29.4.14

15 libros de una biblioteca ideal sobre la historia de la región de Antofagasta

A propósito del pasado día internacional del libro y del presente Filzic que se desarrolla en Antofagasta, presento mi selección de textos imprescindibles para una biblioteca ideal sobre la historia de Antofagasta.
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Narraciones Históricas de Antofagasta, por Isaac Arce, Imprenta de Walter Uriarte, 1930.
[Descargar edición de 1997 en Memoria Chilena]

Portada de la primera edición que perteneció al arquitecto Alfonso Campusano Núñez. Archivo Claudio Galeno.
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Norte Grande: novela del salitre, de Andrés Sabella, Editorial Orbe, 1944.

Portada de la segunda edición con dibujo de Orellana. Archivo Claudio Galeno.
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Pintura Antofagastina: desde Soto Moraga hasta nuestros días, de Ibar Mebdez Trujillo, Osvaldo Ventura López, 1968

Archivo Claudio Galeno.
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Historia de Tocopilla, de Juan Collao, [Primera edición publicada por capítulos por La Prensa de Tocopilla], Ediciones Frontera y Corporación Cultural Juan Collao Cerda, 2001.

Portada de la edición del 2009. Archivo Claudio Galeno.
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Antofagasta: Repertorio del patrimonio histórico más representativo de la ciudad: 1866-1930, de María Teresa Ahumada, Adolfo Contador, Guadalupe Durán, Jorge Stavros, Universidad del Norte, 1982

Archivo Claudio Galeno.
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Las ciudades del salitre, de Eugenio Garcés Feliu, 1988

Archivo Claudio Galeno. [La segunda edición se puede descargar en Memoria Chilena.]
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Espacios Intermedios: respuesta arquitectónica al medio ambiente: II región, de Glenda Kapstein, Universidad del Norte, 1988.

Archivo Claudio Galeno.
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Salitre: harina de luna llena, Ana Victoria Durruty, 1993

Archivo Claudio Galeno.
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Mejillones: un pueblo con historia, de Juan Panadés, Ottorino Ovalle, Pedro Rojas, 1995

Archivo Claudio Galeno.
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Taltal: su historia y su gente, de Lina Lemus López de Maturana, 2001

Archivo Claudio Galeno.
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Episodios de la vida regional, Floreal Recabarren, 2002

Archivo Memoria Chilena. [Descargar libro en el sitio de la DIBAM]
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Antofagasta de película: historia de los orígenes de un cine regional, Eliana Jara, Hans Mülchi, Adriana Zuanic, Glocalfilms, 2008.

Archivo Claudio Galeno.
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Región de Antofagasta, pasado, presente y futuro, editado por Agustín Llagostera, con textos de: Floreal Recabarren, Guillermo Chong, Gerhard Hudepohl, Lautaro Núñez, Carolina Agüero, Agustín Llagostera, Cecilia Sanhueza, José Antonio González, Héctor Ardiles, Isidro Morales, Javier Mercado, Domingo Gómez, Claudio Galeno, Jan Cademartori, Osvaldo Maya, Sergio Gaytán, Waldo Valenzuela, Misael Camus, Vladimir Misetic, Marcelo Lufín, Nathaly Rivera, Marcos Hasegawa, Miguel Atienza, Patricio Aroca, Amelia Carrero, Martin Arias, Esteban López, Gonzalo Argandoña, Valeria Foncea, Valeriy Kravtsov, 2010

Archivo Claudio Galeno.
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Rescate del patrimonio material más antiguo de la región: de las iglesias precordileranas a los templos urbanos, de Lautaro Núñez, José Antonio González y Claudio Galeno, 2010

Archivo Claudio Galeno.
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Prehistoria de Antofagasta, en la ruta de los primeros antofagastinos, de Julio Cruz Barahona y Agustín Llagosteras, 2011

Archivo Claudio Galeno.
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26.4.14

Off the map, Sebastián de la Fuente en Galería Espora, 7 de mayo al 9 de junio de 2014


2008. El arquitecto Sebastian de la Fuente encuentra el suelo descubierto de lo que fue un ex hangar que funcionó como un centro de detención bajo el régimen militar. Desde ese silencio y abandono, el artista nos trae las huellas en grabados y fragmentos. Grabados del mismo suelo, en las cuales el espectador no sólo podrá apreciar su textura material, sino también los vestigios de una historia contenida ahora simbólicamente. Y fragmentos intervenidos, que bajo el montaje del mismo artista, nos transportan a aquel lugar.

25.4.14

Lanzamiento del libro "Archivo de Guillermo Deisler"



Laura Coll de Deisler y Gonzalo Badal, director editorial de Ocho Libros, invitan al lanzamiento del libro "Archivo de Guillermo Deisler, textos e imágenes en acción" de las autoras Mariana Deisler, Paulina Varas y Francisca García, a realizarse el martes 6 de mayo a las 19:30 hrs. en la biblioteca del Centro Cultural Gabriela Mistral, GAM, ubicado en Av. Libertador Bernardo O’Higgins 227, piso 3, Santiago de Chile.

