'Performer', crítico y teórico, el artista estadounidense abrió nuevos caminos a la creación en red
Por Roberta Bosco, 23 ENE 2014.
Nadie lo hubiera dicho viendo sus obras, pero Douglas Davis (Washington, 1933) ya tenía 80 años el pasado 16 de enero, cuando falleció en Nueva York. Artista, crítico, docente y escritor, fue precursor de lo que se dio en denominar new media art y en 1994 firmó una de las obras que marcan el comienzo del net.art o arte en Internet, The world's first collaborative sentence, actualmente conservada en la colección del Museo Whitney de Nueva York.
Su trayectoria inició en los sesenta, pero el éxito le llegó en 1977 gracias a un trabajo inolvidable: The last nine minutes, que se estrenó durante la Documenta 6 de Kassel, en el marco de un proyecto realizado junto con Joseph Beuys y Nam June Paik. Adelantándose a la era del conocimiento compartido, los tres artistas dejaron libre la reproducción de la obra, un ejemplar de la cual forma parte de la colección del Reina Sofía. El centro madrileño posee también una de las primeras obras de Davis, Video against video, una proyección de 1975 en blanco y negro y color, sin sonido.
En 1994 Davis creó para la exposición InterActions, organizada por la Lehman College Art Gallery del Bronx, The world's first collaborative sentence, una de las tres obras emblemáticas de 1994 que —junto con The Mercury project de Ken Goldberg y The file room del español Antoni Muntadas— establecen un eje fundamental de la génesis del arte en Internet. La obra, estructurada como una performance textual y gráfica en la que todos pueden participar a través de Internet, fue un éxito y durante los seis años siguientes más de 200.000 personas en doce idiomas contribuyeron a enriquecer “la frase colaborativa más larga del mundo”.
“A pesar de parecer un texto plano, The sentence fue un proyecto visionario que anticipó las plataformas contemporáneas destinadas a la edición participativa”, explicó hace unos meses Christiane Paul, comisaria de New Media Art del Whitney, con ocasión de la emblemática restauración de la pieza. The sentence, donada al museo neoyorquino en 1995 por los coleccionistas Eugene y Barbara Schwartz, representa una instantánea de la primera era de Internet y un documento vivo de su evolución. Tras la intervención del pasado octubre el Whitney conserva dos versiones: la “histórica”, que ahora solo se puede leer, y la “funcional o live” , que acepta nuevas contribuciones, devolviendo así a la obra sus funcionalidades originales.
Paralelamente a su actividad artística, Davis ejerció durante años de crítico en la revista Newsweek, dio clase en más de 25 universidades y escribió numeroso textos teóricos, en los que destaca el ensayo The five myths of TV power (or why the medium is not the message) de 1993, centrado en la importancia crucial del espectador en la teoría de los medios de comunicación.
Su trayectoria inició en los sesenta, pero el éxito le llegó en 1977 gracias a un trabajo inolvidable: The last nine minutes, que se estrenó durante la Documenta 6 de Kassel, en el marco de un proyecto realizado junto con Joseph Beuys y Nam June Paik. Adelantándose a la era del conocimiento compartido, los tres artistas dejaron libre la reproducción de la obra, un ejemplar de la cual forma parte de la colección del Reina Sofía. El centro madrileño posee también una de las primeras obras de Davis, Video against video, una proyección de 1975 en blanco y negro y color, sin sonido.
En 1994 Davis creó para la exposición InterActions, organizada por la Lehman College Art Gallery del Bronx, The world's first collaborative sentence, una de las tres obras emblemáticas de 1994 que —junto con The Mercury project de Ken Goldberg y The file room del español Antoni Muntadas— establecen un eje fundamental de la génesis del arte en Internet. La obra, estructurada como una performance textual y gráfica en la que todos pueden participar a través de Internet, fue un éxito y durante los seis años siguientes más de 200.000 personas en doce idiomas contribuyeron a enriquecer “la frase colaborativa más larga del mundo”.
“A pesar de parecer un texto plano, The sentence fue un proyecto visionario que anticipó las plataformas contemporáneas destinadas a la edición participativa”, explicó hace unos meses Christiane Paul, comisaria de New Media Art del Whitney, con ocasión de la emblemática restauración de la pieza. The sentence, donada al museo neoyorquino en 1995 por los coleccionistas Eugene y Barbara Schwartz, representa una instantánea de la primera era de Internet y un documento vivo de su evolución. Tras la intervención del pasado octubre el Whitney conserva dos versiones: la “histórica”, que ahora solo se puede leer, y la “funcional o live” , que acepta nuevas contribuciones, devolviendo así a la obra sus funcionalidades originales.
Paralelamente a su actividad artística, Davis ejerció durante años de crítico en la revista Newsweek, dio clase en más de 25 universidades y escribió numeroso textos teóricos, en los que destaca el ensayo The five myths of TV power (or why the medium is not the message) de 1993, centrado en la importancia crucial del espectador en la teoría de los medios de comunicación.
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