Tercer nivel del Centro Gabriela Mistral.
Cuándo: del 07 de junio al 05 de julio.
Horarios: Martes a viernes de 9 a 19 horas. Sábado, domingo y festivos de 11 a 19 horas.
Precios: Liberada.
V Seminario Internacional sobre Cultura Arquitectónica y Publicaciones, 5-6 junio 2013, Campus Lo Contador, Santiago
Vía REVARQ.
En el contexto de la investigación "Experiencias urbanas, transformaciones, planes y proyectos: representaciones en las publicaciones periódicas. Chile 1930-1960" (Fondecyt Regular Nº1110494), liderada por Horacio Torrent; se realizará el V Seminario Internacional de Cultura Arquitectónica y Publicaciones: Ideas y Representaciones de la Tradición Moderna. Este seminario contará con la participación de ponentes nacionales e internacionales de Brasil, España, Alemania, Estados Unidos y Colombia, con el fin de profundizar en las condiciones en la que la arquitectura y la ciudad moderna se expusieron en los medios disciplinares y no disciplinares.
El seminario está siendo organizado por el Centro de Patrimonio Cultural y la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Chile.
El Seminario se realizará los días 5 y 6 de junio desde las 10.30 a 18.30hrs en el Auditorio Sergio Larraín García Moreno en la Facultad de Arquitectura, Diseño y estudios Urbanos, UC.
Los conferencistas serán: Beatriz Colomina, Joaquín Medina Warmburg, Mark Wigley, Claudia Costa Cabral, Renato Anelli, Ricardo Daza, João Sodré, José Manuel Pozo, Rubén Alcolea, Leonel Pérez, Claudio Galeno, Fernando Pérez, Alejandro Crispiani, Horacio Torrent, Hugo Mondragón y Macarena Cortés.
Inscripciones en revarq.fondecyt@gmail.com.
* Esta actividad cuenta con el apoyo de CONICYT, Departamento de Relaciones Internacionales, Concurso Apoyo a la formación de redes internacionales entre centros de investigación Convocatoria 2012, Redes-120046 y Vicerrectoría Académica, UC.
En el contexto de la investigación "Experiencias urbanas, transformaciones, planes y proyectos: representaciones en las publicaciones periódicas. Chile 1930-1960" (Fondecyt Regular Nº1110494), liderada por Horacio Torrent; se realizará el V Seminario Internacional de Cultura Arquitectónica y Publicaciones: Ideas y Representaciones de la Tradición Moderna. Este seminario contará con la participación de ponentes nacionales e internacionales de Brasil, España, Alemania, Estados Unidos y Colombia, con el fin de profundizar en las condiciones en la que la arquitectura y la ciudad moderna se expusieron en los medios disciplinares y no disciplinares.
El seminario está siendo organizado por el Centro de Patrimonio Cultural y la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Chile.
El Seminario se realizará los días 5 y 6 de junio desde las 10.30 a 18.30hrs en el Auditorio Sergio Larraín García Moreno en la Facultad de Arquitectura, Diseño y estudios Urbanos, UC.
Los conferencistas serán: Beatriz Colomina, Joaquín Medina Warmburg, Mark Wigley, Claudia Costa Cabral, Renato Anelli, Ricardo Daza, João Sodré, José Manuel Pozo, Rubén Alcolea, Leonel Pérez, Claudio Galeno, Fernando Pérez, Alejandro Crispiani, Horacio Torrent, Hugo Mondragón y Macarena Cortés.
Inscripciones en revarq.fondecyt@gmail.com.
* Esta actividad cuenta con el apoyo de CONICYT, Departamento de Relaciones Internacionales, Concurso Apoyo a la formación de redes internacionales entre centros de investigación Convocatoria 2012, Redes-120046 y Vicerrectoría Académica, UC.
26.5.13
Jesus Bermejo y el Edificio Copelec en Chillán, sobre la reconversión en Museo Eléctrico y centro cultural
Vía La Discusión.
Arquitecto de Edificio Copelec: “Nos pidieron un edificio que tuviera luz, sol, color y gran originalidad”
Publicado el Domingo, 19 Mayo 2013 01:19
Escrito por Carolina Marcos
“Estoy contento con la noticia”. Esta es la primera frase que lanza Jesús Bermejo desde España al referirse a la decisión de los ejecutivos de Copelec de reconvertir el edificio y crear un museo eléctrico y un centro cultural abierto a la comunidad.
La buena nueva llegó de la mano de los tantos amigos que Jesús Bermejo dejó en Chile y a través de su correo electrónico. Se siente parte de esta decisión porque en su última visita en el 2012 se había planteado la posibilidad a los ejecutivos y personeros del Consejo de Monumentos que Bermejo conoce muy bien.
Nació en España en 1928 y entró a estudiar Arquitectura en ese país en la década de los cuarenta. Es ahí donde conoce a los arquitectos chilenos Isidro Suárez y Juan Borchers, quienes lo invitan a Sudamérica. “Yo estaba estudiando Arquitectura en Madrid cuando conocí a Isidro y Borchers. La enseñanza era muy academicista y un poco reaccionaria en la escuela donde yo estaba. Ellos me convencieron de ir a Argentina, a una escuela en la Provincia de Tucumán que luego se desarmó. Ahí trabajé proyectando un hospital y una casa de retiro. Luego me vine a Chile para trabajar con Isidro y Juan, me quedé y con ellos hicimos luego el proyecto de un fundo en la costa, al norte de Cartagena”, recuerda al otro lado del teléfono, como si fuera ayer.
Y no sólo eso. Además del edificio de la Copelec, el trío se hizo cargo de otras obras como la Casa Meneses, y el proyecto para el concurso del Centre Pompidou. En 1962 inicia junto a sus compañeros (ambos ya fallecidos) la edificación de Copelec. Once años más tarde, en 1973, se devolvió a España porque su madre había fallecido. Estando allá, vino el golpe de Estado chileno y no pudo regresar. Durante las últimas décadas trabajó en la Universidad Politécnica de Madrid y fue director de proyectos de esa casa de estudios hasta que se jubiló hace algún tiempo. Actualmente hace cátedra en la Universidad Alfonso El Sabio de ese país y aunque no se afincó en nuestro país, mantiene un departamento en Santiago porque todos los años pasa una temporada aquí. Este 2013, planea regresar en julio y una nueva visita a Chillán es uno de los puntos que más emocionado lo tiene.
-¿Qué le pareció la noticia de la pronta reconversión del edificio?
-No lo sabía. Unos amigos de Chile me enviaron la nota aparecida en su diario. El año pasado fui hasta Chillán con el director del Consejo de Monumentos Nacionales, Emilio de la Cerda; y el arquitecto Rodrigo de la Cruz. Fuimos con el gerente Patricio Lagos y el director Manuel Bello a visitar el edificio. En ese momento se habló la posibilidad de completarlo y hacer de él un lugar más habitable. Me tomé la noticia muy contento.
-¿En qué condiciones se encuentra el edificio a raíz de lo que usted pudo ver el año pasado?
-No está tan destruido como yo pensaba. Hay que limpiar, mejorar la habitabilidad y completarlo con la construcción de un estanque de agua en el exterior. Se trata de un espejo de agua de 30 centímetros de profundidad, no es para ahogar a nadie. Esto se proyectó con la intención de que el edificio se refleje y se despliegue. Estaba en el proyecto original, pero no lo terminamos. Pensamos que podríamos regresar en otro momento y hacerlo, pero nunca se dio la oportunidad.
-¿Cómo se involucra con la construcción del edificio en Chillán?
-En la década de los cincuenta, yo me encontraba dibujando en el estudio de Isidro. Su hermano había sido ministro de Agricultura del Presidente Ibáñez, eso lo recuerdo nítidamente. Estaba yo dibujando y un día llegó al estudio la gente de Copelec. Nunca se me va a olvidar el encargo que nos hicieron. Ellos dejaron en claro que querían luz, sol, color y gran originalidad. Luego, se sumó Borchers quien estaba en Europa. Él se encargo de dirigir la obra por carta en una primera etapa.
-¿Cómo nace la inspiración al momento de ejecutar los planos?
-Fue saliendo de a poco. Trabajamos sobre esquemas, principios, pilares. Queríamos que el cruce de vigas quedara perfecto, que los muros fueran curvos, darle un sentido de este a oeste para que soportara los esfuerzos de los sismos. Sabíamos que con su forma lograríamos una edificación transparente.
-¿Cuánto tiempo se trabajó?
-El proyecto se planteó en septiembre de 1962. En el invierno de 1963 hicimos el forjado y la losa. Las obras se detuvieron en 1964. Estaba más o menos hábil y quedó ahí. Faltó el estanque, una pasarela que sale del piso de arriba para el acceso y una pantalla para separar los talleres que se encuentran al fondo.
-¿La idea fue siempre dejar la obra gruesa expuesta?
-Sí, porque en sí mismo el hormigón es muy expresivo. En aquella época las obras más interesantes eran así.
-¿Es verdad que trabajaron de noche?
-Dos veces. Fue cuando hicimos la losa. Queríamos hacerla de una vez y para esto nos quedamos toda la noche. Recuerdo que era invierno y necesitábamos que el hormigón fraguara, pero teníamos una temperatura bajo cero. Ahí calentábamos agua para mantener el hormigón húmedo. Y un verano, llamamos a los bomberos para que lo mojaran gracias a que uno de los funcionarios de Copelec pertenecía al Cuerpo de Bomberos. Preguntó si necesitábamos agua en cantidad y él mismo se encargó de llamar a sus compañeros.
-¿Copelec es su obra más importante?
-Yo pienso que sí respecto a mí. Es una obra que se ha expuesto hasta en Arabia Saudita. Aquí en España se hizo conocida cuando se publicaron algunas fotos en la Revista Hogar y Arquitectura.
De España a Chillán
-¿Cómo fue su estadía en Chillán?
-Todos fueron muy amables. Había una cafetería en una esquina que pertenecía a un señor que tenía unas hijas. Ahí comíamos y siempre recuerdo que este señor no tenía permiso para vender bebidas alcohólicas, así es que nos daba Coca Cola y Ginger Ale (que en el fondo era vino tinto y blanco, respectivamente). Espero que diciendo esto ahora no le den una multa (risas).
-Chillán en materia arquitectónica tiene mucho qué contar ¿Cuán importante fue la reconstrucción post terremoto de 1939?
-Cuando llegamos a Chillán, hace poco habían entregado la Catedral. En aquella época era una ciudad muy distinta a lo que es actualmente. Ha cambiado mucho. Recuerdo que vivir allá era atractivo porque todos tenían muy buena voluntad. Los mismos obreros del edificio eran empleados de Copelec y ellos demostraron mucho interés por el trabajo que se desarrolló porque en el fondo lo hicimos con muy pocos medios y recursos. No teníamos ni grúa y un chofer de la cooperativa inventó una para nosotros. Había una especie de afán de reconstrucción. Yo entiendo que esa etapa fue muy importante a través de las obras como la misma Catedral. Hay que ver lo que ocurre en otros lugares, por ejemplo en Japón, en donde también tiembla mucho y las técnicas se van perfeccionando cada vez más.
-¿Cuánto cobraron por las obras en Copelec?
-No lo recuerdo, no debe haber sido mucho tampoco.
-Si lo llaman para terminar las obras y encabezar la restauración ¿estaría dispuesto a colaborar?
-Encantado asumiría ese desafío.
Compañeros de vida y pasión
Fue Borchers quien comenzó a empaparse de los principios de la arquitectura moderna desde la Universidad de Chile, en donde estudiaba. Su postura ante la exigencia urgente de un cambio de planes metodológicos para la enseñanza de la carrera que le quitaba el sueño le valió la expulsión de la universidad. Siete años más tarde, lo dejaron regresar para obtener el título universitario.
Durante ese tiempo se dedicó a viajar por el mundo y a escribir varios manifiestos en donde deja entrever su postura modernista, sobre todo después de conocer a Le Corbusier en París, en 1938. En España, no sólo comienza a investigar la Teoría de la Arquitectura, sino que además, conoce a su gran colaborador, Jesús Bermejo. Junto a él y a su coterráneo puntarenense, Isidro Suárez, da vida al Taller Borchers, el que se dedicaría por varios años a levantar edificaciones especiales bajo los preceptos modernistas y funcionales.
Borchers falleció en 1975 a consecuencia de un ataque cardíaco, y muchas de sus obras fueron editadas en forma póstuma
25.5.13
Hora Estándar del Pacífico Presenta: Arquitectura Moderna en L.A.
Vía Form and Landscape y Phaidon (Modernist LA brought to life in online exhibition).
William Deverell y Greg Hise
Apenas concluido Hora Estándar del Pacífico (Pacific Standard Time, PST) —un proyecto de colaboración con un éxito sin precedentes con exposiciones, programas públicos y publicaciones que hicieron un inventario intelectual y estético de los artistas y la escena y producción artística del sur de California de casi toda la época posterior a la Segunda Guerra Mundial—, el Getty puso en marcha una iniciativa más centrada en la arquitectura de la época. Uno de los ambiciosos objetivos de Hora Estándar del Pacífico Presenta: Arquitectura Moderna en L.A. (Pacific Standard Time Presents: Modern Architecture in L.A.) es ofrecer una explicación colectiva detallada de "cómo la ciudad se hizo moderna". Para PST, el Getty trabajó en colaboración con decenas de instituciones culturales y educativas para ofrecer una selección ecléctica y variada de exposiciones y programas. La combinación de la mágica pericia institucional y concediendo subvenciones, propia del liderazgo del Getty, y de la financiación y la libertad provenientes de otros entornos funcionaron a la perfección. Tanto por su magnitud como por la importancia de lo aportado, esta amalgama de reflexión erudita y programación pública revolucionó nuestra comprensión colectiva del mundo del arte regional de cuatro o cinco décadas del siglo XX. Hora Estándar del Pacífico Presenta (PSTP, por sus siglas en inglés) se apoya y basa en ese considerable ímpetu. Y ahí es donde entra en escena esta exposición fotográfica en línea.
Llevamos más de una década trabajando en colaboración en una miríada de maneras. Nuestros intereses académicos se complementan entre sí, la curiosidad que compartimos sobre la historia de Los Ángeles garantiza que siempre tengamos algo de qué hablar. No nos costó mucho identificar qué rumbo tomaríamos cuando surgió la oportunidad de contribuir a PSTP con nuestro deseo de entender mejor el paisaje construido de una ciudad moderna. A pesar de que consideramos brevemente otras maneras de investigar la forma y el paisaje en el Los Ángeles del siglo XX, bastó una somera deliberación para que no quedara duda del camino hacia el que más nos inclinamos a tomar y el más imperioso. Fue ese camino el que nos condujo a la Biblioteca Huntington, a una colosal colección fotográfica. El archivo Southern California Edison (SCE) cuenta con nada más y nada menos que 70,000 imágenes de entre finales del siglo XIX y comienzos de la década de los setenta del siglo XX, que se pueden consultar en hdl.huntington.org. La colección es al mismo tiempo un registro de la electrificación de la cuenca de Los Ángeles y —tal y como demuestran con gran acierto los ensayos que constituyen esta colección— una narrativa visual del cambio que se da en y sobre los paisajes erigidos en la zona metropolitana de Los Ángeles durante tres o cuatro generaciones clave de expansión metropolitana explosiva. Según observa el comentario descriptivo de Huntington, el archivo retrata decenas de proyectos de Edison al igual que "reuniones de empleados; vistas de calles; carteles; la industria de la agricultura, entre otras; exposiciones; pequeñas empresas; instalaciones deportivas y recreativas; enseres eléctricos; esfuerzos colectivos educativos y promocionales; anuncios; el desarrollo suburbano, entre otros muchos temas. En suma, el archivo nos muestra una visión propia del siglo XX de un mejor estilo de vida gracias a la electrificación". Todo esto queda demostrado a simple vista, en 70,000 ocasiones. La gama visual recorre todo el espectro que va desde lo prosaico hasta lo innegablemente extraño y todo lo que esta recoge en su camino.
Como directores del proyecto, tuvimos la placentera tarea de elegir a los comisarios de la exposición: pensadores, eruditos, artistas y escritores con una curiosidad sobre los paisajes construidos del área metropolitana de Los Ángeles que los ha llevado a vagar por la imaginería absorbente del archivo. Nuestras instrucciones fueron deliberadamente laxas, incluso vagas: exploren el archivo con un tema en mente y algunas ideas previas; busquen por palabras clave, busquen por fechas, busquen por fotógrafos, busquen como más les guste; recopilen una colección pequeña de entre veinte y treinta imágenes y escriban un ensayo al respecto (en forma de narración, pies de foto, incluso ficción). En conjunto, creemos que nuestros casi veinte ensayos logran su cometido notablemente bien destacando la escala, el ritmo y el impacto del cambio infraestructural en los paisajes del Los Ángeles moderno y, al mismo tiempo, ofreciéndonos pistas del ámbito, la profundidad y el alcance de un archivo visual asombroso que nos hacen querer conocer más al respecto. Si los visitantes deciden explorar las vías temáticas trazadas por estas exposiciones, contaremos con un barómetro del éxito del proyecto.
El archivo llegó a Huntington hace unos siete años como regalo de Edison International, la empresa matriz de Southern California Edison. Incluía decenas de miles de negativos y una cantidad similar de fotos en blanco y negro (además de cientos de rollos de películas y el posterior regalo de materiales documentales y audiovisuales). A continuación, durante varios años, la colección se estuvo reorganizando y digitalizando por completo. A medida que sucedía todo esto, poco a poco se iba descubriendo la naturaleza seductora del archivo. Cuando Los Angeles Times le pidió a Greg Hise que comentara acerca de la colección para uno de sus artículos, este reflexionó sobre la variedad que desplegaba el archivo cubriendo documentación y temas regionales. La colección, definitivamente, era un inmenso registro visual de la electrificación. Sin embargo, también era mucho más que eso. "Como suele ser el caso," dijo Hise, "uno cree estar haciendo una colección de una cosa, y resulta que la colección acaba siendo útil de maneras que nunca se le habrían ocurrido".[FN1]
La electrificación agresiva de la zona metropolitana de Los Ángeles comenzó a acelerar a finales del siglo XIX, adelantándosele a la mayoría de las ciudades en Estados Unidos. Sin acceso a carbón de alta calidad a precios competitivos, los dueños de industrias, magnates de la industria locomotora, comerciantes y otros empresarios que querían lucrarse del crecimiento urbano y suburbano sostenido en el sur de California decidieron invertir en fuentes alternativas de energía para sus fábricas, tiendas, casas y los servicios urbanos esenciales, como el alumbrado en las calles. La profusa generación de electricidad de Southern California Edison y sus antecesores convirtió al área metropolitana de Los Ángeles en un líder mundial en infraestructura electrificada. Los hitos del comienzo de este desarrollo incluyen un tendido eléctrico de casi cien millas (la longitud récord de la época) que cubría el eje completo de la cuenca, de este a oeste; y el tendido eléctrico de mayor voltaje del mundo, que transportaba energía hidroeléctrica del norte de Los Ángeles a la ciudad. Aunque no se trataba del primer proveedor de de electricidad de la región, para principios del siglo XX Edison, en efecto, se había convertido en el más grande e importante (tal y como el archivo nos revela tan eficazmente).
Una ruta interpretativa a través de la colección buscaría responder qué quiso presentar Edison como logros; cómo presentó sus resultados a financieros y accionistas, a funcionarios estatales, municipales y del condado, y a sus abonados; y cómo documentaban sus éxitos los directores, técnicos y demás encargados de Edison. En otras palabras, ¿cómo relató Edison su propia historia fotográficamente?
El registro documental nos narra una historia de mejor calidad de vida, mejoras y desarrollo espiritual, todo ello posible gracias al poder de la electricidad —u oro blanco, el término que usaba la compañía para su producto—. Sus partidarios hablaban con fervor de la oportunidad que resultaba de un suministro regular de electricidad y del beneficio que este supondría para una gran cantidad de personas. Un acceso fácil al oro blanco se traducía en horarios extendidos de trabajo productivo, mayor calidad del tiempo de ocio y más seguridad al desplazarse a pie, en transporte público o en auto dentro del área de cobertura de la compañía. Se nos cuenta la historia de una empresa privada que aumenta el bienestar individual y colectivo y que, al hacerlo, contribuye al bien común eliminando el humo de la manufactura, haciendo que los empleados, tanto asalariados como domésticos, sean más eficientes, aumentando la seguridad y disminuyendo la delincuencia, y mejorando la salud.
Otras fotos nos cuentan historias de la empresa comercial y cómo la electricidad, en concreto la iluminación eléctrica, promovería los comercios pequeños y las transacciones de negocios a menor escala en un mercado de vendedores y compradores. Una vez más, vemos cómo la luz artificial alarga las horas del día en las que se pueden llevar a cabo actividades comerciales. Igual de importante era que la instalación de iluminación prestara especial atención a su efecto para que un objeto se destacara entre los demás y fuera más atractivo, llamando la atención del consumidor y aumentando así su venta. Observamos cómo se usa la iluminación para promover un producto en las fotos de vitrinas. Las vistas interiores de la mercancía y su exhibición ilustran las consecuencias de la iluminación, especialmente la iluminación nocturna, para la venta de los productos tanto de uso diario (alimentos, ropa, enseres) como suntuarios (una cena en un restaurante, joyería, autos). En el informe de 1928 a los accionistas, el agente general de Edison destacaba el aumento en el uso de "las bombillas luminiscentes Claude Neon en expositores comerciales", un tipo de letrero que demostraba ser útil tanto durante el día como durante la noche. De esto se deduce fácilmente que las luces de neón se había convertido en un "artículo de consumo importante", digno de mención ese año y en futuros informes.[FN2]
Los informes anuales de Edison hacen referencia, en repetidas ocasiones, al éxito cada vez mayor en la venta de enseres a los clientes de la compañía y a la creciente dependencia de esta de la venta de la electricidad para alimentar "refrigeradores, fogones y calentadores, entre otros enseres". En 1912 el agente general informó que se habían vendido 30,000 enseres a través del departamento de ventas de la compañía y de otros concesionarios afiliados. Para impulsar las ventas, la compañía creó una filial financiera, Southwest Acceptance Corporation. El acceso a capital "a través de convenientes planes de pago diferidos" facilitaría, y facilitó, “la compra por parte de los consumidores de los enseres eléctricos más grandes" que acabarían siendo para los consumidores "necesidades eléctricas del hogar".[FN3] Podemos encontrar la presentación atractiva que se les daba a estos aparatos en las salas de exposición, cocinas modelo y casas modernas que figuran en la colección.
Edison contrató a fotógrafos para registrar los procesos de generación de electricidad y su distribución a uno y otro confín. Estas tareas dieron lugar a un registro de diques, tendidos eléctricos y centrales eléctricas, al igual que del diseño y la construcción de subestaciones y centros de transformación. Estos dos últimos fueron estructuras y espacios fundamentales y ubicuos, parte del paisaje urbano del día a día de Los Ángeles que tantas veces se pasa por alto al describir el entorno construido de la región. Igual de significativas para la exposición son las miles de fotos que ilustran los usos que se le dieron a la electricidad. Las vitrinas iluminadas, las luminosas marquesinas (estructuras sobre las entradas de teatros y cines donde se anuncian los espectáculos y las películas) y los anuncios en luces de neón se convirtieron en emblemas visuales de la ciudad moderna. El número creciente de personas para quienes la compra de una vivienda se hizo realidad durante la expansión de la construcción en masa en grandes extensiones de terreno por todo el sur de California que se dio en la posguerra se benefició del oro blanco de Edison. Los enseres eléctricos para cocinar, limpiar y facilitar las labores del hogar se convirtieron en comodidades estándar.
Los fotógrafos de Edison registraron todo esto: este archivo es una evidencia visual de la urbanización, la producción, el consumo y la abundancia. Así pues, el archivo permite tanto a los investigadores como al público interesado vislumbrar de manera excepcional y aparentemente exhaustiva una sociedad de posguerra que reconstruye su historia cultural y social. Se revelan las sutilezas y los cruces de diseño, la cultura material y el uso cotidiano del espacio interior en el seno de los confines de la ciudad, de los suburbios, de los apartamentos, de las casas de construcción en serie y de los espacios abiertos. Liberadas de sus orígenes y funciones iniciales como registros corporativos, las imágenes tienen una resonancia estética y poder propios.
Al igual que Hora Estándar del Pacífico Presenta, la iniciativa global a la que contribuye Forma y Paisaje (Form and Landscape), este archivo digital es fruto de un trabajo de colaboración. En el Getty, Anne Helmreich, Kathleen Johnson y Wim de Wit fueron los contactos principales en un equipo que ayudó a darle forma al proyecto, aconsejó a sus directores y permitió que avanzáramos. La Biblioteca Huntington fue el cimiento de este proyecto; nos beneficiamos de la asesoría y la maestría de colegas en Recaudación de Fondos, con mención especial a Kristy Peters; en Relaciones Públicas, especialmente Thea Page y Matt Stevens; y, a quienes más debemos nuestro éxito, de Erin Chase, comisaria asistente del Departamento de Arquitectura y Fotografías y Brian Moeller, coordinador de Servicios de Fotos. El equipo de comisarios que robó tiempo a otros proyectos para explorar el archivo Edison, reflexionar acerca de lo encontrado y redactar ensayos cuenta con nuestra admiración y nuestro agradecimiento por su excelente trabajo.
La diseñadora de proyectos Kris Mun creó una atractiva página web acorde con el proyecto y manejó, con gran destreza, todos los aspectos estéticos y técnicos necesarios para presentar y mantener Forma y Paisaje. Jessica Kim, becaria posdoctoral del Huntington-USC Institute on California and the West (ICW), contribuyó de manera significativa a la gestión del proyecto, además de crear una exposición que examina los "Paisajes gastronómicos". Agradecemos a los programas públicos asociados a los socios institucionales: la Biblioteca Huntington, la Biblioteca Doheny (de la Universidad del Sur de California, USC) y la Biblioteca Central de Pasadena.
1 Larry Gordon, “Huntington Library Receives an Electrifying Donation,” Los Angeles Times, October 6, 2006. [GORDON, Larry, "Huntington Library Receives an Electrifying Donation", Los Angeles Times, 6 de octubre de 2006.]
2 Southern California Edison, Annual Report 1912: 15. [Southern California Edison, Annual Report 1912, p. 15.]
3 Southern California Edison, Annual Report 1925: 25. [Southern California Edison, Annual Report 1925, p. 25.]
William Deverell y Greg Hise
Apenas concluido Hora Estándar del Pacífico (Pacific Standard Time, PST) —un proyecto de colaboración con un éxito sin precedentes con exposiciones, programas públicos y publicaciones que hicieron un inventario intelectual y estético de los artistas y la escena y producción artística del sur de California de casi toda la época posterior a la Segunda Guerra Mundial—, el Getty puso en marcha una iniciativa más centrada en la arquitectura de la época. Uno de los ambiciosos objetivos de Hora Estándar del Pacífico Presenta: Arquitectura Moderna en L.A. (Pacific Standard Time Presents: Modern Architecture in L.A.) es ofrecer una explicación colectiva detallada de "cómo la ciudad se hizo moderna". Para PST, el Getty trabajó en colaboración con decenas de instituciones culturales y educativas para ofrecer una selección ecléctica y variada de exposiciones y programas. La combinación de la mágica pericia institucional y concediendo subvenciones, propia del liderazgo del Getty, y de la financiación y la libertad provenientes de otros entornos funcionaron a la perfección. Tanto por su magnitud como por la importancia de lo aportado, esta amalgama de reflexión erudita y programación pública revolucionó nuestra comprensión colectiva del mundo del arte regional de cuatro o cinco décadas del siglo XX. Hora Estándar del Pacífico Presenta (PSTP, por sus siglas en inglés) se apoya y basa en ese considerable ímpetu. Y ahí es donde entra en escena esta exposición fotográfica en línea.
Llevamos más de una década trabajando en colaboración en una miríada de maneras. Nuestros intereses académicos se complementan entre sí, la curiosidad que compartimos sobre la historia de Los Ángeles garantiza que siempre tengamos algo de qué hablar. No nos costó mucho identificar qué rumbo tomaríamos cuando surgió la oportunidad de contribuir a PSTP con nuestro deseo de entender mejor el paisaje construido de una ciudad moderna. A pesar de que consideramos brevemente otras maneras de investigar la forma y el paisaje en el Los Ángeles del siglo XX, bastó una somera deliberación para que no quedara duda del camino hacia el que más nos inclinamos a tomar y el más imperioso. Fue ese camino el que nos condujo a la Biblioteca Huntington, a una colosal colección fotográfica. El archivo Southern California Edison (SCE) cuenta con nada más y nada menos que 70,000 imágenes de entre finales del siglo XIX y comienzos de la década de los setenta del siglo XX, que se pueden consultar en hdl.huntington.org. La colección es al mismo tiempo un registro de la electrificación de la cuenca de Los Ángeles y —tal y como demuestran con gran acierto los ensayos que constituyen esta colección— una narrativa visual del cambio que se da en y sobre los paisajes erigidos en la zona metropolitana de Los Ángeles durante tres o cuatro generaciones clave de expansión metropolitana explosiva. Según observa el comentario descriptivo de Huntington, el archivo retrata decenas de proyectos de Edison al igual que "reuniones de empleados; vistas de calles; carteles; la industria de la agricultura, entre otras; exposiciones; pequeñas empresas; instalaciones deportivas y recreativas; enseres eléctricos; esfuerzos colectivos educativos y promocionales; anuncios; el desarrollo suburbano, entre otros muchos temas. En suma, el archivo nos muestra una visión propia del siglo XX de un mejor estilo de vida gracias a la electrificación". Todo esto queda demostrado a simple vista, en 70,000 ocasiones. La gama visual recorre todo el espectro que va desde lo prosaico hasta lo innegablemente extraño y todo lo que esta recoge en su camino.
Como directores del proyecto, tuvimos la placentera tarea de elegir a los comisarios de la exposición: pensadores, eruditos, artistas y escritores con una curiosidad sobre los paisajes construidos del área metropolitana de Los Ángeles que los ha llevado a vagar por la imaginería absorbente del archivo. Nuestras instrucciones fueron deliberadamente laxas, incluso vagas: exploren el archivo con un tema en mente y algunas ideas previas; busquen por palabras clave, busquen por fechas, busquen por fotógrafos, busquen como más les guste; recopilen una colección pequeña de entre veinte y treinta imágenes y escriban un ensayo al respecto (en forma de narración, pies de foto, incluso ficción). En conjunto, creemos que nuestros casi veinte ensayos logran su cometido notablemente bien destacando la escala, el ritmo y el impacto del cambio infraestructural en los paisajes del Los Ángeles moderno y, al mismo tiempo, ofreciéndonos pistas del ámbito, la profundidad y el alcance de un archivo visual asombroso que nos hacen querer conocer más al respecto. Si los visitantes deciden explorar las vías temáticas trazadas por estas exposiciones, contaremos con un barómetro del éxito del proyecto.
El archivo llegó a Huntington hace unos siete años como regalo de Edison International, la empresa matriz de Southern California Edison. Incluía decenas de miles de negativos y una cantidad similar de fotos en blanco y negro (además de cientos de rollos de películas y el posterior regalo de materiales documentales y audiovisuales). A continuación, durante varios años, la colección se estuvo reorganizando y digitalizando por completo. A medida que sucedía todo esto, poco a poco se iba descubriendo la naturaleza seductora del archivo. Cuando Los Angeles Times le pidió a Greg Hise que comentara acerca de la colección para uno de sus artículos, este reflexionó sobre la variedad que desplegaba el archivo cubriendo documentación y temas regionales. La colección, definitivamente, era un inmenso registro visual de la electrificación. Sin embargo, también era mucho más que eso. "Como suele ser el caso," dijo Hise, "uno cree estar haciendo una colección de una cosa, y resulta que la colección acaba siendo útil de maneras que nunca se le habrían ocurrido".[FN1]
La electrificación agresiva de la zona metropolitana de Los Ángeles comenzó a acelerar a finales del siglo XIX, adelantándosele a la mayoría de las ciudades en Estados Unidos. Sin acceso a carbón de alta calidad a precios competitivos, los dueños de industrias, magnates de la industria locomotora, comerciantes y otros empresarios que querían lucrarse del crecimiento urbano y suburbano sostenido en el sur de California decidieron invertir en fuentes alternativas de energía para sus fábricas, tiendas, casas y los servicios urbanos esenciales, como el alumbrado en las calles. La profusa generación de electricidad de Southern California Edison y sus antecesores convirtió al área metropolitana de Los Ángeles en un líder mundial en infraestructura electrificada. Los hitos del comienzo de este desarrollo incluyen un tendido eléctrico de casi cien millas (la longitud récord de la época) que cubría el eje completo de la cuenca, de este a oeste; y el tendido eléctrico de mayor voltaje del mundo, que transportaba energía hidroeléctrica del norte de Los Ángeles a la ciudad. Aunque no se trataba del primer proveedor de de electricidad de la región, para principios del siglo XX Edison, en efecto, se había convertido en el más grande e importante (tal y como el archivo nos revela tan eficazmente).
Una ruta interpretativa a través de la colección buscaría responder qué quiso presentar Edison como logros; cómo presentó sus resultados a financieros y accionistas, a funcionarios estatales, municipales y del condado, y a sus abonados; y cómo documentaban sus éxitos los directores, técnicos y demás encargados de Edison. En otras palabras, ¿cómo relató Edison su propia historia fotográficamente?
El registro documental nos narra una historia de mejor calidad de vida, mejoras y desarrollo espiritual, todo ello posible gracias al poder de la electricidad —u oro blanco, el término que usaba la compañía para su producto—. Sus partidarios hablaban con fervor de la oportunidad que resultaba de un suministro regular de electricidad y del beneficio que este supondría para una gran cantidad de personas. Un acceso fácil al oro blanco se traducía en horarios extendidos de trabajo productivo, mayor calidad del tiempo de ocio y más seguridad al desplazarse a pie, en transporte público o en auto dentro del área de cobertura de la compañía. Se nos cuenta la historia de una empresa privada que aumenta el bienestar individual y colectivo y que, al hacerlo, contribuye al bien común eliminando el humo de la manufactura, haciendo que los empleados, tanto asalariados como domésticos, sean más eficientes, aumentando la seguridad y disminuyendo la delincuencia, y mejorando la salud.
Otras fotos nos cuentan historias de la empresa comercial y cómo la electricidad, en concreto la iluminación eléctrica, promovería los comercios pequeños y las transacciones de negocios a menor escala en un mercado de vendedores y compradores. Una vez más, vemos cómo la luz artificial alarga las horas del día en las que se pueden llevar a cabo actividades comerciales. Igual de importante era que la instalación de iluminación prestara especial atención a su efecto para que un objeto se destacara entre los demás y fuera más atractivo, llamando la atención del consumidor y aumentando así su venta. Observamos cómo se usa la iluminación para promover un producto en las fotos de vitrinas. Las vistas interiores de la mercancía y su exhibición ilustran las consecuencias de la iluminación, especialmente la iluminación nocturna, para la venta de los productos tanto de uso diario (alimentos, ropa, enseres) como suntuarios (una cena en un restaurante, joyería, autos). En el informe de 1928 a los accionistas, el agente general de Edison destacaba el aumento en el uso de "las bombillas luminiscentes Claude Neon en expositores comerciales", un tipo de letrero que demostraba ser útil tanto durante el día como durante la noche. De esto se deduce fácilmente que las luces de neón se había convertido en un "artículo de consumo importante", digno de mención ese año y en futuros informes.[FN2]
Los informes anuales de Edison hacen referencia, en repetidas ocasiones, al éxito cada vez mayor en la venta de enseres a los clientes de la compañía y a la creciente dependencia de esta de la venta de la electricidad para alimentar "refrigeradores, fogones y calentadores, entre otros enseres". En 1912 el agente general informó que se habían vendido 30,000 enseres a través del departamento de ventas de la compañía y de otros concesionarios afiliados. Para impulsar las ventas, la compañía creó una filial financiera, Southwest Acceptance Corporation. El acceso a capital "a través de convenientes planes de pago diferidos" facilitaría, y facilitó, “la compra por parte de los consumidores de los enseres eléctricos más grandes" que acabarían siendo para los consumidores "necesidades eléctricas del hogar".[FN3] Podemos encontrar la presentación atractiva que se les daba a estos aparatos en las salas de exposición, cocinas modelo y casas modernas que figuran en la colección.
Edison contrató a fotógrafos para registrar los procesos de generación de electricidad y su distribución a uno y otro confín. Estas tareas dieron lugar a un registro de diques, tendidos eléctricos y centrales eléctricas, al igual que del diseño y la construcción de subestaciones y centros de transformación. Estos dos últimos fueron estructuras y espacios fundamentales y ubicuos, parte del paisaje urbano del día a día de Los Ángeles que tantas veces se pasa por alto al describir el entorno construido de la región. Igual de significativas para la exposición son las miles de fotos que ilustran los usos que se le dieron a la electricidad. Las vitrinas iluminadas, las luminosas marquesinas (estructuras sobre las entradas de teatros y cines donde se anuncian los espectáculos y las películas) y los anuncios en luces de neón se convirtieron en emblemas visuales de la ciudad moderna. El número creciente de personas para quienes la compra de una vivienda se hizo realidad durante la expansión de la construcción en masa en grandes extensiones de terreno por todo el sur de California que se dio en la posguerra se benefició del oro blanco de Edison. Los enseres eléctricos para cocinar, limpiar y facilitar las labores del hogar se convirtieron en comodidades estándar.
Los fotógrafos de Edison registraron todo esto: este archivo es una evidencia visual de la urbanización, la producción, el consumo y la abundancia. Así pues, el archivo permite tanto a los investigadores como al público interesado vislumbrar de manera excepcional y aparentemente exhaustiva una sociedad de posguerra que reconstruye su historia cultural y social. Se revelan las sutilezas y los cruces de diseño, la cultura material y el uso cotidiano del espacio interior en el seno de los confines de la ciudad, de los suburbios, de los apartamentos, de las casas de construcción en serie y de los espacios abiertos. Liberadas de sus orígenes y funciones iniciales como registros corporativos, las imágenes tienen una resonancia estética y poder propios.
Al igual que Hora Estándar del Pacífico Presenta, la iniciativa global a la que contribuye Forma y Paisaje (Form and Landscape), este archivo digital es fruto de un trabajo de colaboración. En el Getty, Anne Helmreich, Kathleen Johnson y Wim de Wit fueron los contactos principales en un equipo que ayudó a darle forma al proyecto, aconsejó a sus directores y permitió que avanzáramos. La Biblioteca Huntington fue el cimiento de este proyecto; nos beneficiamos de la asesoría y la maestría de colegas en Recaudación de Fondos, con mención especial a Kristy Peters; en Relaciones Públicas, especialmente Thea Page y Matt Stevens; y, a quienes más debemos nuestro éxito, de Erin Chase, comisaria asistente del Departamento de Arquitectura y Fotografías y Brian Moeller, coordinador de Servicios de Fotos. El equipo de comisarios que robó tiempo a otros proyectos para explorar el archivo Edison, reflexionar acerca de lo encontrado y redactar ensayos cuenta con nuestra admiración y nuestro agradecimiento por su excelente trabajo.
La diseñadora de proyectos Kris Mun creó una atractiva página web acorde con el proyecto y manejó, con gran destreza, todos los aspectos estéticos y técnicos necesarios para presentar y mantener Forma y Paisaje. Jessica Kim, becaria posdoctoral del Huntington-USC Institute on California and the West (ICW), contribuyó de manera significativa a la gestión del proyecto, además de crear una exposición que examina los "Paisajes gastronómicos". Agradecemos a los programas públicos asociados a los socios institucionales: la Biblioteca Huntington, la Biblioteca Doheny (de la Universidad del Sur de California, USC) y la Biblioteca Central de Pasadena.
1 Larry Gordon, “Huntington Library Receives an Electrifying Donation,” Los Angeles Times, October 6, 2006. [GORDON, Larry, "Huntington Library Receives an Electrifying Donation", Los Angeles Times, 6 de octubre de 2006.]
2 Southern California Edison, Annual Report 1912: 15. [Southern California Edison, Annual Report 1912, p. 15.]
3 Southern California Edison, Annual Report 1925: 25. [Southern California Edison, Annual Report 1925, p. 25.]
18.5.13
Trillo: De puño y tecla, guionista de historietas en la Biblioteca Nacional Argentina
Trillo. De puño y tecla. from Biblioteca Nacional on Vimeo.
Vía Biblioteca Nacional Argentina.
La Biblioteca Nacional realizó una exposición retrospectiva dedicada a la obra del guionista Carlos Trillo.
Considerado por muchos el continuador de Héctor Germán Oesterheld, Trillo es el autor de trabajos memorables como “Alvar Mayor”, “El Loco Chávez”, “Las puertitas del Sr. López”, “Un tal Daneri”, “Cybersix”, “Cosecha verde”, “El síndrome Guastavino” y “Clara de Noche”, entre decenas de historias dibujadas por Alberto Breccia, Enrique Breccia, Horacio Altuna, Domingo Mandrafina, Carlos Meglia, Jordi Bernet, Pablo Túnica, Lucas Varela, Juan Bobillo y muchos otros destacados artistas. Fue, además, coordinador creativo y redactor (en dupla con Alejandro Dolina) de Satiricón; jefe de redacción de Mengano, dirigida por Carlos Marcucci y uno de los impulsores de Superhumor.
La muestra estaba organizada en torno a dos ejes: El primero, cronológico, presenta –entre otros muchos materiales– las publicaciones nacionales e internacionales en las que participó (algunas, incluso, nunca traducidas al español), los libros y folletos que escribió como el generoso divulgador del género que fue; las novelas y cuentos que editó junto a unos amigos y firmó con seudónimo –mucho antes de abocarse a la historieta– y varios de los trabajos que realizó para publicidad. El segundo, organizado temáticamente, está centrado en el contenido de su producción: presenta desde las libretas donde permanentemente tomaba apuntes; borradores de guiones; versiones modificadas, inconclusas o inéditas… Hasta los dibujos originales de gran parte de su obra: tanto sus personajes clásicos, como páginas descartadas o enviadas de prueba al exterior.
También habían materiales filmados como entrevistas, animaciones, publicidades y una docena de testimonios registrados especialmente para la ocasión por la Biblioteca Nacional. Estos testimonios podrán verse completos a través del archivo del Programa Nacional de Investigación en Historieta y Humor Gráfico Argentinos.
Adriana Varejão. Historias en los márgenes, en el MALBA en Buenos Aires, hasta el 10 de junio
Vía MALBA.
Exposición realizada en colaboración con el Museu de Arte Moderna de Sao Paulo y el Museu de Arte Moderna do Río de Janeiro.
Con la colaboración de las galerías Victoria Miro, London | Fortes Vilaça, Sao Paulo | Lehmann Maupin, New York
Malba inaugura su calendario de exposiciones 2013 con Historias en los márgenes, primera exposición panorámica de Adriana Varejão, una de las pintoras más importantes de su generación.
Organizada por el Museu de Arte Moderna de São Paulo (MAM), la exposición incluye una selección de 40 obras, reunidas por primera vez para esta ocasión. Abarca varios períodos de su carrera, desde los años 90 hasta hoy, con importantes piezas provenientes de colecciones públicas y privadas de Brasil y del exterior, como el MAM San Pablo y la Fundación “la Caixa” de Madrid.
Curada por Adriano Pedrosa, la muestra está organizada en forma cronológica y presenta por primera vez en Buenos Aires las series más significativas de su trabajo: Terra incógnita [Tierra incógnita], Proposta para uma catequese [Propuesta para una catequesis], Acadêmicos [Académicos], Irezumis, Línguas e Incisões [Lenguas e incisiones], Ruínas de charque [Ruinas de charqui], Mares e Azulejos [Mares y Azulejos], Saunas, y Pratos [Platos].
También se incluyen los trabajos que la artista presentó en la 22ª Bienal de San Pablo, Extirpaçao do mal (1994) y en la 24ª Bienal de San Pablo, la instalación Reflexos de um sonho de outro expelo (1998).