El libro será presentado por Sergio Rojas, Director de Investigación de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y Alberto Madrid, académico e investigador de la Facultad de Arte de la Universidad de Playa Ancha.

Eugenio Dittborn, Premio Nacional de Arte 2005.
Acción de arte postal (en ausencia): carta a Guillermo Deisler.

23.4.14

Una cualidad lírica de un encanto duradero: La pintura norteamericana y chilena en el Centenario de Chile, 1910

Vía MNBA.


Fotografía histórica mostrando un ala donde se expusieron las obras de los artistas americanos durante la exhibición en 1910, en Santiago de Chile. © Museo Nacional Bellas Artes.

La selección de obras realizada por la curadora norteamericana M. Elizabeth Boone da cuenta del diálogo entre la pintura norteamericana y chilena, generado a partir de la Exposición Internacional que tuvo lugar en el recién construido Museo de Bellas Artes que celebró el Centenario de la Independencia de Chile, en 1910. Entre el 19 de marzo y el 18 de mayo de 2014 en la Sala Chile.

Las investigaciones de la Dra M. Elizabeth Boone sobre las exposiciones universales y centenarios en los Estados Unidos, Europa y América Latina permiten revivir la Exposición Internacional llevada a cabo hace más de 100 años en el entonces Museo de Bellas Artes, a partir de obras pertenecientes a la Colección del Museo.

El 21 de septiembre de 1910 se inauguró en el Museo de Bellas Artes la gran Exposición Internacional, con motivo del Centenario de la independencia chilena. Entre los países invitados a participar se encontraba Estados Unidos, nación que compartía rasgos con Chile: ambas eran repúblicas, miraban hacia Europa y a su vez se diferenciaban de ella. A pesar de estas similitudes, desde el punto de vista chileno, Estados Unidos era un país comercial y no artístico.

El gobierno norteamericano aceptó la invitación, nombró a un comisario y un sub-comisario para organizar la muestra y envió cerca de 120 pinturas y 40 esculturas a Sudamérica. Es así como los chilenos pudieron sorprenderse por la cualidad del arte norteamericano.

A Pedro Lira, pintor formado en las academias de París y Director de la Escuela de Bellas Artes en Chile, también le llamaron la atención las obras norteamericanas: “después de recorrer con avidez y premura las salas numerosas que encierran ese complicadísimo resumen del arte mundial, saludemos desde luego a la gran república de los Estados Unidos, por sus sorprendentes adelantos, que la autorizan a colocarse dignamente al lado de las grandes escuelas europeas”.


Charles Morris Young, El Brandywine en invierno (The Brandywine in Winter), 1909. © Museo Nacional Bellas Artes.

Entre los autores presentes en la exhibición estaban los norteamericanos Charles Francis Browne, John C. Johansen, J. Francis Murphy, John F. Stacey y Charles Morris Young. Sus pinturas establecieron diálogo con sus coetáneos chilenos Pedro Lira, Onofre Jarpa, Alberto Valenzuela Llanos, Alfredo Helsby y Benito Rebolledo Correa.

Al finalizar la exposición, a fines de diciembre, el gobierno chileno compró varias obras para incorporarlas en su incipiente Colección. Entre las obras escogidas estuvieron las pinturas de Charles Francis Browne, John C. Johansen, J. Francis Murphy, John F. Stacey y Charles Morris Young, cuatro de las cuales habían recibido medalla de algún tipo en la exposición de Buenos Aires. Como señala la Dra. M. Elizabeth Boone en su escrito Una cualidad lírica de un encanto duradero: La pintura norteamericana en el Centenario de Chile, 1910: “las obras adquiridas en Chile por el Museo Nacional de Bellas Artes —cinco paisajes y un desnudo— forman una selección que tuvo mucha resonancia en un país que compartía con los Estados Unidos las riquezas del campo y las aspiraciones de un país joven. Las obras aquí expuestas muestran algunos puntos de contacto: la dedicación a la tradición académica, la mezcla armónica de los rasgos humanos con el mundo de la naturaleza y el amor por las praderas y los ríos del campo.”

Finalmente las relaciones establecidas entre ambos países fueron tanto comerciales por la compra y venta de pinturas, como artísticos. Browne pintó varios paisajes de Santiago durante su estadía en Chile y los expuso al público estadounidense al volver en 1911.

Browne y Trask también iniciaron una amistad con el pintor chileno Alfredo Helsby, cuya obra se incluye en esta exposición, y lo invitaron a visitar los Estados Unidos. Helsby viajó en 1914 y presentó sus obras en varias ciudades del país durante los años siguientes. Efecto de este intercambio es que hoy la obra Luna llena, Limache, Chile pertenezca a la colección del Smithsonian American Art Museum en Washington, D.C.

