30.3.25

Los desaparecidos chalets gemelos, eclécticos y prefabricados del Parque Brasil en Antofagasta

Estos días estuve investigando el material documental que existía sobre los chalets gemelos que estuvieron en calle Carrera en el Parque Brasil de Antofagasta, entre el actual pasaje Carrera y la calle Salvador Reyes.

Eran dos construcciones idénticas de madera, que por sus revestimientos evidenciaban que fueron construidas de forma prefabricada o con un sistema industrializado de montaje. Principalmente debido a la modulación de sus muros.

Fotografía de la fachada de uno de los chalets, con su porche de acceso. Foto de Claudio Galeno, 2007.

La composición de fachadas y de la organización interior eran prácticamente simétricas. Los recintos que daban a calle Carrera, laterales al proche de acceso, tenían bow windows y eran recintos más públicos de los chalets, sala de estar y sala de oficinas. En una vista lateral, de una fotos del año 2009, se puede ver esos bow windows y se ve también que esos recintos frontales, ocupaban el largo del primer módulo de la cubierta.

 

En un plano de 1925 se puede ver que los dos predios ocupaban la manzana 602, y en eran vecinos (por el patio trasero) con el Lawn Tennis Club. El pasaje Carrera aún no existía.

Detalle de plano de predios de 1925. En rojo los predios de los chalets. Archivo Claudio Galeno.
 

Luego, en una foto aérea de 1930, se pueden ver los dos chalets, con amplias cubiertas. A su lado sur, una palacete, que más tarde fue la sede de Telenorte, el canal de televisión de la Universidad del Norte, sitio que hoy en día ocupa el Hotel Ibis. Además atrás de las casas se distingue el club de tenis.

  
Detalle de fotografía aérea de 1930. Archivo de Postales de Claudio Galeno.  

A fines de los años 60, mis abuelos maternos: Raúl Ibaceta Kuhl y Ana Fernández Robledo, vivía en una de esos chalets. Obviamente con mi madre: Alicia Ibaceta y mis tías: Ana y Adriana, y mi tío Raúl. En el chalet del lado norte vivía la familia del doctor Ziede. 
 
Mi madre se puso de novia y se casó con mi padre: Raúl Galeno Rojas, en ese chalet. Algunos registros de ese evento, permiten ver la casa en uso. Primero, se ven mi madre y padre, luego de la boda saliendo por el porche, y se distingue la modulación de los muros de madera.

Registro del casamiento Galeno Ibaceta en 1968. Archivo familia Galeno Ibaceta.

En otra fotografía se puede ver el amplio pasillo interior que recorría la casas desde el acceso hasta la terraza que había en la parte posterior, hacia el club de tenis. En un espacio muy alto y ancho, ya que está gran parte de los invitados, y los novios bailan en ese espacio.
 
Registro del casamiento Galeno Ibaceta en 1968. Archivo familia Galeno Ibaceta.

En otras fotografías en blanco y negro del álbum oficial del evento, se pueden ver los invitados en la terraza que quedaba en la parte posterior del chalet. Aunque había una puerta central que daba a ese espacio, otra puerta desde la cocina daba directamente a ese lugar, como se ve en la primera foto, donde detrás de la mesa de invitados, está mi abuela Irma Rojas Gallo y mi tía Silvia Fernández Cuellar afuera de esa puerta.
 
Registro del casamiento Galeno Ibaceta en 1968. Archivo familia Galeno Ibaceta.

Registro del casamiento Galeno Ibaceta en 1968. Archivo familia Galeno Ibaceta.

En esa terraza estaban parte de las mesas de invitados, y en la segunda foto, en el borde izquierdo, se ve parte del pasamanos de una empinada escalera que conducía a un altillo sobre la terraza.

Sobre la distribución de la casa: Desde la calle, estaba el porche (se ve en las fotos). Al entrar había al centro un pasillo muy ancho (también se ve en una de las fotos). Al entrar, a la derecha del pasillo, había una sala de estar grande, que por afuera tiene los dos bow windows. A mano izquierda del pasillo, otro recinto que se usaba como escritorio.

Siguiendo por el lado izquierdo del pasillo, luego del escritorio, seguían dos dormitorios, y luego el comedor y una cocina muy grande al final.

