27.4.21

MOP licita obras de conservación en la histórica Casa Abaroa en Antofagasta

A seguir una buena noticia para el abandonado Palacio Abaroa. Aunque algunos datos que se entregan sobre la construcción no son del todo ciertos. Al final de la nota comentaré algunos puntos.

Vía El Mercurio de Antofagasta.

MONUMENTO. La primera etapa busca proteger el inmueble de filtraciones. 


 

Con el objetivo de detener daño y el deterioro generalizado que presenta actualmente la Casa Abaroa de Antofagasta, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) -a través de la Dirección de Arquitectura- ejecutará un proyecto de conservación en este monumento nacional, que perteneció a la familia Luksic.

"Esta iniciativa es la primera fase de la recuperación y puesta en valor definitiva del inmueble, proyecto posterior que actualmente cuenta con un estudio de prefactibilidad, realizado por el Gobierno Regional para identificar y evaluar las alternativas de uso, habilitación funcional y administración futura", detalló el seremi del MOP,  Patricio Labbé Lagunas, en un recorrido realizado por la infraestructura.

Esta iniciativa de conservación posee un presupuesto del F.N.D.R. (Provisión Puesta en Valor del Patrimonio) superior a los $240 millones y está programada su licitación para mediados de 2021 y el inicio de obras a fines del segundo semestre, siempre que el proceso de adjudicación sea exitoso.

Las obras de conservación tienen por objetivo específico proteger la infraestructura de las filtraciones provenientes de aguas lluvias, de la corrosión y deterioro, tanto en muros como elementos metálicos que conforman el inmueble. También se habilitará el patio para su posterior uso.

PATRIMONIO

La Casa Abaroa data de 1920 y fue diseñada por el arquitecto español Jaime Pedreny, por encargo del empresario Andrónico Abaroa.

Ubicada en el límite poniente del parque Brasil de Antofagasta, fue construida en la misma época que se realizó la urbanización y forestación de este espacio verde.

El portal de Monumentos Nacionales describe que la arquitectura del inmueble es de inspiración neoclásica, con dos pisos y subterráneo, totalizando una superficie de 1.716 metros cuadrados construidos.

La casa fue donada por la familia Abaroa al Estado chileno. Posteriormente fue entregada en comodato a diferentes instituciones como la Fuerza Aérea de Chile y al Fondo Nacional de Salud (Fonasa). En 2006 la corporación casa Abaroa, convirtió la infraestructura en un espacio dedicado a la cultura y las artes, como museo histórico del salitre. Y finalmente el año 2008 fue declarada monumento nacional.

El seremi Labbé, destacó que con esta conservación inicial, junto con realizar el recambio de revestimientos, se restaurará la fachada y exterior del inmueble para que luzca su arquitectura original a la espera de la siguiente etapa de restauración mayor.

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Algunos comentarios de esta nota que replica datos de la página del Consejo de Monumentos Nacionales. 

1. Jaime Pedreny, si bien era arquitecto, estaba dedicado al rubro de la construcción. En la página del CMN, dice que construyó la Casa Abaria, lo que debe ser cierto, pero es muy poco probable que lo diseñara. En realidad puede ser de otros arquitectos con muy buena mano que trabajaban por la zona en esa época, como Homero Lois Fraga, o Leonello Bottacci.

2. La estética del edificio no es neoclásica. Error mencionado en la nota del Mercurio, en la página del CMN, y en la declaratoria. El estilo neoclásico, se refiere al clásico greco-romano. Obras neoclásicas en Antofagasta, el Hospital del Salvador (demolido en gran parte) o la antigua Gobernación Marítima (actuales oficinas y depósitos del Museo Regional)

3. El edificio entraría en la categoría de palacete y su estética se debe al eclecticismo afracesado que reinaba a fines dle siglo XIX e inicios del XX. Una características es su gran cubierta, tipo mansarda, como de las construcciones francesas. Este edificio se emparenta muy bien, con la incendiada Intendencia y con la antigua Municipalidad, ambas con grandes cubiertas afrancesadas, y ambas diseñadas por Leonello Bottacci.

