Vía El País
El arquitecto Shigeru Ban (Tokio, 1957) es consultor de las Naciones Unidas para los Refugiados y dirige la ONG Voluntary Architects' Network (VAN), especializada en viviendas temporales para poblaciones en zonas de desastre, adonde acude para construir habitáculos. El viernes dio una conferencia en el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) donde explicó sus métodos, antes de volar a Japón para intervenir en los lugares donde se concentran los desplazados por el terremoto y el tsunami.
Pregunta. ¿Cree que después lo sucedido deben revisarse las normas de edificación?
Respuesta. Ningún edificio construido después de 1981 se derrumbó a causa del terremoto. En ese año se cambiaron las normas de edificación. Otra cosa es el tsunami. En este sentido, lo que habrá que cambiar son los planes urbanísticos de las ciudades. Deberán construir edificios de ladrillo, de al menos cuatro pisos de altura en las costas, que funcionen como un muro, para proteger los demás edificios. No estoy muy seguro de que sea algo bonito, pero es lo único que funcionaría. Este tipo de edificios no sólo protegerían a los demás, sino que permitirían a la gente escapar a las terrazas.
P. ¿Qué soluciones propondría usted ahora para dar cobijo a la gente desplazada?
R. Más de medio millón de personas se encuentra en grandes pabellones deportivos, bajo grandes cúpulas, y tendrán que seguir allí dos o tres meses hasta que las viviendas temporales estén listas. Van a estar en una situación en la que no hay privacidad, todas familias duermen juntas... es una situación muy dura para esta gente, mentalmente, psicológicamente, por lo que vamos a instalar un sistema a base de tubos de cartón duro y papel, que permite crear espacios individuales bajo el techo de los pabellones, que se pueden levantar durante el día. Es un sistema que he desarrollado para Naciones Unidas y que se utiliza en campos de refugiados adaptado a cada situación.
P. Este terremoto de nivel 9 en Japón y el subsiguiente tsunami pueden haber causado la muerte de unas 15.000 personas, mientras que el de Haití, mucho menos potente, se saldó con cientos de miles de muertos. ¿Qué reflexión hace como arquitecto?
R. Los terremotos no matan gente. Los escombros de los edificios son los que matan gente. No estamos hablando de un desastre natural, sino de un desastre provocado por el hombre. El tsunami, por supuesto, es otra cosa, pero los efectos de los terremotos son responsabilidad de los arquitectos. Los últimos terremotos, como el de Chile, muestran que el país estaba bien preparado en términos de normativa, y también el de Nueva Zelanda del mes pasado, donde por cierto hubo un par de edificios que se desplomaron y provocaron muertes pero fue porque el propietario no había hecho las reparaciones que le exigieron los ingenieros municipales. Un crimen.
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