19.8.09

UN VIAJE MUSICAL, ANTOFAGASTA Y LA RADIOTELEFONÍA. TELL MAGAZINE, 26 MAYO DE 2009.

© Archivo Claudio Galeno

El 12 de octubre de 1920 el vapor Taltal navegaba rumbo a Valparaíso. Pasajeros y tripulantes no se dieron cuenta cuando atravesaron las temidas “alturas de Coquimbo”. Como filo de cuchilla la quilla cortaba las aguas avanzando hacia su destino.

El Capitán y los oficiales, en la cabina de mando, hacían planes para el desembarco en el puerto. El telegrafista aguzaba su oído para recepcionar el lenguaje Morse que había prolongado su silencio más de lo normal. De repente una voz resonó en la sala: “les habla Jaime Pedreny para que se reporten del viaje. No se sorprendan que en lugar del Morse estén escuchando mi voz, trasmitida desde mi oficina en Antofagasta. Hoy hemos logrado reemplazar los puntos y las rayas por nuestras voces. Así será desde ahora. Estamos tan contentos que queremos compartir nuestra alegría con ustedes... Hagan todos los cambios para que los pasajeros escuchen música. Harán el viaje acompañados por una selección de las mejores zarzuelas ¡Buen Viaje!”.

Así se dio inicio en Chile a las trasmisiones radiales.

UN CATALAN PROGRESISTA

¿Quién fue Jaime Pedreny Gassó, el hombre que cubrió las distancias trasmitiendo su voz desde Antofagasta? Jaime nació en España, en Sorreal, Tarragona, en 1888. Con juveniles 18 años llegó a Antofagasta., trayendo en su corazón los verdores de su tierra y en su cabeza el ideario socialista.

La ciudad y la región vivían la prosperidad del boom salitrero. Los puertos se hacían estrechos para recibir numerosos barcos y veleros destinados a transportar salitre, tanto que un coterráneo de Jaime, Matías Granja, construyó un puerto al lado sur de la ciudad; Coloso.

La población crecía con rapidez, superando a Iquique. Jaime vio en la construcción una actividad que le permitiría vivir. Construyó dos edificios emblemáticos: la Intendencia (que se incendió) y la Casa Consistorial (actual Casa de la Cultura), junto a la arabesca Casa Jiménez y el Mercado Municipal, entre otros.

Asociado a una empresa naviera, se transformó en armador del vapor Taltal. Fue esta actividad la que lo puso en contacto con la trasmisión de mensajes en el lenguaje Morse y le surgió la idea de trasmitir la voz humana con aparatos inalámbricos. Como se dio cuenta de que no era tarea para una sola persona, buscó ayuda y compañía del “gringo” Maxwell Styles, ingeniero jefe de la Compañía de Electricidad. Transformó su hogar en un taller experimental, cubriendo todos los espacios con alambres e instrumentos de radio y electricidad. Allí pensaron, discutieron y experimentaron, ¿cómo reemplazar el lenguaje Morse por voces humanas? El 12 de octubre, por primera vez, sus esfuerzos fueron premiados con el éxito.

PRIMEROS EN CHILE

Hasta hoy insisten que fue en Santiago donde por primera vez se realizó una trasmisión radial. Ufanos, detallan la historia de ese evento: el 19 de agosto de 1922 el ingeniero Enrique Sazié y el profesor Arturo Salazar, desde el edificio del diario El Mercurio Santiago, emitieron la primera audición radial inalámbrica, con la marcha de la Primera Guerra Mundial “It’s a long way to Tipperary”.

Sin embargo, dos años antes –en 1920– tripulantes y pasajeros del vapor Taltal viajaron hasta Valparaíso acompañados musicalmente por la selección de zarzuelas que había preparado y difundido Jaime Pedreny desde su hogar en Antofagasta. Jaime estaba casado con Matilde Palma Severino, hogar donde nacieron Jaime, Herme, Horus, Isis e Yryne. Desde 1941, los restos mortales de Jaime descansan en el Cementerio General de la ciudad.

En el título el link a Tell Magazine.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario