La muestra de respaldo de la señora presidenta la empresa minera que quiere embarcar el cobre por Antofagasta y la seguidilla de ministros con débiles argumentos, demuestran lo que siempre ha sido evidente:
1. Bachelet ya no representa a todos los chilenos, solo a los intereses del capitalismo centralista de Santiago y a las multinacionales extranjeras;
2. Siempre estuvo el gobierno por detrás de la maquiavélica operación del embarque de cobre en el puerto de Antofagasta, si finalmente EPA es del Estado;
3. La agenda del Estado chileno (o a sus administradores) no incluye mejoras en la calidad de sus ciudadanos (el Estado se ha estado cargando los espacios urbanos de Chile).
Por lo tanto, la ciudadanía tiene derecho a manifestarse, decidir sobre su destino y decir: NO señora presidenta, NO señor ministro, NO queremos el concentrado de cobre en ANTOFAGASTA, la generalidad NO hace la regla.
Una vez más cobra sentido la idea del derecho a la ciudad de Henri Lefebvre y las acciones NO+ del CADA.
A seguir un par de fatídicas notas de prensa publicadas esta semana en El Mercurio de Antofagasta:




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