Para Roberto Farriol, director del MNBA, “esta investigación y la presente exhibición de obras pertenecientes a la Colección del Museo, junto con la puesta en valor artístico de nuestro patrimonio, también pone en relieve una arista desconocida de esta importante exposición del Centenario de Chile, permitiéndonos conocer las implicancias políticas y artísticas presentes en dicha exposición”.

Sobre la curadora:

La Dra. M. Elizabeth Boone es profesora catedrática de historia de arte en la Universidad de Alberta (Canadá) y se especializa en el arte de Estados Unidos, España y Latinoamérica de los siglos XIX y XX. Imparte clases y escribe ensayos y libros sobre temas relacionados con arte, identidad nacional y relaciones transnacionales. Ha trabajado en varios museos norteamericanos, incluyendo el Metropolitan Museum of Art y los Fine Arts Museums of San Francisco.

Ver también en el sitio de University of Alberta: Professor Betsy Boone curates an exhibition of American Art for the National Museum of Chile

Fenomenología de un error. Holl versus Mackintosh. Arquitectura Viva 161


© GSA Archives and Collections.

Vía Arquitectura Viva.

Mackintosh es a Glasgow lo que Gaudí a Barcelona; no hay guía de arquitectura que no mencione al más admirable de los artífices del Arts & Crafts, y que no considere su Escuela de Arte como la construcción moderna más importante de Escocia. Por eso, cuando se convocó el concurso para ampliar el edificio se temía que los proyectos presentados pecaran de discretos, cuando no de timoratos, en su manera de relacionarse con la señera preexistencia. Tal parecía ser el caso de la propuesta con la que Steven Holl ganó el concurso en 2009, un volumen aparentemente hermético cuya volumetría real quedaba camuflada por acuarelas que sugerían atmósferas tenues iluminadas por un poético cañón de luz natural, y descritas con el conocido discurso de Holl sobre el color y las cualidades táctiles de los materiales. Pero la terminación de las obras ha puesto en evidencia que lejos de ser una sutil y ‘fenomenológica’ intervención que dialoga, «en un contraste complementario», con los robustos y un tanto ajados muros de la Escuela de Mackinstosh, la ampliación de Holl es en realidad un exabrupto que abusa de su posición para quebrar, sin ni siquiera un ligero retranqueo, la altura de cornisa del viejo edificio.

Las críticas han surgido de inmediato y, en general, han sido demoledoras, especialmente en los medios británicos. Lo relevante es que no inciden tanto en que Holl haya optado por un lenguaje contemporáneo, cuanto en el hecho de que el proyecto resulta simplemente fallido. Y realmente lo es: por su volumetría exagerada que da respuesta al no menos excesivo programa requerido por la propiedad; por la manera en que, literalmente, fagocita el pequeño pabellón histórico sobre el que parcialmente se apoya; por su esquematismo agravado en el gélido despiece de paneles de vidrio lechoso que resultan indescifrables en su contexto; y, finalmente, por su torpeza constructiva, que desmerece de la genial atención a los detalles propia de la Escuela. Por eso cuando Holl describe su ampliación como un «compañero silencioso del edificio de Mackintosh», con el que se «hibrida al modo de un yin y un yang», no hace sino confirmar lo lejos que en este caso han quedado las palabras de los hechos.

18.4.14

Frank Lloyd Wright and the City: Density vs. Dispersal. MoMA, February 1–June 1, 2014



Frank Lloyd Wright and the City: Density vs. Dispersal celebrates the recent joint acquisition of Frank Lloyd Wright’s extensive archive by MoMA and Columbia University’s Avery Architectural and Fine Arts Library. Through an initial selection of drawings, films, and large-scale architectural models, the exhibition examines the tension in Wright’s thinking about the growing American city in the 1920s and 1930s, when he worked simultaneously on radical new forms for the skyscraper and on a comprehensive plan for the urbanization of the American landscape titled “Broadacre City.” Visitors encounter the spectacular 12-foot-by-12-foot model of this plan, which merges one of the earliest schemes for a highway flyover with an expansive, agrarian domain. Promoted and updated throughout Wright’s life, the model toured the country for several years in the 1930s, beginning with a display at Rockefeller Center. This dispersed vision is paired with Wright's innovative structural experiments for building the vertical city. Projects, from the early San Francisco Call Building (1912), to Manhattan’s St. Mark’s-in-the-Bouwerie Towers (1927–31), to a polemical mile-high skyscraper, engage questions of urban density and seek to bring light and landscape to the tall building. Highlighting Wright’s complex relationship to the city, the material reveals Wright as a compelling theorist of both its horizontal and vertical aspects. His work, in this way, is not only of historic importance but of remarkable relevance to current debates on urban concentration.

17.4.14

Sergio Gaytán es incorporado a la Academia de la Lengua. El Mercurio de Antofagasta, 17.04.2014

Letras. Escritor e investigador antofagastino se suma a galería de los grandes de las letras del país. Discípulo de Andrés Sabella y Mario Bahamonde.