Por el lado derecho del pasillo, luego del living, había dos baños grandes, uno al lado del otro.  Y a continuación dos otros dormitorios.

Al final del pasillo, había una puerta que daba a una terraza exterior, con suelo de madera, y con rejas alrededor. En la foto del pasillo se ve el fondo con una puerta y ventanas que daban a una terraza que tenía la casa por atrás.

Después de la terraza se bajaba al resto del patio, que era grande. Si dice que se bajaba, era que estaba más alta la terraza que el patio. De hecho esos terrenos tienen un desnivel bien pronunciado hacia atrás.
Desde la cocina, por una puerta, también se podía salir a esa terraza. La terraza tenía una escalera bien empinada que llevaba a un pequeño segundo piso sobre una parte de la terraza.

Los murales y estatuas que se han perdido en Antofagasta, La Estrella, 29 de marzo de 2025

Vía La Estrella.

En los últimos 15 años al menos cinco obras urbanas tradicionales fueron destruidas o estropeadas.

Por Cristian Castro.

En los últimos 15 años, al menos cinco grandes esculturas y murales que decoraban los espacios públicos de Antofagasta han desaparecido o se han estropeado por efecto del desgaste o la directa acción humana.
Por ejemplo, el monumento al minero y el pescador del escultor Avelino Sanhueza que se ubicaba en un bandejón frente al balneario municipal. Esta escultura inaugurada en 1979 desapareció súbitamente de su base en diciembre de 2012.

También está la destrucción del monumento al bombero de avenida Brasil, el cual cedió por efecto de la fatiga de material en octubre de 2016. Hoy, solo se mantiene su pedestal.

A fines de 2019, en el contexto de las movilizaciones se arrancó de cuajo una estatua que representaba a la figura del monseñor Luis Silva Lezaeta, instalada en plena Plaza Colón.

Al igual que la estatua del bombero, solo le sobrevive la base.

Los murales han sufrido suerte similar. Dos obras urbanas del fallecido artista plástico Juan Salva fueron sobrepintadas. La primera fue un trabajo hecho en el frontis de la Feria Modelo que fue tapado con pintura en agosto de 2019, y el segundo fue un relieve apostado en la cara sur del Puerto de Antofagasta, que fue recubierto con pintura azul y gris en 2021.

HISTÓRICOS

Pero hay al menos una decena más de estas creaciones que se perdieron de las postales urbanas en el remoto pasado.

Al respecto el arquitecto y académico de la Universidad Católica del Norte, Claudio Galeno Ibaceta, explica que "una de las que más lamento su pérdida es la escultura monumental de Juan López, que estaba frente al Hotel Antofagasta, obra de Osvaldo Ventura. Era una pieza moderna muy estilizada que representaba a López sobre su bote el Halcón. Otras que eran muy interesantes, era el Monumento de la Colonia Alemana, que estaba en la Plaza Sotomayor, y que fue regalada por esa colonia en el Centenario de la República".

También agrega que "otra pieza muy interesante era la escultura de los Gladiadores regalado por la Colonia Griega, también en el Centenario, y que fue puesta en la Plaza Centenario, el primer módulo del Parque Brasil. Hoy en día solo la base sobrevive y fue reubicada a un costado del parque en la reciente remodelación".

DESTINO

Galeno cuenta que muchas de estas esculturas lisa y llanamente se perdieron para siempre. 

"La mayoría terminaron destruidos. El de Juan López del Hotel, cuando hicieron las obras de ampliación de la avenida, lo estaban trasladando de mala manera, y a la grúa que lo cargaba se le cayó y se quebró. El monumento alemán, en vez de ser preservado y restaurado, cuando se hizo la remodelación de la plaza por el año 2001, fue demolido y solo se recuperó una figura que ahora está sobre una columna de cobre en la plaza", explica.

No obstante, el arquitecto no pierde esperanzas "Creo que se podría buscar donde fue a parar el de los Gladiadores de los griegos, que puede que la colonia lo tenga guardado. Asimismo los murales del aeropuerto del pintor Ronald Clunes, deberían ser recuperados. O los tienen los del MOP o los ele la aeronáutica".

29.3.25

Los mapas que imaginan

Vía El País.

La relación entre lo posible y lo imposible ha marcado la historia de las Américas, desde la toponimia hasta la mitología.

