Vía El Mercurio de Antofagasta, 21 de febrero de 2018.
COSTOS. Dueños de monumentos históricos o nacionales no los pueden intervenir sin la venia del CMN, pero tampoco reciben apoyo económico de la institución.
Por Cristian Castro Orozco
En enero del 2016, las casas Dauelsberg y Cable West Coast, ubicadas en la esquina de las calles Bolívar y Washington, fueron declaradas por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) como monumentos -valga la redundancia- en la categoría de históricos.
La comunidad lo celebró porque ambas casonas estaban amenazadas de desaparecer bajo los dientes de rugientes retroexcavadoras. A dos años del acontecimiento, los inmuebles siguen ahí, pero más allá de estar protegidas por "el decreto", no reciben mantención alguna y tampoco nadie ha hecho algo para estimular su ya reconocido atractivo histórico.
Un caso más cercano. El 7 de febrero fue declarado también como monumento, esta vez nacional, el edificio del ex Teatro Nacional de Antofagasta. La comunidad nuevamente celebró, agrupaciones patrimoniales y vecinos dieron vítores por este reconocimiento. Tal vez los dueños no tanto, y por varias razones.
Controversia
Ocurre que estos, ahora, patrimonios no son públicos, sino privados, por lo que el o los dueños legítimos de estas construcciones deberán responder ante la nueva categoría jurídica que ostenta su propiedad.
Vale decir, si quieren ampliar, pintar, excavar o derribar una casa, y ésta se halla en un listado de monumentos, antes siquiera de pensar en clavar la pared, deben consultar al CMN y hacerlo bajo sus directrices (de más está decir que derribarla está prohibido).
Una pequeña digresión. Cuando el Kiosco de la Retreta de la Plaza Colón fue reinaugurada en septiembre de 2016 (catalogada como Monumento Histórico) y a los días fue rayado, la municipalidad no podía simplemente repintarla, sino que primero tuvo que hacer la tramitación para obtener la venia del CMN, y ahí, recién, poder intervenirla.
Categorías
El CMN reconoce cinco tipos de zonas protegidas. "Monumentos históricos", tiene que ver con propiedades o inmuebles; "Monumentos públicos", o sea, objetos u ornamentaciones en calles o plazas; "Zonas típicas", como un conjunto de bienes patrimoniales (por ejemplo, el casco histórico de Antofagasta); "Santuarios de la naturaleza" y "Monumentos arqueológicos".
Estos dos últimos no están en la zona urbana. Los tres primeros sí. La secretaria técnica del CMN, Ana Paz Cárdenas, explica lo que se debe considerar en el caso de que una propiedad sea fichada como monumento.
"(Para) toda modificación como ampliación, restauración de un monumento, se necesita pedir autorización al CMN, según la Ley 17.288, para poder preservar los valores y atributos del bien. Desde 2017 se debe crear para cada Zona Típica un reglamento, que tiene como función agilizar estos trámites de intervenciones menores, para que cuando un vecino, por ejemplo, quiera pintar su vivienda, utilice los colores que han acordado según su comunidad, en base a los valores y atributos del conjunto y tener que consultar al CMN".
Asimismo, si el propietario quiere vender el inmueble, puede hacerlo. Pero la prioridad de compra la tiene el Estado de Chile.
Apoyo económico
Cárdenas también asegura que por ley "el CMN no dispone de recursos para la conservación de los inmuebles. Pero entran otros organismos del Estado que pueden ayudar en su conservación, como es el Ministerio de Obras Públicas, la Subdere con su programa de Puesta en Valor del Patrimonio, Consejo de la Cultura y las Artes, Banco Interamericano de Desarrollo, Ministerio de Vivienda y Urbanismo con su programa Quiero Mi Barrio, Ministerio de Desarrollo Social, Gobiernos Regionales y gobiernos locales".
Finalmente, dice que el beneficio para los propietarios de un monumento nacional es que al postular a fondos del Estado, se tiene más puntaje, en comparación con un inmueble o zona de conservación histórica.
Tramitación
El arquitecto y académico de la UCN, Claudio Galeno, dice que si bien muchos edificios de Antofagasta son antiguos, no son necesariamente históricos.
"Obviamente no todo lo podemos estar declarando como monumento histórico, pero un edificio que pueda ser considerado como tal es aquel que representa ciertas manifestaciones o acciones de la historia de la comuna".