9.4.14

Fibromialgia, una exposición de Macarena Gutiérrez Gebauer. Espacio Cultural Oficina FME, San Pedro de Atacama.



La Fundación Minera Escondida y Balmaceda Arte Joven invitan a la exposición "Fibromialgia" de la artista Macarena Gutiérrez Gebauer, curada por Jorge Wittwer.

La muestra se inaugura el miércoles 9 de abril a las 19:00 horas en el Espacio Cultural de la Oficina Fundación Minera Escondida en San Pedro de Atacama, calle Gustavo Le Paige 527.

5.4.14

HOY NO SE FÍA: obras de ocho mujeres (actualizado)



MATTAPRAT se complace en presentar la exposición que abre su temporada OTOÑO MP 2014
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HOY NO SE FÍA
obras de ocho mujeres
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AVENDAÑO + DONOSO + GUTIÉRREZ + MONFORTE + O’RYAN + OSORIO + REESE + TRUJILLO

Inauguración: sábado 12 de abril de 2014, 13.00 hrs.
Lugar: MATTAPRAT, Prat 712 4° piso, Antofagasta, Chile

+ INFO próximamente en nuestro FB y mattaprat.cl

¿Qué decía de Chile y Sudamérica una guía turística de 1924?



Vía La Tercera.

por BBC Mundo - 04/04/2014 - 12:05

"Las mujeres sudamericanas visten con elegancia, así que recomendamos que lleven prendas nuevas y distinguidas".

El Manual para Sudamérica, o South American Handbook, es la guía de viajes en idioma inglés más antigua y, para celebrar el aniversario, sus editores han decidido republicar la versión original.

"En todas las repúblicas latinoamericanas es necesario para algunos trayectos montar a caballo, o usar mulas o burros", recomendaban los autores del manual en 1924.

El libro sobrevivió a cambios tumultuosos y fue publicado inclusive durante la Segunda Guerra Mundial.

La guía tiene su antecesor en el Manual Anglo Sudamericano compilado por William Koebel, un empresario interesado en promover el intercambio comercial con Sudamérica. Koebel también era un autor prolífico y uno de sus libros se titula "Argentina: pasado y presente".

"Koebel era el autor más prolífico sobre América Latina de su tiempo y estaba particularmente interesado en promover el comercio y las relaciones internacionales con Sudamérica", dijo a BBC Mundo Kirsty Holmes, de la editorial que publica el manual, Footprint.

Las ediciones iniciales fueron publicados por la Federación Británica de Industrias y en 1924 el manual pasó a una casa editorial privada.

"La guía de 1924 fue compilada como un manual para comerciantes y empresarios, que incluía tambien datos sobre América Central y Cuba. El continente estaba cambiando rápidamente en términos de industria y comercio y por eso se decidió publicar un libro cada año", dijo Holmes.

Los primeros ejemplares dejan en evidencia cuán diferente era Sudamérica, pero también muestran que algunas costumbres siguen tan vigentes como cuando fueron observadas por Koebel, quien falleció en 1923.

"Jóvenes de barba"

En la década de los años 20, el viaje a Sudamérica desde Europa se hacía por mar y el manual daba detallados consejos ("empaquen unas cuantas camisas almidonadas") para la larga travesía desde Liverpool, en Inglaterra, hasta Manaus, en la Amazonía brasileña, un trayecto de más de 9.000 km.

La sección de Chile comienza con Valparaíso, otro punto de llegada para las travesías de ultramar.

La ciudad era el primer puerto para los buques que pasaban el Cabo de Hornos desde el Atlántico, aunque esta edad de oro llegaba a su fin en 1924: el Canal de Panamá había sido inaugurado 10 años antes.

El manual fue registrando cambios a lo largo de las décadas. En los años 50 la recomendación para los viajeros era "siempre usar sombrero y ser cuidadoso con la comida. Evitar a toda costa ingerir carne de puerco".

En la década de los 60, tras la inauguración de Brasilia en 1956 y la mayor frecuencia de viajes aéreos, el libro aseguraba que "las dos guerras mundiales han tenido un profundo efecto en el desarrollo de la industria" y que "probablemente ninguna parte del mundo ha cambiado tanto como Latinoamérica".

En los 70, la guía advertía: "es desafortunado, pero cierto, que ha surgido un prejucio entre las autoridades de varios países latinoamericanos contra los viajeros masculinos jóvenes con pelo largo, barba y ropa estilo hippy".

"Los jóvenes de estilo informal deberían llevar una carta de alguien en una posición oficial que atestigue su buen carácter".

Machismo y mapuches

Ya Koebel advertía en la década del 20: "Las costumbres son diferentes en Chile y en los paseos de moda los hombres jóvenes miran intensamente a la señoritas, haciendo comentarios en voz alta sobre su apariencia. Esto no es irrespetuoso según las costumbres de Chile".