Por  Sergio Ramírez / 29 MAR 2025 - 01:00 CLST

 

En la Galería de las Colecciones Reales hay un mapa que el virrey del Perú encargó en 1615, en tiempos de Felipe III, a Lucas de Quirós, en el que se muestra, acostada, toda la parte sur del continente americano.


La cartografía trataba de fijar un territorio inconmensurable, que seguía siendo demasiado huidizo e incomprensible para que sus misterios no se desbocaran hacia el prodigio y las invenciones; de allí que Felipe II mandara componer en 1569 una serie de mapas y portulanos que, por exactos, fueran de buen servicio a la navegación de la flota española, asediada por los holandeses primero, y los ingleses armados en corso después. Mal podría defenderse la corona con mapas mentirosos.

Para los cartógrafos que se asomaban al abismo de los mares vacíos y los cielos desconocidos, la invención se volvía una tentación constante. En el mapamundi elaborado en 1500 por el piloto Juan de la Cosa, donde el Nuevo Mundo aparece por primera vez, coloreado de verde esmeralda, figura de manera prominente la isla del preste Juan, descendiente de los Reyes Magos, vigente desde el tiempo de las Cruzadas.

Más de un siglo después, en 1770, Juan de la Cruz Cano recibió el encargo de Carlos III de elaborar un mapa de la América del Sur. Gastó años y todos sus recursos en cumplir con la comisión real, y el resultado fue de una perfección como nunca antes se había visto.

Pero la perfección fue su ruina. Era tan exacto que servía de prueba para demostrar que España tomaba como suyos territorios que correspondían a Portugal. Así que, por verdadero, fue prohibido, y las planchas de impresión secuestradas.

Las novelas de caballería dieron pie para nombrar territorios que iban surgiendo de la nada para asentarse en los mapas. California, la isla de la reina Califa de Las sergas de Esplandián. O Patagonia, por el gigante Patagón, de Primaleón, pues Antonio de Pigafetta, quien acompañó a Hernando de Magallanes en su expedición alrededor del mundo, atestigua que vio allí gigantes.

Y el Amazonas, nombrado así por Francisco de Orellana porque en medio de la selva le salió al paso una tropa de mujeres aguerridas que le opusieron resistencia en su avance, igual a las que combatieron a Hércules en las riberas del mar Negro.

Lo que se quería ver pasaba a ser lo realmente visto. Esternocéfalos, que tenía los ojos, la boca y la nariz en el pecho, y hombres de un solo pie, que ya están en los escritos de San Isidoro de Sevilla, que clasificó a los seres fantásticos en portentos, ostentos, monstruos y prodigios.

Una corte de mentirosos, como una corte de los milagros, sacados de los retablos de Cervantes. Y la historia de América sería desde entonces una novela, o se contaría como una novela, donde la verdad tenía poca cabida, o gozaba de descrédito.

Aquellos que desmentían los hechos imaginados solo ganaban aversiones. Juan Pérez de Ortubia, enviado por Ponce de León delante suyo en la búsqueda de la fuente de la eterna juventud, dijo haber llegado a una isla que tenía “hermosas y cristalinas fuentes… pero que no había agua ninguna con la virtud de transformar los entorpecidos miembros de un anciano en los vigorosos de un joven”. Nadie le creyó.

El emperador Moctezuma previene a Cortés del daño de las exageraciones: “Os han dicho que yo era y me hacía dios...”. Y entonces alzó las vestiduras y le mostró el cuerpo, diciéndole: “Veis aquí que soy de carne y hueso como vos y como cada uno, y que soy mortal y palpable”.

La exageración, entre otras formas de la mentira, pasó a encarnarse en la literatura. Con la independencia, el héroe libertador traspasa los límites de la historia real para entrar en el territorio de la ficción, esa frontera difusa entre realidad e invención donde nace la literatura. Es imposible que se pueda atravesar la cordillera de Los Andes a la cabeza de todo un ejército. Pero es lo que ocurre, con Bolívar y con San Martín. Lo imposible es lo real.

En el texto de nuestras constituciones fundadoras tocamos con las manos la utopía nunca resuelta. Respeto a los derechos individuales, libertad de expresión, igualdad ante la justicia. Podemos leer esas constituciones como novelas, fruto de la imaginación.