Las obras de Adriana Varejão rescatan y cruzan diferentes historias, tejiendo múltiples narrativas y referencias que van de la historia del arte al arte religioso, de la azulejería a la cerámica, de la China al Brasil (pasando por Portugal), de la iconografía colonial a las imágenes producidas por los viajeros europeos y al arte académico del siglo XIX, de la geometrización de los espacios arquitectónicos a la abstracción geométrica y a la cuadrícula modernista, de los paisajes y marinas a los mapas y los viajes.
Para Adriana Varejão, el margen remite al mar, pero también a aquello que está fuera del centro, de allí el título de la exposición. En palabras del curador: “Las historias marginales son aquellas casi olvidadas o dejadas de lado por la historia tradicional, historias profundas o íntimas, pero también historias contra la corriente, historias poscoloniales, subalternas, historias fuera del centro, historias al Sur. En ese panorama, las historias de Varejão transitan un camino inverso al de Occidente, en un proceso de desoccidentalización, y ganan así una dimensión política”, reflexiona Pedrosa.
Exposición realizada en colaboración con el Museu de Arte Moderna de Sao Paulo y el Museu de Arte Moderna do Río de Janeiro.
Con la colaboración de las galerías Victoria Miro, London | Fortes Vilaça, Sao Paulo | Lehmann Maupin, New York
Malba inaugura su calendario de exposiciones 2013 con Historias en los márgenes, primera exposición panorámica de Adriana Varejão, una de las pintoras más importantes de su generación.
Organizada por el Museu de Arte Moderna de São Paulo (MAM), la exposición incluye una selección de 40 obras, reunidas por primera vez para esta ocasión. Abarca varios períodos de su carrera, desde los años 90 hasta hoy, con importantes piezas provenientes de colecciones públicas y privadas de Brasil y del exterior, como el MAM San Pablo y la Fundación “la Caixa” de Madrid.
Curada por Adriano Pedrosa, la muestra está organizada en forma cronológica y presenta por primera vez en Buenos Aires las series más significativas de su trabajo: Terra incógnita [Tierra incógnita], Proposta para uma catequese [Propuesta para una catequesis], Acadêmicos [Académicos], Irezumis, Línguas e Incisões [Lenguas e incisiones], Ruínas de charque [Ruinas de charqui], Mares e Azulejos [Mares y Azulejos], Saunas, y Pratos [Platos].
También se incluyen los trabajos que la artista presentó en la 22ª Bienal de San Pablo, Extirpaçao do mal (1994) y en la 24ª Bienal de San Pablo, la instalación Reflexos de um sonho de outro expelo (1998).
Las obras de Adriana Varejão rescatan y cruzan diferentes historias, tejiendo múltiples narrativas y referencias que van de la historia del arte al arte religioso, de la azulejería a la cerámica, de la China al Brasil (pasando por Portugal), de la iconografía colonial a las imágenes producidas por los viajeros europeos y al arte académico del siglo XIX, de la geometrización de los espacios arquitectónicos a la abstracción geométrica y a la cuadrícula modernista, de los paisajes y marinas a los mapas y los viajes.
Para Adriana Varejão, el margen remite al mar, pero también a aquello que está fuera del centro, de allí el título de la exposición. En palabras del curador: “Las historias marginales son aquellas casi olvidadas o dejadas de lado por la historia tradicional, historias profundas o íntimas, pero también historias contra la corriente, historias poscoloniales, subalternas, historias fuera del centro, historias al Sur. En ese panorama, las historias de Varejão transitan un camino inverso al de Occidente, en un proceso de desoccidentalización, y ganan así una dimensión política”, reflexiona Pedrosa.
16.5.13
Alejandro Gutierrez y la creación de ciudades sustentables en base a la energía solar
Vía Cooperativa.
Gutiérrez dijo que el Estado "debiese ser menos tímido" para empujar hacia ciudades sustentables.
El arquitecto neosustentable Alejandro Gutiérrez, secretario ejecutivo del plan "CREO Antofagasta", aseguró en GPS de Cooperativa que sí es posible crear ciudades sustentables aunque para ello debe haber una colaboración de la ciudadanía y de quienes toman decisiones.
"Tiene que haber una percepción desde el punto de vista de la ciudadanía y de los que toman decisiones en relación a política pública de las ciudades, de que se pueden desacoplar muchos de los impactos negativos que tiene la producción y la función de una ciudad en el ambiente", expuso Gutiérrez.
El profesional agregó, como ejemplo, que "las ciudades del norte podrían recurrir a las energías solares, que son las que son más fuertes allá, para alimentar una parte importante de su demanda de energía eléctrica, en particular".
Para ello, sugirió, "el Estado de Chile debiese ser menos tímido y empujar más por las tecnologías y los sistemas que permitan que eso sea así, por razones de economía de escala, por razones de eficiencia de los recursos y por razones de competitividad de la economía chilena".
Alex Godoy, director del magíster en gestión de sustentabilidad de la UDD, sostuvo en tanto que falta en Chile "diálogo entre distintas disciplinas" porque "involucra a muchos sectores como ingeniería, unificadores, ecosistemas, biólogos, etcétera.
Gutiérrez dijo que el Estado "debiese ser menos tímido" para empujar hacia ciudades sustentables.
El arquitecto neosustentable Alejandro Gutiérrez, secretario ejecutivo del plan "CREO Antofagasta", aseguró en GPS de Cooperativa que sí es posible crear ciudades sustentables aunque para ello debe haber una colaboración de la ciudadanía y de quienes toman decisiones.
"Tiene que haber una percepción desde el punto de vista de la ciudadanía y de los que toman decisiones en relación a política pública de las ciudades, de que se pueden desacoplar muchos de los impactos negativos que tiene la producción y la función de una ciudad en el ambiente", expuso Gutiérrez.
El profesional agregó, como ejemplo, que "las ciudades del norte podrían recurrir a las energías solares, que son las que son más fuertes allá, para alimentar una parte importante de su demanda de energía eléctrica, en particular".
Para ello, sugirió, "el Estado de Chile debiese ser menos tímido y empujar más por las tecnologías y los sistemas que permitan que eso sea así, por razones de economía de escala, por razones de eficiencia de los recursos y por razones de competitividad de la economía chilena".
Alex Godoy, director del magíster en gestión de sustentabilidad de la UDD, sostuvo en tanto que falta en Chile "diálogo entre distintas disciplinas" porque "involucra a muchos sectores como ingeniería, unificadores, ecosistemas, biólogos, etcétera.
13.5.13
HISTORIA ARQUITECTÓNICA DE CONCEPCIÓN: SOBRE EL MERCADO CENTRAL
HISTORIA ARQUITECTÓNICA DE CONCEPCIÓN: SOBRE EL MERCADO CENTRAL: El incendio del Mercado Central de nuestra ciudad, un ícono de la arquitectura y un símbolo de nuestro patrimonio cultural, dejó de mani...
12.5.13
Construyendo Comunidades, una revisión de las experiencias de vivienda colectiva en Chile, 14-15 de Mayo, Concepción (Programa)
11.5.13
Villa San Cristobal, 41 años, celebrando la historia y el futuro de la ciudadela baja, sábado 11 de mayo, Unidad Vecinal nº 31
Presentación Libro 275dias en la Villa San Cristóbal (Población Tupac Amaru) con Leonardo Portus, Bruno Salas (Trampa Trampa Filmes), Alfonso Raposo y Sergio Troncoso / organiza Corporación Cordillera, Ferias Libres de Chile, Faup Universidad Central, Comuna de Recoleta, 275dias.cl y Crac Valparaiso
Schlack 501
*Unidad Vecinal n31 (Recoleta)
Antofagasta ecléctico, moderno y contemporáneo: operaciones arquitectónicas y dispositivos medioambientales, por Claudio Galeno
Escape de Gas de Félix Maruenda
Teaser Documental Escapes de Gas from TRAMPA films on Vimeo.