22.4.21

Un circuito posmoderno en Antofagasta (o para mis estudiantes de Cátedra Latinoamericana) [work in progress]

 

 

Facultad de Ingenieria, Univ. de Antofagasta, Campus Coloso, 1988, arqs. Flaño, Nuñez, Tuca en colaboración con Carlos Alberto Cruz.

Hotel Radisson, actual NH, arquitecto no identificado.

Edificio de viviendas, arquitecto no identificado.

Edificio Normandia, arquitecto no identificado.Edificio de viviendas, arquitecto no identificado.Antiguo edificio Elecda, arquitecto no identificado.

Edificio Asociación Chilena de Seguridad, arquitecto no identificado.Edificio Las Empresas, arquitecto no identificado.Conjunto habitacional, arquitecta Eleanora Román.

Hotel Holiday Inn, arquitecto no identificado.

Vivienda, Crestá arquitectos.

Vivienda, Crestá arquitectos.

Edificio de viviendas, Román y Toledo arquitectos.

Edificio Obelisco, Oscar del Pozo arquitectos.

Edificio de oficinas, arquitecto no identificado.

Edificio de oficinas, arquitecto no identificado.

Antigua Mutual de Seguridad, actual Clínica La Portada, Gubbins Labbé arquitectos.

Antigua Mutual de Seguridad, actual Clínica La Portada, Gubbins Labbé arquitectos.

Edificio del Registro Civil, Miranda y Pereira arquitectos.

18.4.21

Loros momificados evidencian una vasta red comercial prehispánica en el norte

 Vía El Mercurio de Antofagasta.


INVESTIGACIÓN. Análisis de aves tropicales de diferentes sitios arqueológicos de Atacama revelan que fueron traídas desde el Amazonas y que sobrevivieron en el inhóspito clima del desierto.

Caravanas de llamas, que recorrían al menos 1.000 kilómetros de distancia desde el sur del Amazonas hasta los valles del alto andino. La travesía imposible contemplaba el cruce de la Cordillera por pasos que superan los 4 mil metros de altura en medio de temperaturas que pueden llegar fácilmente a los 10 grados bajo cero.

Por años, diversas investigaciones arqueológicas documentaron la existencia de plumas y restos de aves tropicales entre sitios ceremoniales tan diversos como Topater en Calama o Matilla en la región de Tarapacá. El registro sin embargo, no profundizaba en cómo ni en qué condiciones las primevas poblaciones del alto aldino transportaron y mantuvieron aves tropicales en medio del desierto más árido del mundo.

Las plumas de colores brillantes de guacamayos, papagayos y otros loros neotropicales fueron uno de los símbolos más importantes de riqueza y poder en la América precolombina. La reciente investigación de los académicos, José Capriles y Calogero Santoro, publicada en la prestigiosa rcvista científica "Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America" (PNAS), trajo luz y reveló asombrosos hechos acerca de cómo llegaron y vivieron estas aves tropicales en valles del altiplano.

ESPECIES ANALIZADAS 

El estudio de 27 restos momificados, de al menos seis especies de loros, en cinco sitios arqueológicos del desierto de Atacama proporcionó evidencia que la captura, transporte y mantenimiento de aves exóticas fue parte de un complejo sistema logístico y de aprovisionamiento, muy probablemente, empujado por la fascinación y el valor que otorgaban las comunidades prehispánicas a las brillantes plumas.

"Soy boliviano y parte de interés en el post doctorado que cursaba en la Univelsidad de Tarapacá era entender una serie de procesos que se extienden hasta el poblamiento inicial de la región" indica Capriles, profesor asistente en el departamento de antropología de la Pennsylvania State University.