Poco parece haber cambiado. Una de las guías actuales para Sudamérica afirma que "los hombres de Chile son menos agresivos en su machismo que los de otros países sudamericanos, pero aún el machismo es parte de su cultura y hacen comentarios cuando ven pasar una mujer".

La guía de Koebel no sólo describía hábitos sociales, también incluía reflexiones sobre problemas sociales.

El libro habla de la victimización de los mapuches en Chile y advierte sobre un futuro en el que se podrá "lamentar la desaparición de esta valiente raza".

Turismo ecológico

El manual fue expandiéndose a lo largo de los años con actualizaciones y comentarios de sus muchos lectores, incluyendo escritores como Paul Theroux y Graham Greene.

La guía también pasó a incorporar datos sobre México y América Central, que a partir de 1990 tienen su propia publicación.

Holmes tiene confianza en que el Manual para Sudamérica sobrevirá muchos años más y asegura que el libro impreso se complementa con sus nuevos apps y versiones digitales.

La edición 2014 tiene más de 1.500 páginas y refleja la preocupación de muchos de sus lectores por el medio ambiente.

"Incluimos operadores con buenas credenciales en ecoturismo y también incluimos siempre que sea posible hoteles locales e independientes en lugar de corporaciones globales, para apoyar a las economías locales", dijo Holmes a BBC Mundo.

El libro asegura que "ha habido un crecimiento fenomenal del turismo que promueve y apoya la conservación de hábitats naturales y es también beneficioso para las comunidades locales", asegura el libro, que incluye un mensaje muy claro:

"Siempre que sea posible, planeen un itinerario que minimice las emisiones de carbono".

3.4.14

Nicolás Gonzáles Paredes. Portada de La Ilustración, Antofagasta, 25 de enero de 1925.


Portada de La Ilustración del 25 de enero de 1925. La gráfica fue realizada por Nicolás González Paredes luego de un concurso que realizó el semanario dirigido por León Pezzutti.
© Archivo Claudio Galeno.

Consejo de la Cultura compromete apoyo en defensa de patrimonio material e inmaterial de Chuquicamata


Vista aérea de Chuquicamata publicada en revista Zig-Zag. © Archivo C.Galeno.

Vía El Nortero.

“Chuquicamata es la mina más grande de nuestro país, dueña de una potente historia política y social. Es un deber para Chile recuperar y mantener esa memoria”. Con esas palabras la Ministra de Cultura, Claudia Barattini, comprometió el apoyo del Consejo de la Cultura -y futuro Ministerio- en la causa que diversas entidades de la Región de Antofagasta han encabezado en resguardo de la defensa del patrimonio material e inmaterial del campamento minero.

El tema fue abordado en un encuentro que sostuvo la titular de cultura en su oficina de Valparaíso con el Diputado e integrante de la Comisión de Cultura de la Cámara baja, Marcos Espinosa, y representantes de la agrupación Hijos y amigos de Chuquicamata y la Corporación de Cultura y Turismo de Calama, quienes han encabezado el proyecto que promueve la declaración de zona típica de Chile para proteger el campamento de Chuquicamata en términos patrimoniales y, posteriormente, para conseguir la declaratoria como Patrimonio de la Humanidad ante la Unesco.

La Ministra Barattini destacó que “hay un equipo que está avanzando rápidamente y el CNCA se pondrá a disposición de esta causa patrimonial del país. Valoro que hayan logrado articularse entre el municipio, las organizaciones ciudadanas y las autoridades parlamentarias, y que además sean las propias personas, a través de la agrupación Hijos y amigos de Chuquicamata, las que están defendiendo su memoria, su historia, y que hayan exigido a Codelco que juegue un rol en la defensa de ese lugar”.

El Diputado Espinosa, quien presentó la moción relativa al tema, aprobada en forma unánime en la Cámara baja, planteó que “nos encontramos muy optimistas de saber que la Ministra está altamente interesada e identificada con el tema patrimonial. Agradecemos su disposición a recibirnos y a impulsar este tipo de iniciativas que tienen una génesis estrictamente ciudadana, y que gracias al respaldo del Parlamento y otras entidades han podido dar pasos concretos en su cristalización”.

Por su parte, René Huerta, director de Patrimonio de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama, y Consejero Regional de Cultura de Antofagasta, comentó que “a través de la organización civil Hijos y amigos de Chuquicamata hemos estado trabajando en este proyecto. Hoy, junto a Codelco, la Agrupación Hijos y amigos de Chuquicamata, el Municipio y la Corporación de Cultura y Turismo de Calama, estamos elaborando este expediente y hemos querido que el Consejo de la Cultura también se haga parte de este proceso y la Ministra conozca los detalles y avances de la
iniciativa”.

La Ministra Barattini firmó además la ficha donde la Agrupación Hijos y Amigos de Chuquicamata reúne el respaldo ciudadano a sus demandas en resguardo del patrimonio de la zona.

Solidaridad. Redes intelectuales: arte y política en América Latina. Exposición en el Museo de Arquitectura Leopoldo Rother, 3-30 de abril de 2014



Vía ArtNexus.