Ver la nota de La Tercera.
Escape de Gas: historia de la escultura que el GAM abandonó en una bodega
De la treintena de obras de arte que nacieron con el edificio de la Unctad, en 1972, hay una que el Centro Cultural Gabriela Mistral no pudo reinaugurar cuando mostró su nueva cara en 2010. Se trata de Escape de gas, la pieza que Félix Maruenda, artista visual fallecido en 2004, creó para camuflar los poco glamorosos ductos de ventilación de los casinos del edificio que, tras las cenas de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, en 1972, funcionó de manera popular. Es decir, ofreciendo colaciones a precios económicos a sus visitantes.
Forjada en acero y con una altura de, aproximadamente, seis metros, Escape de gas es la obra que más tiempo pasó en el lugar. Erigida en la Alameda con calle Namur, no sólo se convirtió en un ícono de la ciudad, sino que fue la única que permaneció cuando la Junta Militar tomó el edificio que rebautizó como Diego Portales. "No pudieron sacarla, porque estaba conectada a los escapes de gas y habría vulnerado la seguridad del edificio. Resolvieron pintarla verde (antes era roja) y dejarla ahí. Así sobrevivió más de 30 años, hasta que el incendio que afectó al edificio en 2006 cambió su suerte", apunta Bruno Salas (25), artista visual que llevó la historia a un documental, del que mostrará un adelanto hoy, a las 19.30, en el Museo de Bellas Artes.
La cinta lleva el mismo nombre de la pieza y comienza con el hijo de Félix Maruenda, Joaquín, rumbo al remozado GAM, acompañado del ayudante con el que solía trabajar su padre en el taller que tenía en Buin. Quieren saber en qué estado se encuentra la obra. Lo que la cámara muestra es la figura de Maruenda partida en tres, durmiendo en una bodega de la que no ha podido salir. "El fuego no la destruyó. Si bien estaba oxidada, lo que pasó es que el diseño nuevo del GAM no contemplaba casinos, y hasta que le encuentren una utilidad decidieron fragmentarla y guardarla. Hoy no hay presupuesto para restaurarla y donde ésta se levantaba antiguamente, en 2012 se hará un anfiteatro", dice Salas.
Con testimonios de artistas y amigos, el documental recorre también la historia de Maruenda, exonerado de la Universidad de Chile en 1973.
7.5.13
"Apariciones", exposición de Marko Franasovic en Iquique a partir del 7 de mayo de 2013.
"Apariciones", nueva exposición del artista Marko Franasovic en Iquique, en el `Espacio Dreams´ del Casino (Arturo Prat 2755), a partir del 7 de mayo.
Invita el Consejo Regional de la Cultura y las Artes de Tarapacá, con el auspicio de Casino "Dreams" y el patrocinio de la Asociación de Pintores y Escultores de Chile APECH.
6.5.13
Lanzamiento de la 2ª edición del libro "Región de Antofagasta, pasado, presente y futuro", martes 7 de mayo de 2013.
Este martes 7 de mayo de 2013 en la Universidad Católica del Norte (K-121C, 18:30 horas), se lanzará la segunda edición del libro "Región de Antofagasta, pasado, presente y futuro".
La primera edición fue realizada con motivo de la celebración del bicentenario nacional en el año 2010. Es un gran tomo con capítulos escritos por diversos autores que van abordando a la región desde una perspectiva multidisciplinaria. Esta edición, así como la primera se ha ejecutado con fondos del Consejo Regional de Antofagasta. Los editores y también autres de algunos de los capítulos del libro fueron el antropólogo Agustín Llagosteras, el historiador José Antonio González y el literato Sergio Gaytán. También escribieron para este libro: Floreal Recabarren, Guillermo Chong, Lautaro Núñez, Héctro Ardiles, Claudio Galeno, Osvaldo Maya, Waldo Valenzuela, Marcelo Lufin, entre varios otros autores, y la amplitud de temas revela un estado del arte en cuanto investigación regional. Entre esos amplios temas está la historia, la geografía, la antropología, la arquitectura, la política, el arte, la religión, la minería, la astronomía, y muchas otras visiones sobre la Región de Antofagasta. Como dice Recarbarren en su introducción: "Hace más de 11.000 años..."
5.5.13
4.5.13
Sector La Negra, acceso sur de Antofagasta en torno a la Panamericana, la industria y la pobreza.
Las recientes obras del acceso a Antofagasta por la quebrada La Negra llevaron a usar el camino por Roca Roja para conectarse con la Panamericana. Ese camino llega practicamente al mismo punto que el otro, con la diferencia que hacía cruzar por la periferia de todas esas instalaciones industriales y revelabana la escasa planificación, y evidenciaron la precariedad de los asentamientos que se han producido en el sector.
Hoy se ha publicado una nota sobre el tema en El Mercurio de Antofagasta:
Vía El Mercurio de Antofagasta.
Dos realidades en sector La Negra, crescen industrias y la pobreza.
Por Gino Solari.
Hoy se ha publicado una nota sobre el tema en El Mercurio de Antofagasta:
Vía El Mercurio de Antofagasta.
Dos realidades en sector La Negra, crescen industrias y la pobreza.
Por Gino Solari.
3.5.13
Construyendo Comunidades, una revisión de las experiencias de vivienda colectiva en Chile, 14-15 de Mayo, Concepción, Doctorado en Arquitectura y Urbanismo, Univ. del Bío-Bío
Vía DAU.
Para el 14 y 15 de Mayo se esta organizando la Jornada “Construyendo Comunidades, una revisión de las experiencias de vivienda colectiva en Chile“, en el marco del Seminario de Innovación del Doctorado. Esta actividad, coordinada por el Dr. Pablo Fuentes Hernández, pretende analizar la ejecución en el país de grandes conjuntos habitacionales durante mediados del siglo XX, que constituyen notables ejemplos de innovación constructiva, urbana y arquitectónica. Con la participación de los Dr. Claudio Galeno de la U. Católica del Norte, Dr. Pedro Alonso de la U. Católica de Santiago, Dr. Leonel Pérez y Dra. Alejandra Brito de la U. de Concepción, Dr. Andres Anguita, Ignacio Bisbal y Raúl Soto de la U. del Bío-Bío, considera también una visita al Conjunto Chollín y Edif. Matías Cousiño de Lota. Inscripciones al mail votarola@ubiobio.cl
Para el 14 y 15 de Mayo se esta organizando la Jornada “Construyendo Comunidades, una revisión de las experiencias de vivienda colectiva en Chile“, en el marco del Seminario de Innovación del Doctorado. Esta actividad, coordinada por el Dr. Pablo Fuentes Hernández, pretende analizar la ejecución en el país de grandes conjuntos habitacionales durante mediados del siglo XX, que constituyen notables ejemplos de innovación constructiva, urbana y arquitectónica. Con la participación de los Dr. Claudio Galeno de la U. Católica del Norte, Dr. Pedro Alonso de la U. Católica de Santiago, Dr. Leonel Pérez y Dra. Alejandra Brito de la U. de Concepción, Dr. Andres Anguita, Ignacio Bisbal y Raúl Soto de la U. del Bío-Bío, considera también una visita al Conjunto Chollín y Edif. Matías Cousiño de Lota. Inscripciones al mail votarola@ubiobio.cl
Suscribirse a:
Entradas (Atom)