"Alentados por el profesor Santoro que nos comentó de la existencia de aves tropicales en contextos funerarios en el norte de Chile. Organizamos una serie de visitas a museos y repositorios del norte chileno, incluido el museo de la Universidad de Antofagasta. Junto con sistematizar la información, agregamos análisis como las dietas de las especies y la diversidad intraespecies utilizando ADN antiguo y fechados radiocarbónicos para saber cuándo fueron transportadas. Todo eso nos permitió contar una historia bastante interesante acerca de lo sofisticado que fueron estas sociedades", indica Capriles.

La mayoría de los restos de aves analizadas datan entre 1.100 y 1.460 d.C., al final del imperio Tiwanaku y justo antes de que los incas dominaran el territorio. Una época de guerra, pero también de una gran actividad comercial, con caravanas de llamas en constante movimiento.

"Los que lograban transformar estas plumas en artefactos suntuarios eran personas que tenían ciertas capacidades políticas, económicas, religiosas para detentar o acceder a estos símbolos de poder. Pero por otro lado, que estos animales llegaran a esta zona, implica un sistema de redes e intercambio muy avanzado. Son al menos mil kilómetros. Si se piensa, incluso hoy, no hay una ruta directa entre ambas zonas y ellos lograban sortear todos las dificultades climáticas", indicó Colagero Santoro académico del Instituto de Alta Investigación de la Universidad de Tarapacá.

ADAPTACIÓN

Para los investigadores obtener evidencia acerca que las aves no solo soportaron las adversas condiciones climáticas, sino que lograron adaptarse al hábitat del desierto fue uno de los mayores hallazgos de la investigación.

"Por lo menos entre 1330 a 1400 también se importaron aves. No solo plumas. Los análisis dietéticos nos permitieron ver que las aves sobrevivieron en zonas áridas como Pica ya que en su composición química fueron alimentados con maíz que fue fertilizado con guano traído desde la costa. Eso fue muy interesante porque otros investigadores habían hecho estos análisis en personas o plantas, pero verlo en loros no permitió cerrar muy bien la investigación", indicó Capriles.

Cabe indicar que el comercio de plumas en la región se remonta a mucho más atrás, al menos en las momias Chinchorro de alrededor del 5.050 A C, afirma Santoro, existen hallazgos en sitios donde se hallaron restos de plumas de aves exóticas. La mayoría de las aves momificadas examinadas en el nuevo estudio se recuperaron originalmente de un sitio arqueológico llamado Pica 8, ubicado cerca de la localidad.

"El arte plumario diría que fue uno de los grandes artes de las civilizaciones americanas ante de la llegada de los europeos. Y no solo utilizando plumajes de aves tropicales. También hay evidencia que en la costa se utilizaban plumas de pelícanos para realizar enormes penachos", agregó Santoro.

"Cuando uno hace este tipo de investigaciones, siempre está pensando en cómo la gente logró instalarse en estos entornos tan difíciles y que lograron permanecer casi hasta el presente. Las condiciones extremas del desierto no amilanó a la gente para desarrollar una sociedad compleja, pero que siempre tuvo la disyuntiva que el agua se acababa. Si no entendemos eso hoy, nos va a pasar lo que pasó a ciertas sociedades andinas que tuvieron que emigrar por la falta de agua. Creo que ahí hay un mensaje de vida para hoy que es muy enriquecedor", finalizó Santoro.



3.4.21

Especialistas explican distintas medidas para enfrentar proliferación de campamentos

 Vía El Mercurio de Antofagasta, 2021/04/02


CIUDAD. Expertos concuerdan que este fenómeno debe ser abordado por el Estado con más ayudas sociales y un plan a largo plazo.

El catastro de campamentos realizado por TechoChile y la Fundación Vivienda arrojó cifras alarmantes. Desde el 2019 hasta febrero de este año, la cantidad de asentamientos aumentó a 89 a nivel regional, lo que significó un incremento del 12,7%

De la cifra anterior, se desprende que 60 campamentos están en la comuna de Antofagasta, con 5.184 hogares, las cifra más altas de toda la región.

Según el estudio, de las más de siete mil familias que viven en estas condiciones en la región, el 66,7% corresponden a inmigrantes.