El académico dice que como ejercicio, se deben separar aquellos inmuebles por su contribución, es decir, los que hayan sido de uso administrativo, público, de salud, educacional, comercial o industrial.
Por último, la directora del Museo Regional de Antofagasta, Nancy Montenegro, se pregunta: "Después de que un inmueble pasa a monumento histórico ¿quiénes se hacen responsables de ese bien? ¿Quién da las garantías de que pueda perdurar?".
Estos lugares esperan ser declarados monumentos:
Cementerio General de Antofagasta
De ser declarado como monumento, obviamente estaría en la categoría de "funerarios". Este espacio fue habilitado por el municipio, entonces boliviano, alrededor de 1875, o al menos, de ese tiempo se tiene registrado que comenzaron a sepultarse los primeros cuerpos. Después la zona fue cerrada perimetralmente con un cerco blanco y ya en tiempos de soberanía nacional, para el centenario de la primera Junta Nacional (1910), la colonia China residente donó la cúpula que actualmente la corona y recibe a la comunidad. El cementerio municipal no solo destaca por su historia, sino por lo rico de su arquitectura interna, expresada en las miles de tumbas que en él se encuentran.
Antigua estación de trenes de calle Valdivia, el más emblemático:
Así es, no es novedad que esta casona aparezca en este listado de los inmuebles que esperan ser declarados históricos. Su arquitectura llama la atención de todo el que la conoce (no es exageración). Grupos en redes sociales y también patrimoniales se han movilizado y hecho campañas para que este espacio sea rescatado (lo que se entiende como que sea reparado y abierto al uso público), ya que es propiedad del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia (FCAB). El arquitecto Claudio Galeno destaca que la estación data de inicios del Siglo XX, y que el Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia encomendó al arquitecto británico Arnold Mitchell el diseño de dos estaciones de pasajeros. El encargo se realizó en 1913, en el contexto del fin de las obras de ferrocarril longitudinal. En la actualidad, el edificio se halla con sus ventanas rotas, pero desde la empresa FCAB aseguraron anteriormente a este medio que se tienen contemplados planes de restauración, no obstante no se especificó si este llegaría a ser abierto a la comunidad.
Casa Fundación Alonso Ovalle:
Tal vez la más desconocida de la lista. Este lugar se encuentra en el sector norte de Antofagasta, en las inmediaciones del Jumbo Norte. El lugar habría sido diseñado por la arquitecta Glenda Inés Kapstein Lomboy, quien falleció en 2008. En el blog del arquitecto Claudio Galeno destaca que "el concurso para la Casa de Ejercicios Espirituales se organizó al interior de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Norte en 1989. La propuesta vencedora fue proyectada por los arquitectos Glenda Kapstein y Osvaldo Muñoz. El proyecto consolida la tesis del espacio intermedio que Kapstein había investigado como una característica de la arquitectura del norte chileno".
Algunos edificios ya catalogados como históricos por CMN:
Casa Abaroa: El CMN indica que fue construida en 1920 por el arquitecto español Jaime Pedreny bajo el encargo del empresario Andrónico Abaroa. Se ubica en el límite poniente del Parque Brasil y por algunos años fue utilizada por el Estado. Actualmente se espera un proyecto que la modernizaría.
Primera compañía: Albergó el primer edificio de la Compañía de Bomberos de Antofagasta en 1875, bajo la administración boliviana. Este espacio está considerado como uno de los últimos palacios neoclásicos que existen en la ciudad. El cuerpo principal del edificio está construido a partir de hormigón estructurado.
Casco histórico: En este espacio coexisten en perfecta armonía el edificio de la exAduana (hoy, Museo Regional) la exGobernación Marítima (hoy, perteneciente a la Dibam) y el edificio del exResguardo Marítimo. Frente a ellos, el muelle histórico de Melbourne and Clarke forman todo el patrimonio del casco viejo.
Escuela de Niñas: Ubicada en la calle Condell 2485, el edificio ahora alberga al Teatro Pedro de la Barra. Pero data de fines del Siglo XIX, época que fue un colegio de niñas. Lo desconocido es que en este lugar se le hizo una fiesta de recibimiento al primer Presidente de Chile que visitó Antofagasta, José Manuel Balmaceda.
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