"Investigadores de la Universidad de Antofagasta destacan presencia de flora endémica y yacimientos de antigua data."
© El Mercurio de Antofagasta
Sería muy importante que esta nota de prensa se hiciese realidad, desde hace tiempo que se conoce que toda el área de la Península de Mejillones, en el plan regulador de Antofagasta, fue definida como ZONA ZUDC- 05 ZONA DE RESERVA NATURAL Y TURÍSTICA PENINSULA DE MEJILLONES, de hecho desde hace varios años, ojalas se resguarde este paisaje único de larga tradición en asentamientos humanos, y donde hubieron manadas de guanacos que fueron cazados descontroladamente (ver: El mundo animal requiere de más protección y cuidado).
Es impresionante referirse a las formas de ocupación de este territorio desértico, me refiero a los primeros habitantes y su relación con el água. Es en ese sentido que Cerro Moreno es una fuente innestimable de vida. Como se indica en el reportaje de El Mercurio, por un lado existe la flora que abunda en su cima simpre cubierta por la nube a lo que podriamos sumar una vista magnífica desde los alto (para los que hemos estado ahí) y la experienca mágica de estar en la nube, por supuesto que gracias a esa nube hay agua, y se produce una vertiente muy conocida por los exploradores y arqueólogos, ya que fue la fuente de vida de las poblaciones de changos, diseminadas por el entorno del cerro, los yacimientos de antigua data. Los relatos indican temas bastante asombrosos como la descripción de los navegantes, en 1887, que veían como entorno a la cueva de la vertiente entraban y salían los indigenas, o como el famoso pirata Sir Francis Drake se abasteció de agua en esta vertiente, alrededor de 1578. Estas historias las conoce muy bien el antropólogo Horacio Larraín, recomiendo su blog Eco Antropología (ver: Cerro Moreno: Expedición arqueológica en 1964).
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