La distancia contradictoria entre el ideal imaginado y la realidad vivida, entre el mundo de papel de las leyes y el mundo rural donde se engendra la figura del caudillo, entre lo que deber ser y lo que realmente es, entre modernidad derrotada y pasado vivo, es lo que crea el asombro que primero se llama real maravilloso, y luego realismo mágico.

El reinado de lo arcaico sobrevive en sus esplendores caducos y la historia entrega de cuerpo entero a los dictadores a la novela. Y la historia, que empezó a urdirse en los mapas y a asentarse en los pliegos y los memoriales de los cronistas, será, en adelante, escrita por los novelistas.

 

12.3.25

Seis ciudades chilenas están entre las más contaminadas de la región

Vía Cooperativa.

Miércoles, 12 de Marzo de 2025 a las 07:26hrs. | Periodista Digital: EFE

"La contaminación del aire en Chile es una problemática ambiental y de salud pública que requiere una respuesta estatal urgente y estructural", advirtió Greenpeace.

Chile posee seis de las 15 ciudades más contaminadas con material particulado de América Latina y el Caribe y se ubica en el puesto 62 de 138 países con mayor polución producto de esta materia en suspensión, reveló el Informe Mundial sobre la Calidad del Aire 2024, publicado por la empresa suiza IQAir.

Las comunas más contaminadas son Coyhaique, Pitrufquén, Nacimiento, Victoria, Osorno y Padre Las Casas, localidades concentradas en la zona sur del país donde es habitual la quema de combustibles fósiles y leña, además de la deforestación, los megaincendios, los residuos de los vehículos de combustión y el impacto de las industrias extractivas.

En total, IQAir analizó los datos de más de 40.000 estaciones de monitoreo de la calidad del aire en 8.964 ciudades de todas las regiones de mundo, específicamente la información vinculada a la presencia de material particulado 2,5, el más peligroso para la salud por la suspensión imperceptible de elementos sólidos y líquidos en el ambiente que generan diversas patologías respiratorias.

"La contaminación del aire en Chile es una problemática ambiental y de salud pública que requiere una respuesta estatal urgente y estructural. Si bien factores naturales agravan el problema, la mayor parte de la contaminación proviene de fuentes antropogénicas, como el transporte y la quema de leña para calefacción y cocina, que en algunas ciudades del sur representan más del 80% del material particulado fino (PM2.5)", dijo a EFE la vocera de la ONG Greenpeace, Silvana Espinosa.

"La falta de acceso a sistemas de calefacción limpios y eficientes perpetúa esta crisis, exponiendo a la población a niveles peligrosos de contaminación. Frente a esta realidad, el Estado debe actuar con medidas concretas y ambiciosas, promoviendo la transición hacia energías más limpias para la calefacción domiciliaria, regulando con mayor fuerza las emisiones del transporte y la industria, e invirtiendo en monitoreo y gestión de calidad del aire", subrayó Espinosa.

A nivel latinoamericano, Chile también se sitúa como uno de los más expuesto a la contaminación de aire, ubicándose sexto en un ranking de 28 países, detrás de Perú y por sobre Colombia (11) y Argentina (17).

Si bien en el informe de IQAir se consigna una baja en la concentración promedio anual de material particulado en Chile, pasando de 18.8 microgramos por metro cúbico (µg/m³) en 2023 a 16.6 µg/m³ en 2024, aún está lejos del estándar internacional trazado por la Organización Mundial de la Salud (OMS): 5 µg/m³.

"A pesar de las dificultades económicas y estructurales, no se puede seguir postergando la implementación de políticas que protejan la salud de la población y reduzcan la carga ambiental de la contaminación. La urgencia de esta situación demanda voluntad política, coordinación intersectorial y un enfoque basado en justicia ambiental, donde las comunidades más afectadas sean las primeras en beneficiarse de soluciones reales y efectivas", subrayó la vocera de Greenpeace.

8.3.25

El vuelo espacial “solo para mujeres” de Jeff Bezos para su prometida y Katy Perry banaliza la lucha de las astronautas

La compañía del magnate compara su vuelo de 11 minutos con la hazaña de Valentina Tereshkova, una de las muchas profesionales que se ha ganado su sitio a pulso en la carrera espacial.

Vía El País.