La exposición Solidaridad, Redes intelectuales arte y política en América Latina, que se abrirá al público entre el 3 y 30 de abril, en el Museo de Arquitectura Leopoldo Rother de la Universidad Nacional de Colombia, reúne un significativo conjunto documental a través del cual se analizan tres momentos de la historia artística de América Latina. La primera mitad del siglo XX, a partir del estudio de los nodos que configuraron algunas de las más importantes revistas culturales de la época, dentro de las que se destacan la revista Martín Fierro y la revista Universidad. El período de la llamada Guerra Fría, es analizado a través del estudio de las redes continentales que configuraron alrededor suyo dos destacadas figuras de la época: el artista mexicano David Alfaro Siqueiros (1896 - 1974) y el curador y crítico de arte cubano José Gómez Sicre (1916 - 1991). Las décadas de los años 60 y 70 del pasado siglo, se estudian a través de las complejas e intrincadas relaciones culturales que se lideraron desde Cuba y Chile y que tuvieron un profundo impacto en la vida intelectual y artística de la región.

Esta exposición es uno de los resultados del proyecto de investigación Redes intelectuales: arte y política en América Latina 1920 - 1970, realizado por un grupo de 10 investigadores de varios países. Coordinados por la profesora María Clara Bernal (Colombia), los profesores y profesoras Ana Longoni (Argentina), Carla Macchiavello (Chile), Diana B. Wechsler (Argentina), Fernanda Nogueira (Brasil), Ivonne Pini (Uruguay - Colombia), José Antonio Navarrete (Cuba - Estados Unidos), Jorge Ramírez (Colombia), Sylvia Juliana Suárez (Colombia) y William Alfonso López (Colombia), desarrollaron una intensa agenda de investigación. Apoyados por la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad de Los Andes, la Universidad Nacional Tres de Febrero, la Fundacion ArtNexus, y especialmente por el programa Connecting Art Histories de la Getty Foundation de los Estados Unidos, este grupo de investigadores realizaron una intensa inmersión en archivos y centros de documentación en varias ciudades de América Latina, cuyos resultados parciales se expusieron en una serie de encuentros y seminarios que se llevaron a cabo a lo largo de los años 2012 y 2013, en Bogotá, Los Ángeles y Buenos Aires.

La pluralidad de miradas reunidas en la muestra, es el fruto de un trabajo colectivo que se hizo con especial énfasis en el presupuesto vertebral del proyecto, esto es, la convicción de que comprender la complejidad del estudio de los procesos artísticos del continente implica hoy un compromiso de trabajo en red.

Ver otra noticia en El Tiempo: Arte y política del siglo XX en la Universidad Nacional.

2.4.14

Muere Frankie Knuckles, inventor del ‘house’



Vía El País.

Por Daniel Verdú Madrid 1 ABR 2014.

Todos en Chicago le conocían como El Padrino. Básicamente porque Frankie Knuckles fue quien inventó –o al menos estuvo ahí desde el primer día- la música house con la denominación de origen de la ciudad del medio oeste estadounidense. Un género que revolucionó la música de baile a mediados de los ochenta y que todavía hoy sigue sonando en las discotecas en cualquiera de sus múltiples variantes. El legendario productor y dj, hasta hace poco todavía en activo, murió el lunes por la tarde en su casa. Hacía tiempo que su salud se había deteriorado. Hace unos años tuvieron que amputarle un pie a causa de unas complicaciones derivadas de una osteomielitis. Pero hasta hace muy poco todavía se ponía detrás de unos platos en clubes de todo el mundo. Aunque fuera para revivir la gloria y el esplendor de dos décadas atrás.

Podría decirse que la historia del house, la semilla a través de la que ha germinado toda la música de baile de los últimos 30 años, surgió en Nueva York pero se plantó en Chicago cuando Knuckles se mudó ahí y se instaló en el legendario Warehouse. Un club donde vivía y pinchaba cada noche –o más bien amanecer- y al que solo se podía acceder si se era uno de sus miembros (básicamente de la escena gay y latina). En el piso de arriba había un pequeño lounge, en la planta baja, la discoteca y en el sótano, la cocina. De su nombre, aunque todavía circulan varias versiones para explicar el nacimiento del término, viene la etiqueta de house.

Al principio la música que sonaba en aquel club formaba parte más bien de los coletazos del disco y algunos fogonazos de post punk. Poco a poco, Knuckles fue introduciendo el ritmo 4x4 (una dureza en los compases que reclamaba el propio contexto) y creando temas como el fundacional. Your Love, compuesto en 1986 con Jamie Principle y que todavía hoy suena en los garitos de todo el mundo. "Lo importante era mantener lo mágico que tenía aquella canción, pero hacerla más nueva, relevante, potente. Tenía que ser más fácil de pinchar para un dj", recordaba en una entrevista con EL PAÍS en 2011 explicando cómo llegó hasta ese himno de las pistas de baile. En esa época, aquellos pioneros de la música de baile todavía editaban en cinta y los pocos aparatos que tenía Knuckles, como una Roland 909, pertenecían a Principle; una Roland 909. Pero detrás de esas pioneras máquinas comenzó una enorme revolución que terminó extendiéndose a todo el mundo.


