Vía El Mercurio de Santiago.
Por: Daniela Silva Astorga
El curador experto en arquitectura estará en Santiago esta semana:
Investigó por años la producción regional de entre 1955 y 1980 e impulsó una monumental muestra en el MoMA.
Tomó la misión de cambiar lo escrito. Tras asumir como curador jefe de diseño y arquitectura del MoMA, Barry Bergdoll consideró que hacía falta un ajuste de cuentas histórico. Quería ampliar, profundizar y valorar la producción arquitectónica de esta región después de los años 50; presentar una exhaustiva exposición que sucediera a la icónica exhibición que el museo hizo en 1955. Y así nació "Latinoamérica en Construcción. Arquitectura de 1955 a 1980", una muestra compuesta por más de 500 documentos, maquetas e imágenes que estuvo hasta el 14 de julio, pero que aún resuena.
Por eso, la próxima semana Bergdoll visitará Santiago para participar en un seminario que organizan las escuelas de arquitectura de la UC y de la U. Diego Portales. El martes, a las 18:00 horas, dará una conferencia sobre la exposición (República 180). "Planeo explicar historiográficamente por qué creemos que hicimos una contribución relevante y, asimismo, hablaré sobre la importancia de aprender de un período en el que la arquitectura era considerada responsabilidad pública", cuenta el curador y académico de Columbia. Y suma: "Este proyecto fue -desde el inicio hasta el final- una investigación destinada al público estadounidense que desconocía tanto la exuberante, rica y compleja cultura arquitectónica, como las políticas de este período clave, cuando Latinoamérica estaba en la vanguardia de la producción".
-Entre la primera y la segunda muestra pasaron 60 años. ¿Existirá interés de montar pronto una tercera?
"Pienso que veremos muchas más exposiciones ahora: nuestra muestra estaba destinada a abrir una nueva era. Podríamos presentar al menos 50 otras con los materiales recopilados. Este proyecto abre un período en el que tanto la arquitectura histórica de América Latina como la moderna son cada vez más prominentes. Ha resurgido el interés académico, y también hoy existe una arquitectura contemporánea vibrante en la región. Espero que mis sucesores en el MoMA encuentren muchas ocasiones para presentar las escenas actuales".
-Pensando más allá de la exposición que usted trabajó, ¿qué edificios ciento por ciento contemporáneos considera claves en la región?
"Ahora hay proyectos latinoamericanos claves que están encendiendo el debate tal como otras producciones alrededor del mundo. Claramente, Chile está experimentando un protagonismo sin precedentes, debido a la alta calidad de su producción privada y, en los años recientes, de la arquitectura comprometida socialmente. Hemos tenido el orgullo de presentar en el MoMA la obra de los arquitectos Alejandro Aravena, Smiljan Radic e Izquierdo y Lehmann. Si en 1955 los centros de atención estaban en Brasil, Venezuela, México y Cuba, ahora las miradas se enfocan también en Santiago y Valparaíso, Bogotá y Medellín, Asunción".
-Alejandro Aravena fue designado curador de la Bienal de Venecia 2016. ¿Esto constituye otra demostración de que Latinoamérica va por buen camino?
"Su nombramiento debe ser aplaudido fuertemente, por varias razones. No menos importante es el retorno a un espectáculo sobre la producción arquitectónica actual. Y sí, esta designación indica que algunas de las más relevantes ideas y obras se están originando en América Latina. Alejandro es un pionero de un tipo de pensamiento comprometido entre los arquitectos y los realpolitiks . Sin duda, lo que haga en Venecia le dará una clara señal a la arquitectura, en un momento en que la profesión necesita, con urgencia, encontrar formas para recomprometerse".
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