Vía El Mercurio de Antofagasta.
SOCIEDAD. Las viviendas con espacios para el teletrabajo, más digitalización de trámites, mejores espacios públicos y el predominio de las bicicletas son parte de las tendencias que deberían consolidarse.
Por Franco Bruna Ortiz
El coronavirus ha dejado numerosos efectos en el estilo y la calidad de vida a nivel mundial, y la región de Antofagasta no es la excepción. Ad portas de cumplir un año de pandemia, y sin claridad de cuándo se superará, ya se puede afirmar que nuestras vidas no volverán a ser las mismas en muchos aspectos.
Un ejemplo se da en el ámbito urbano. La aparición de conceptos como el teletrabajo y el distanciamiento han alterado la manera en la cual los arquitectos conciben la estructuración de edificios y espacios públicos. De igual forma, la distribución de la calle para medios de transporte o la realización de trámites pueden tener un drástico cambio ya en marcha.
A continuación, expertos dan su visión acerca de cuatro áreas que pueden sufrir modificaciones permanentes y cambiarían la forma en que las ciudades funcionan.
1. TRANSPORTE: LA BICICLETA GANA ESPACIO
El auge de la bicicleta como medio de transporte es un fenómeno que se ha ido dando progresivamente a lo largo de los últimos años. La ciudad de Antofagasta ha sido un ejemplo de esto, al tener una ciclovía que se ha ido alargando poco a poco y que para este año, apunta a comenzar su tercera fase de construcción, consistente en 10 kilómetros y que busca unir las zonas norte y sur.
Esta intervención llega también en un momento donde estos vehículos de dos ruedas son altamente recomendados, tanto por la nula contaminación que provocan, así como por su contribución a la prevención de contagios de Covid-19, lo que provoca la expectativa de un aumento en su uso.
"La bicicleta es un factor clave dentro de la transformación urbana. Lo que hace la pandemia es quela ciclovía sea percibida y recomendada por entidades como la OMS como el modo de transporte más seguro para no contagiarse", explicó el socio fundador de la consultora UyT, Hernán Silva.
Pese a lo anterior, este ingeniero civil, quien también está detrás de la implementación de la tercera etapa de la ciclovía en la ciudad, considera que aún falta para que esta tendencia sea considerada como definitiva: "Para sentir que hay un cambio estructural, se debería pensar que el 10% de los viajes en la ciudad se hagan en bicicleta. Antofagasta va en esa vía y eso puede tomar unos cinco años, dependiendo de cómo avancen las obras".
2. VIVIENDAS ADAPTADAS AL TELETRABAJO
La vida íntima y familiar ha sido uno de los aspectos más tocados por la actual crisis sanitaria. El hecho de pasar gran parte del día frente a una pantalla y confinado junto a la familia en un espacio cerrado ha cambiado las necesidades de la gente en torno a lo que se busca en un hogar ideal.
"En este último tiempo ha habido tendencias que han modificado las expectativas de las personas, dónde quieren vivir y bajo qué condiciones. Todas esas cosas se han ido condicionando y adaptando, lo que ha generado nuevas propuestas desde el punto de vista arquitectónico", expuso el director de la zona norte de la Cámara Chilena de la Construcción, Andrew Trench.
Una de esas propuestas es la de ubicar espacios tipo oficinas en departamentos y casas, especialmente acondicionados para el teletrabajo, evitando una interrupción mayor de la armonía de la vida en familia en el mismo espacio.
"Son los proyectos de uso mixto, donde se integran lugares de trabajo, vivienda y equipamiento comercial en propuestas muy urbanas que aspiran a subir el nivel de calidad de vida. Con la pandemia se abrió una ventana en la que, si bien existía anteriormente, ahora se probó que funcionaba en la práctica", concluyó
3. MÁS ESPACIOS PÚBLICOS
Ante el encierro permanente que implica estar en cuarentena, la consecuencia es la disminución de la asistencia a plazas o parques, lo cual altera la identidad urbana que se le suele atribuir a la ciudad.
"Por un lado, la distancia social ha ampliado el espacio personal, a tal punto que, si alguien se acerca mucho, nos sentimos invadidos o afectados. Por otro, la regulación de desplazamientos ha cambiado el fenómeno de ser permanentes viajeros, por lo que el mundo personal se ha restringido a lo familiar", explicó el profesor de la Escuela de Arquitectura de la UCN, Claudio Galeno.
Para remediar esto, Andrew Trench propone generar proyectos de integración que vayan a la par con estos cambios de conducta: "Las nuevas generaciones prefieren estar integradas en lugares más consolidados, donde no requieran transportarse mucho en vehículos, y donde haya un núcleo urbano donde puedan interactuar. En base a eso, hay que identificar en que zonas hay oportunidades para aplicar una regeneración urbana".
Por su parte, Galeno no cree que estos lugares sean los más afectados post pandemia, ya que "son espacios abiertos, ventilados naturalmente. Creo que mucha actividad que se producía en interiores, ahora deberá ser en exteriores, así que se requerirán de espacios abiertos donde realizarlos, y por supuesto con sombras y espacios intermedios para una ciudad del desierto".
4. GOBIERNO DIGITAL
Según el académico del Centro de Investigación en Ciberseguridad de la Universidad Mayor, Patricio Huichalaf, "el gobierno digital es una lógica para empezar a desarrollar de forma más eficiente una labor administrativa propia del poder ejecutivo. En este caso, es a través de la incorporación de tecnologías para digitalizar los procesos y hacerlos más continuos y vinculados con la ciudadanía.
Este concepto está lejos de ser nuevo en nuestro país. De hecho, se le considera como un líder en Latinoamérica dentro del área. Según el último reporte de E-Government sacado por la ONU en julio del 2020, Chile es una de las cuatro naciones de la zona con más rápido progreso en el tema, junto a Argentina, Brasil y Costa Rica.
En pandemia, plataformas como la Clave Única o la Comisaría Virtual se han transformado en sitios que se visitan diariamente para trámites públicos, y todo indica que este cambio será permanente en el futuro. Pelo Huichalaf advierte que hay que seguir la pista de países que se han comprometido de lleno con este mecanismo, como Estonia.
"No tan solo están digitalizando el gobierno, sino que lo integran con otros sistemas productivos como la banca o el retail. Incluso le agrega una faceta que aún es difusa en Chile como la ciberseguridad. Nuestro país debería mirar no tan solo al hecho de incluir trámites sin papel, sino que también cómo se relacionan con otros servicios", concluyó el académico.