"El sonido house no lo creé de forma premeditada. Simplemente sabía que si algo me afectaba emocionalmente, le sucedería lo mismo al resto. Algunos sonidos que usaba se fueron repitiendo, la base 4x4, el golpe intenso del bombo... después vas coloreando el resto de la canción", explicaba Knuckles. Con él y su amigo de la infancia –aunque luego tomaran caminos distintos- Larry Levan nació una manera distinta de disfrutar las noches que se contagió también al otro lado del Atlántico instalándose en Reino Unido e Ibiza. Knuckles se atribuía también la paternidad de la réplica de ese terremoto que terminó provocando la gran revolución del acidhouse inglés y cuya lluvia ácida de frecuencias agudas y ritmos hipnóticos influyó en toda la música que salió de la isla a finales de los ochenta y comienzos de los noventa (como Primal Scream, New Order o Happy Mondays). "Vinieron a verme a Chicago unos periodistas ingleses. Querían saber cómo habíamos creado todo aquello. Les presenté a todo el mundo, fueron a los clubes... Luego se volvieron al Reino Unido y ahí surgió todo aquello", explicaba él.

El fenómeno no ha cesado y en los últimos años ese house primigenio ha vivido un enorme revival en las discotecas. Gracias a ello, Knuckles pudo disfrutar del aura de mito y seguir explotando su leyenda. Con él nació una música que hoy, y todavía más con la muerte del padre, forma parte ya a pleno derecho de la tradición musical moderna.

EARTHQUAKE: A post-Biblical view (Terremoto, una mirada pos-bíblica), by Lebbeus Woods, 2010.

Vía Lebbeuswoods.net.



Earthquakes are the result of natural, tectonic changes in the solid crust of the earth and, as such, are not inherently catastrophic. Their bad reputation comes from the destruction to human settlements that accompanies them, when buildings collapse under the stress of forces produced by earthquakes. This destruction is not the ‘fault’ of earthquakes, but rather of the buildings, which, even in regions regularly visited by earthquakes, are not designed to work harmoniously with the violent forces periodically released. So buildings collapse, usually with considerable loss of life and injuries. The earthquakes are blamed, as though the purpose of these sublimely unself-conscious phenomena was to damage and destroy the human. “Earthquake Kills Thousands!” “Killer Quake Strikes!” “Earthquake Levels Town!” are typical aftermath headlines. What they should say is “Falling Buildings Kill Thousands!” “Killer Buildings Strike!” “Inadequately Designed Town Leveled!”

Such headlines will not, of course, appear. If they did, architects, town-planners, engineers, and the entire army of professionals responsible for the design, construction, and maintenance of the affected buildings would be called to account. If that were to happen, they would certainly implicate politicians, developers, banks and the entire army of private and public officials controlling what gets built and where, the financial/economic community that finds it more profitable to rebuild what has been destroyed than to commission the development of architectures that would work with earthquakes and thus survive them. If this profit-driven community was called to account by public outcry, it would almost certainly turn the blame back on the public itself. After all, corporations and government are under constant pressure to give the public what it wants, which today means the same products, the same lifestyles, the same buildings and types of buildings to be found anywhere on the planet, regardless of the planet’s extremely varied processes of transformation. If all these individuals and social institutions were held responsible for the destruction caused by earthquakes, then the public in earthquake regions would have no choice but to demand radical changes of them. But this would be an expensive revolution, one that all the interests involved could afford only at great cost to their reputations, knowledge and technical expertise, and to their present economic prosperity.

There is, however, a deeper structure of resistance to investing in the invention of new architectures of and for earthquake, and this is formed by the most venerable beliefs about the relationship between the human and natural worlds, considered to be essentially hostile. The ‘Man versus Nature’ attitude begins in the founding stories of some of the world’s dominant religions. Christianity, Judaism and Islam share the Biblical account of the expulsion of Adam and Eve from the Garden of Eden, which came as a result of their desire for self-knowledge and, thereby, for independence from the rest of the unselfaware, wholly interdependent world. Many philosophers over the past epochs have rationalized this belief, but it was Rene Descartes who best codified it for the modern era. His philosophy postulates an essential duality of the world, comprised of the human and the Divine, which cannot be bridged, at least by the human. Not coincidentally, he also invented a mathematical systemóanalytical geometry--that organized the spatial and temporal properties of the human domain with great efficacy. Cartesian logic and geometry offer a pragmatic usefulness that shows no signs of diminishing, more than three hundred years after their inception, and in spite of immense cultural and technological changes to the society they serve. But, while Cartesian thought and method succeeded in freeing science, and therefore technology, from the grip of religion per se, it maintained the adversarial Biblical relationship between the domain of the human and the realm of ‘Divine’ nature. Nowhere is its fragility in this regard more clearly demonstrated than in earthquake regions. There, not only has the idea of the Cartesian ‘grid’ as a symbol of rational efficiency and stability been overturned (literally) by the nature of earthquake forces, but the civilizational cornerstone of human independence from Nature (a conceit, however transparent, that has propelled the notion of human progress) has been broken to bits. In light of the consistent failure of leading societies such as the United States and Japan to build effectively against earthquake, it is reasonable to reconsider the dominant philosophies, techniques and goals of building and urban design in earthquake regions.