Por  Javier Salas / 08 MAR 2025 - 01:20 CLST

“Esta es la primera tripulación compuesta solo por mujeres desde el vuelo espacial en solitario de Valentina Tereshkova en 1963”. Así vende Blue Origin, la compañía espacial de Jeff Bezos, su próximo viaje. Tras lanzar a 100 kilómetros de altura al montañero español Jesús Calleja, el siguiente viaje contará con seis mujeres a bordo: la cantante Katy Perry, la periodista —y prometida de Bezos— Lauren Sánchez, la presentadora de televisión Gayle King, la ingeniera aeroespacial Aisha Bowe, la activista contra la violencia sexual Amanda Nguyen y la productora de cine Kerianne Flynn. Bezos, con una imagen pública en entredicho por sus acercamientos a Trump, se hace una foto feminista. Mientras Amazon da marcha atrás a sus iniciativas de diversidad e inclusión, Bezos finge mirada de género.

Ellas solo harán un viaje de 11 minutos, como Calleja o el propio Bezos, que hizo el primero de este tipo de vuelos con su nave New Shepard. Arriba pasarán unos 200 segundos experimentando la sensación de baja gravedad; y ya, de vuelta a tierra. Blue Origin ya ha repetido diez veces este lanzamiento suborbital sin problemas y, a efectos prácticos, es como una gigantesca atracción de feria. Los tripulantes solo tienen que sentarse dentro de la cápsula y disfrutar: ni palancas, ni controles, ni volantes. Como las 52 personas que ya ha lanzado Bezos del mismo modo, ni hacen nada ni tienen nada que hacer. Cosquilleo, selfis, lágrimas y a casa.

Cuando Tereshkova se subió a bordo de la Vostok 6 en 1963, solo 11 personas habían ido al espacio en apenas dos años de arriesgadísimos vuelos. Ahora ya vamos camino de los 700 viajeros espaciales en seis décadas de lanzamientos. La rusa, que cumplió 88 años el miércoles, dio 48 vueltas a la Tierra durante tres días, más tiempo que todos los vuelos estadounidenses tripulados juntos hasta ese momento. Tereshkova tuvo que intentar rectificar a mano un fallo en la trayectoria de la nave espacial, sufrió dolores por las estrecheces de la cápsula, y vómitos y frío por las condiciones extremas. Katy Perry, Bezos y Calleja solo tienen que disfrutar. Sigue siendo una actividad arriesgada, ojo con banalizarla: mandar humanos al espacio es peligroso, pero subir a la New Shepard no te convierte en astronauta. Poner a esas turistas espaciales en el mismo plano que a Tereshkova es considerarse un chef por echarle ketchup a la hamburguesa.

La comparación de Blue Origin con la astronauta rusa es ridícula, pero roza incluso lo insultante hacia las mujeres que de verdad se dejaron —y dejan hoy— la piel para avanzar en una industria increíblemente machista. Las mujeres ya son astronautas de primera a pesar de las estructuras de poder de las agencias espaciales. Que siempre las ningunearon hasta que tocó utilizarlas para marcarse un tanto feminista, y después volver a ningunearlas en cuanto ponían el pie en suelo firme.

La Unión Soviética de Tereshkova no fue muy distinta. La llamaron “Gagarin con falda” y no volvió a volar después de su heroicidad. Decenas de cosmonautas rusos volaron en las décadas posteriores hasta que llegó la segunda mujer en el espacio, Svetlana Savitskaya, que solo viajó en una Soyuz en 1982 porque Estados Unidos había anunciado que Sally Ride volaría en 1983. A Savitskaya, sus compañeros de vuelo la recibieron en órbita mandándola “a la cocina” de la nave: “Tenemos un delantal preparado para ti, Sveta”. A Ride le preguntaron si necesitaba maquillaje espacial o si lloraba bajo presión.

La URSS tenía su foto y EE UU también tenía la suya. Pura propaganda de supuesta reivindicación de las mujeres que ahora se denomina con un término en inglés: purplewashing. El ejemplo más sangrante es el de Rayyanah Barnawi, científica de 33 años, que en mayo de 2023 se convirtió en la primera mujer astronauta de Arabia Saudí. Uno de los países más misóginos del mundo, dirigido con mano de hierro por Mohamed bin Salmán, entraba en la selecta decena de países con mujeres espaciales. El sátrapa se puso la medalla y posó dándole la mano a Barnawi.

