Vía La Tercera.
El anuncio de la aerolínea Sky, de suspender los viajes directos a Iquique y Antofagasta, tensó el ambiente en la región fronteriza.
A principios de junio pasado, la aerolínea Sky anunció para Arica la suspensión de los vuelos directos a Iquique y Antofagasta. Lo que en otros recodos del país podría ser visto como un detalle, o casi una anécdota, en esta región del norte se lee de manera muy diferente, con verdadera molestia.
La empresa Lan mantiene una alternativa, pero primero hay que volar dos mil kilómetros a Santiago, para luego, cuatro horas después, hacer un transbordo a las ciudades nortinas. “El mote de zona aislada vuelve a rondar”, reconoce un usuario del servicio.
Estefani Carrasco (25) y Varlenka Olivares (26) son profesionales ariqueñas que estudian un magister de comunicación estratégica en la U. Católica del Norte (Antofagasta). Deben viajar una vez por semana los casi 800 kilómetros entre ambas ciudades, distancia que ahora tendrán que recorrer en bus, en 10 horas.
“Las clases son justo en mis días libres. Ahora no podré descansar nada, porque ese tiempo lo ocuparé viajando. Dejaron al norte grande más aislado de lo que ya está. Hablar de descentralización y permitir que nos quedemos desconectados es una paradoja”, dice Estefani. Su compañera comenta que “Arica, de por sí, ya está lejos, y sin vuelos habrá que pensarla dos veces para trabajar o estudiar afuera”.
Junta de Adelanto
Luego de que el ex Presidente Carlos Ibáñez del Campo decretara Arica como Puerto Libre, en 1958 se creó la llamada Junta de Adelanto (JAA), institución estatal que se encargó de administrar los millonarios fondos que la provincia recaudaba, tras quedarse con el 15% de los impuestos a la internación de bienes.
Durante años, la JAA financió y dirigió la construcción del puerto, los campus de la Universidad de Tarapacá, el estadio Carlos Dittborn, el Hipódromo, el casino de juegos, el aeropuerto internacional, la piscina olímpica, el terminal de buses y complejos habitacionales, entre otras obras.
Una antigua frase popular de los viejos ariqueños dice: “La Junta de Adelanto lo hizo todo, menos El Morro”. En 1976, sin embargo, un decreto ley puso fin al Puerto Libre. Y, o al menos así se argumenta en la zona, la actividad económica comenzó a decaer. “Surgió un descontento en la población que se ha mantenido hasta hoy. Esto, pese a que los ariqueños se sienten muy chilenos y son bastante nacionalistas, debido a los acontecimientos bélicos que marcaron la ciudad. También hubo leyes tributarias especiales en los 90 que no lograron el efecto esperado, extendiendo la desazón”, explica el académico del Departamento de Ciencias Históricas de la U. de Tarapcá, Patricio Rivera.
Esta misma molestia es la que ahora pareciera reflotar con el tema de los vuelos. Y las complicaciones no sólo atañen al ámbito laboral y académico. En Arica hay pacientes que debe viajar a Iquique o Antofagasta para recibir atenciones de salud que en la ciudad nortina no se realizan en recintos privados. Y en el hospital público no dan abasto por la carencia de especialistas.
Uno de ellos es la cardiología. Javier Labbé, jefe del pabellón de cirugía cardiovascular de Antofagasta, asegura que “al año realizamos diez cirugías cardiacas pacientes ariqueños, pero hay muchas atenciones más, de postura de marcapasos, exámenes y otras intervenciones. Para estos pacientes es fundamental viajar en avión, porque si viajan más de cuatro horas sufren riesgo de trombosis, además que en bus las condiciones de ventilación no siempre son buenas”.
Labbé agrega que en ocasiones hay que transportar insumos o maquinarias a Arica para realizar operativos, lo que será más engorroso sin alternativas de vuelo.
Usuarios de las aerolíneas han reclamado también por los precios de los vuelos cuando se necesita viajar de urgencia. “El estado debería regular esta situación”, cuenta Marcelo Olivares.
El seremi de Transportes de Arica, Arturo Gómez, dijo que “no hemos recibido ninguna denuncia, ni por la suspensión de pasajes ni por los precios. Nos desilusiona el hecho de que no existan vuelos, pero como seremi no podemos evitarlo, porque responde a una situación de mercado”.
Las autoridades locales también reaccionan con molestia. El diputado Luis Rocafull (PS) envió un oficio a la Fiscalía Nacional Económica y al Sernac. El primero, para determinar si es que el hecho afecta la libre competencia y el segundo para resolver si perjudica a los consumidores.
El alcalde de Arica, en tanto, Salvador Urrutia, comentó que “las aerolíneas tienen fines de lucro, pero también tienen una responsabilidad social empresarial que acá se nota que no están cumpliendo. Lamentablemente, no los podemos obligar, pero sí podemos pedirle a la Presidenta que se adopten medidas para asegurar que los ariqueños tengamos alternativas aéreas”.
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