At this writing, such a reconsideration by architects and planners has hardly begun. What is needed now are new ideas and approaches that go beyond the defensive reinforcement of existing conceptual and physical structures, and open up genuinely new possibilities for architecture in relation to the earth's continuing process of transformation. My own efforts in this direction have been sporadic and sketchy, resulting in two sets of highly speculative projects, which were published in my book of 1997, Radical Reconstruction. The San Francisco ‘houses’ of 1995, completed after research at the Berkeley Engineering Library, propose architectures extending the forces of earthquake into the dynamics of private life and social change. The ‘terrain’ projects of 1999, summarized in this book and completed after the cycle of disastrous earthquakes that struck around the world last autumn, propose that architecture be considered as an integral part of landscapes undergoing regular seismic upheavals. Both sets of projects look forward to a post-Biblical reconciliation of the human and the natural, through the conceptual and tectonic reformation of architecture itself.

16 April 2000
New York City

Docomomo Journal 49 (2013/2) For an Architect´s Training DATE: 22/3/2014

Vía Docomomo Internacional.



The analysis of Modern architect’s training is the issue of this docomomo Journal. The variety of discussions on architects’ mission, on architectural discipline and the recall on some key figures explain the argument of this Journal entitled For an Architect’s Training. The title quotes Walter Gropius’ “Blueprint for an architect’s training” spread through the French magazine L’Architecture d’Aujourd’hui in February 1950 (number 28), dedicated to “Walter Gropius, the spread of an idea” and realized by Paul Rudolph under the direction of Gropius himself who developed his ideas on design education between art and technique, creation, research and applied science.

In this context emerges Joseph Hudnut, at the time Harvard University Dean of the Faculty of Design. In his Blueprint for a University (1944), Hudnut shaped the liaison between “our universities” and “the evolution of a new social order in our cities.” In fact, he advocates “a scientific attitude towards the problem thus created [by the immense industrial expansion] and the establishment of the intellectual forces in the effort to resolve them.

”Facing what he calls as the social disintegration, he considers that “living needs a pattern [and] a framework of social purpose.” docomomo acknowledges the major relevance of reflecting on the Modern Movement heritage focusing on two of the main issues: learning and responsibility. This duality between education and duty implies a collective attitude and a shared action. In fact, Hudnut “does not suggest that a social pattern can be created by an act of the individual will. It will be not invented. It will be the consequence of an evolutionary process [because] Planning is a term which includes both foresight and responsibility for change.” This responsibility towards the future implies “the sense of historicity and evolutionary identity” in the terms defended by Juhani Pallasmaa in his “Newness, Tradition and Identity” docomomo Lectures published in this Journal. Pallasmaa argues referring to Álvaro Siza’s conviction that “architects don’t invent anything, they transform reality.” Pallasmaa stands “the ground of culture” as a collective mental foundation taking into account that “the quick collapse of this collective mental foundation during the past decades is already a serious obstacle for education in the creative fields today.”

If Hudnut stands that “planning is a tool of social reconstruction”, Pallasmaa stands that “the primary task of architecture continues to be to defend and strengthen the wholeness and dignity of human life.” The tradition of Modern Movement architecture is envisioned as a large concept that deals with forms, spaces, techniques and social responsibility. The contributions on this discussion put together learning and training, scientific research and design practice, the social mission and the responsibility of architects towards the future considering that “Modernity is an unfinished business” as Allen Cunningham reminds us.

I wish to thank Gonçalo Canto Moniz who has acted as guest editor. Due to his commitment and research in the field, together with the knowledge conducted by a range of researchers that accept to share their work, analyse and creative interpretation focused on some architectural education key figures [from Kahn to Rogers, Muratori or Quaroni to Leslie Marin, from Hilberseimer to the Russian avant-garde or the Brazilian Modernity process to the alive vital experience of Herman Hertzberger] it is possible to extend this debate over the reflection on the link between design and science, art and technique. And finally it is also the challenge to discuss this urgent contemporary issue in order to prepare the coming main docomomo discussion forum in the believe that seeking for the planning and architectural responsible mission is a way to approach the “Expansion and Conflict” key concept of the 13th International docomomo Conference, which will take place in Seoul, Korea, from the 24th to the 27th September 2014.

Ana Tostões, Chair of docomomo International