Las mujeres no necesitan que las pongan en el espacio, nunca lo han necesitado: se lo ganaron solas. Lo hicieron las Mercury 13, las pioneras que fueron apartadas en los inicios de la carrera espacial aunque superaban a los hombres en las pruebas. Lo hizo Peggy Whitson al convertirse en la astronauta estadounidense —hombre o mujer— con más tiempo acumulado en el espacio: 675 días en órbita. En ese ránking, la segunda persona es Suni Williams, que actualmente es la comandante de la Estación Espacial Internacional, que superará los 600 días fuera de la Tierra la próxima semana y a la que Trump y Musk se olvidan de dar crédito cuando la califican de “abandonada en el espacio” y hablan de su “rescate”.

Se lo ganaron solas Jessica Meir y Christina Koch, las primeras en realizar juntas un paseo espacial solo de mujeres, a pesar de que la NASA tuvo que cancelar un primer intento por no tener dos trajes disponibles para ellas. También la italiana Samantha Cristoforetti (370 días en órbita) y la rusa Elena Serova al convertirse en las dos primeras mujeres europeas en coincidir en el espacio. Y así un largo etcétera, hasta el centenar de mujeres que han salido de la Tierra currándoselo. Eso son logros reales de las mujeres en el espacio, ganados con su propio esfuerzo y talento, frente a una campaña publicitaria organizada por un billonario desatado.

Mientras Bezos manda señales de simpatía hacia las políticas reaccionarias de Trump, las dudas acechan al programa Artemis de la NASA, que pretende volver a pasear humanos por la Luna. Salvo que Trump tome otra decisión misógina, el plan es que uno de ellos, por primera vez, sea una mujer. Se trata de una decisión claramente política de la anterior Administración, convencida, como muchos, de que la discriminación positiva no va en contra de la meritocracia. Solo repara una exclusión sexista y deliberada que ha durado décadas y, además, los astronautas con mejores marcas de la NASA —como Whitson y Williams— resulta que son mujeres. Si el Gobierno de Pedro Sánchez pusiera toda la carne en el asador para que Sara García, astronauta suplente de la Agencia Espacial Europea, vuele al espacio cuanto antes, también sería una decisión política. Pero el currículum y la preparación de García, científica del CNIO y deportista incansable, están fuera de toda duda. Y como la española, ahora mismo, muchas mujeres estudian y entrenan duro para ganarse un pasaje al espacio. No necesitan un novio billonario para compararse con Valentina Tereshkova.

2.3.25

"Desierto Adentro" de Bernardo Tolosa Cataldo, de 1970, y la difusión del patrimonio cultural del interior de la región de Antofagasta

 


Desierto Adentro es un pequeño libro de 1970 (Imprenta El Salar), publicado por el arqueólogo autodidacta Bernardo Tolosa Cataldo, quien era el director y creador del Museo Arqueológico de la Universidad del Norte en Antofagasta.

Tolosa junto a una serie de pioneros, como Ingeborg Lindberg y el arquitecto Carlos Contreras (ver blog Eco-Antropología de Horacio Larraín y equipo), impulsaron investigaciones y la difusión del patrimonio regional.

pp.14-15

El libro que brevemente va exponiendo los diversos lugares de la región de Antofagasta, es una suerte de guía del desierto de Atacama, presentando las particularidades de cada lugar, e incluyendo un plano.

Fotografía en p.13.

El libro, en su tercera edición, tiene una portada magnífica, a partir de una foto del Valle de la Luna, hecha por el mismo Tolosa.

pp.2-3.

 

Ese es un asunto especial de esta "guía" del desierto, que cada breve relato está acompañado en su mayoría, por fotos hechas por el mismo Tolosa, de hecho en varias se puede ver su firma en la esquina inferior. La publicación, en algunos casos, incluye algunos dibujos muy buenos, de los cuales no se indican su autor, pero claramente, por la precisión de las perspectivas, están hechos a partir de fotos.


pp.4-5.

pp.6-7.

pp.8-9.

pp.10-11

pp.12-13.

 
pp.16-17.

pp.18-19.


pp.20-21.

pp.22-23.

pp.24-25

pp.26-27.