El espacio del Parque Japones de Antofagasta lleva años de ruinificación. Hace algún tiempo Rodrigo Ramos, periodista de El Mercurio de Antofagasta inició una campaña de preservación del espacio público, con gran convocatoria. Pero lo que me preocupa de hace años es la progresiva destrucción de una de las dos linternas del parque, la menor y situada hacia el sur. Sabemos que el parque data de 1963, una donación de la colonia japonesa, y poseía dos de estas linternas, un elemento imprescindibe, así como el agua y las piedras del paisajismo oriental, y una de ellas ha sido progresivamente demolida por el público desde el año 2000, hace ya 10 años. Así, entre mayo y junio del 2000, fue cuando algunos vándalos impactaron por primera vez la linterna japonesa, la cual no sufrió ninguna reparación. Desde entonces, ha estado abandonada en ruinas, hasta que entre el 2009 y el 2010 se ha producido su última violación.
Dejo imágenes de la lamentable destrucción, que vuelve una vez más sobre la demolición de la memoria y de la calidad urbana de nuestros espacios públicos. Talvés al municipio el vez de haber instalado esa terrible lengua metálica que trataba de instruir sobra la historia del lugar hubiese restaurado la linterna japonesa del parque, entre muchas otras cosas, en todo caso, el municipio no es culpable del constante vandalismo y escaso civismo que demuele los monumentos de la memoria.
A continución algunas imágenes:
La linterna principal, aún existente, pero enrejada.
© El Mercurio de Antofagasta
© El Mercurio de Antofagasta
Una vista panorámica con la linterna violada.
© El Mercurio de Antofagasta
© Claudio Galeno
La destrucción el año 2000.
© Claudio Galeno
© Claudio Galeno
La actualidad de sus restos.
© Claudio Galeno
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