30.3.11

La penosa demolición de la Escuela Santa María de Iquique. Caprichos, réplicas y falsos históricos.

© Claudio Galeno

Lamentablemente lo que se había prometido se cumplió, la demolición de la Escuela Santa María de Iquique, posiblemente el único ejemplar de arquitectura art deco de esa ciudad, que en estos último años se ha destacado no por conservar su patrimonio, sino por su chovinismo que lo ha llevado a la construcción de falsos históricos y por supuesto, a la demolición de todo aquello que no parezca de la época del salitre.

Ya vimos como la arquitectura buque de la Gobernación Marítima fue demolida para dar paso a un "capricho" arquitectónico que pretende acudir a una escuálida estética neoclásica para inventar algo que en realidad no le llega ni a los talones a la verdadera arquitectura ecléctica o historicista.

El arquitecto Piranesi inventó los "caprichos arquitectónicos" que eran reinvenciones ideales del pasado romano que resaltaban su espacialidad y acentuaban su monumentalidad. Él lo hizo muy bien, estuvo formado en el siglo XVIII, cuando la formación de los arquitectos estaba dominada por el estudio del mundo clásico, pero en el caso de las obras iquiqueñas, la mano que traza no está instruida por la cultura arquitectónica de fines del XIX. Además la tecnología es otra. Sería mejor, si por último fueran réplicas. Pero no, son caprichos chovinistas.

La lista de irregularidades y deformaciones sobre lo real y lo imaginario de las desafortunadas obras iquiqueñas es extensa, la demolición del Casino San Remo para cambiarlo por un galpón ornamentado podría inaugurar esta secuencia, menos terrible, pero igualmente mal resuelto es el Liceo de Hombres de calle Baquedano, y más reciente la inventiva y falseamiento de la plazoleta de los eslavos. Al parecer esto no tiene fin, e Iquique sigue demoliendo obras que representan otros momentos significativos para la memoria local para exacerbar el tema del salitre.

Curiosamente el verdadero patrimonio del salitre está altamente descuidado, un sin fin de construcciones de madera que no reciben ningún cuidado, por supuesto con felices excepciones como el edificio de Aguas del Altiplano, pero con otros sorprendentes descuidos como el Palacio Astoreca.

El proyecto para la Escuela Santa María, repite el capricho, no es riguroso, y se inspira en la arquitectura historicista para hacer algo que es parecido a la escuela donde murieron los obreros de la famosa matanza, pero en realidad es muy distinto, y camina a ser un falso histórico más de esta penosa y peligrosa cruzada patrimonial.

Una secuencia fotográfica de la demolición, tomadas en febrero y en marzo:

© Claudio Galeno
© Claudio Galeno
© Claudio Galeno
© Claudio Galeno
© Claudio Galeno

La imagen del falso histórico:
© Nortino

A pesar de que no es posible volver atrás, han habido manifestaciones en desacuerdo con la polémica obra, expuestas por la prensa local:

"Faltó claridad y definición de calicatas"

Crítican deficiencias en reconstrucción

Denuncian errores en proyecto de la Santa María

La Estrella de Iquique publica sobre los errores en las calicatas para la mecánica de suelos que obligan a reformular el proyecto del falso histórico:

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