SOLUCIONES

Pero más allá de los datos, ¿existen soluciones para combatir este fenómeno y ayudar a las familias?

El arquitecto y urbanista Claudio Galeno, director del Magíster de Arquitectura en Zonas Áridas de la U. Católica del Norte (UCN), enfatiza que "es una pregunta complicada". Y agrega que lo primero que se podría afirmar, es que "debería ser el Estado el que tendría que establecer un plan para paliar este asunto".

"El problema no es solo la precariedad de la vivienda y que se asientan en lugares peligrosos (como las quebradas o en sectores de peligro de aluviones), sino que también hay temas sanitarios. Y todo está agravado por esta crisis económica que viene detrás de la pandemia", argumenta.

El académico de la UCN recalca que "el privado no va a invertir. Invierten en otro tipo de construcciones. El Estado lamentablemente tiene que hacerse cargo".

"Una solución que hemos estado viendo acá en la Escuela de Arquitectura, con estudiantes de título, es sanear las zonas donde se están construyendo estas viviendas: reubicar a la gente, levantar construcciones más sólidas, densificar un poco más", explica Galeno.

Sin embargo, Galeno advierte que "es un fenómeno que no va a parar. Chile es uno de los países atractivos dentro de Latinoamérica. Y Antofagasta es un mercado llamativo por la minería. Si es que hay un plan para erradicar los campamentos, luego habrán otros y después otros más".

Por esto, el académico sugiere que debe existir un plan a largo plazo. "La única forma es generando nuevas densificaciones, que incluyan espacios públicos, buena accesibilidad. Hay que pensar que esta ciudad es súper joven. Va a seguir creciendo".

El arquitecto y académico de la Universidad de Chile, Alberto Texido, sostiene que existen dos caminos para ayudar a las familias de los campamentos.

"Uno es conocido como la relocalización con arraigo, que implica resolver en el lugar donde ellos viven las condiciones del habitar", explica el expresidente del Colegio de Arquitectos. Pero enfatiza que antes de esta acción, es necesario en primer lugar resolver la exposición de peligro constante en la que viven estos barrios.

"Muchas de estas ocupaciones irregulares ocupan quebradas, zonas inundables, zonas de riesgo de derrumbe. Esto se debe resolver primero. No es posible mantener condiciones de riesgo con tal de mantener viviendas preexistentes", argumenta.

El otro camino, afirma Texido, es edificar viviendas de integración social en zonas céntricas, seguras y con servicios básicos y transporte a la mano. El arquitecto agrega que también se debe apoyar a los habitantes con subsidios de arriendo.

Además, el académico enfatizó en la necesidad de usar suelos públicos (incluyendo los sectores que sean de propiedad del Ejército), para poder construir estos inmuebles.

"(Con estas medidas) se puede ir resolviendo esta urgencia de campamentos que han ido creciendo, que una parte demuestra los efectos de la crisis actual, pero también la necesidad de y potenciar la manera en que el Estado resuelve el problema de la vivienda", concluye.

MINVU 

El seremi de Vivienda y Urbanismo, Julio Santander, explica que "los nuevos datos no son positivos", pero argumenta que el fenómeno que hoy acompleja a la región es el repoblamiento y llegada a campamentos ya existentes, "lo que complica aún más el trabajo, pues es población no catastrada".

Sobre la dificultad de erradicar estos sectores, Santander asegura que "se cree erradamente que es solo un problema de vivienda, y que lo debe atender el Minvu. Cuando es un problema de Estado (...) ¿Cómo lo enfrentamos? Con una mirada más integradora, desde la planificación del suelo. Debemos incorporar enfoques multisectoriales en este tema, no es solo una temática del Minvu. Es un tema de importancia social país y que muchos siguen mirando de lejos". 

El seremi agrega: "hay un enfoque que estamos trabajando, que es analizar todo el borde cerro de Antofagasta, y resolver en toda la extensión el problema (...). Debemos trabajar en barrios colindantes (del sector norte de la capital regional), dotarlos de inversión y aumentar las densidades, para ir resolviendo sector por sector".