Por Claudio Galeno-Ibaceta sobre la interacción del arte con la arquitectura, desde Antofagasta y el Norte Grande de Chile. By Claudio Galeno-Ibaceta about the interaction between art and architecture, from Antofagasta and the Large North of Chile.
21.3.12
Mientras tanto en Quillota, la bodega de la siniestrada estación ferroviaría...
Quillota es una ciudad situada en el centro de Chile en la Región de Valparaíso. Desde hace algún tiempo, su Municipalidad anuncia la construcción de un nuevo Centro Cultural en lo que resta de la antigua estación de ferrocarriles (1890) de esa ciudad, que sucumbió en un incendio en junio del 2004. La estación al momento de ese siniestro estaba abandonada desde 1995, cuando se dejó de realizar viajes entre Quillota y Valparaíso.
Lo que queda de esa estación es una bodega que ha querido ser convertida en un nuevo Centro Cultural, bajo un principio ético de recuperación y respeto con el patrimonio ferroviario. Como indica el blog Sobre Rieles, las primeras ideas de principio del 2010, declaraban que el municipio quillotano postularía al Fondo Nacional de Desarrollo Regional, más conocido como FNDR durante el año 2011. Ese proyecto que se postulaba había sido diseñado entre el 2009 y 2010 por la arquitecta Rossina Allegro, que trabajaba en la Seretaría Comunal de Planificación (Secpla):
"el proyecto busca apropiarse de las antiguas bodegas de la Ex Estación de Trenes, reformulando los espacios originales y agregándole un subterráneo que dará cabida a artistas de diversas disciplinas. En total, son 2.800 metros cuadrados -1.200 del edificio original y 1.600 nuevos- los que ganará la ciudad para su cultura, por una inversión de 2.206 millones de pesos."
Allegro buscaba "rehabilitar un edificio existente y típico de la ciudad, como son las bodegas de la Ex Estación, añadiéndole nuevos elementos interiores". Ella declaraba sus correctas intenciones:
“La idea es dejar el edificio, reparar cubiertas, abrir ventanas, alargar un alero exterior dañado, respetar el ladrillo a la vista, y que exteriormente se siga teniendo la visión de una bodega. Por dentro se va a remodelar por completo, como centro cultural que es!".
El diseño que prometía ser cuidadoso, planeaba restaurar el pavimento interior de adoquines y extenderlo al exterior, se realizaría una doble fachada, se incorporaría una cafetería, una sals de exposición itinerante, una muestar permanente de la Escuela de Bellas Artes y una sala multiuso.
Como dice "Sobre rieles":
"Al subterráneo se accederá por una plataforma que contempla dos volúmenes de vidrio, que llevarán a esa segunda planta. Allí habrá baños; área de servicios; tres salas de música de cámara para ensayos y clases; una sala de grabación; una sala de ensayo para danza y teatro; camarines; bodegas; un escenario y una sala de espectáculos (con equipo de cine) para 160 personas. En el exterior, además, se creará una plaza de encuentro ciudadano y 70 estacionamientos, pensando a futuro, en abrir los muros y unir el centro cultural con la Feria Sargento Aldea, como es el anhelo de los feriantes y la autoridad."
En síntesis se prometía un proyecto respetuoso con la preexistencia, que quería poner en valor la memoria. El resultado de ese proyecto, que tenía entre sus promotores el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) se puede ver en estas imágenes publicadas en la página del mismo CNCA:
De hecho ese proyecto concuerda con todo el discurso sobre la memoria. Pero curiosamente ese proyecto no es el que se está licitando este año 2012. Al revés el nuevo proyecto que se ha expuesto en una serie de infografías hechas a partir de un modelo 3d son una aberración arquitectónica que utiliza el edificio patrimonial como una pieza de escenografía dentro de una operación narcicista que superpone el bien patrimonial de la sociedad sobre su hipervoluntad de sobrediseñar la arquitectura, desescalando la nueva obra, y operando sobre las formas con una necesidad creacionista. En este nuevo proyecto, la presencia de la bodega de ladrillos queda evidentemente al margen. Este diseño se contrapone brutalmente con la cuidadosa operatoria del primer proyecto.
Es cuestión de que vean las imágenes, y saquen su propias conclusiones sobre el nivel desechable al que queda remitida la estructura patrimonial frente al despliegue de la gigantesca cubierta que envuelve y domina todo, y a la plaza delimitada por unas insólitas columnas doble ojivales, sin hablar de la mutiplicidad de ejes...
¿Se podrá llegar a algo más excesivo, rebuscado, recargado y indolente que esto? ¿Que ocurrió con el primer proyecto de Allegro?
Al parecer esta pasará a formar parte de un capítulo más de la epopeya del patrimonio chileno.
No deja de ser irónico que las noticias más recientes que ya utilizan las imágenes de esta tabula rasa encubierta aún siguen hablando de rescate de la bodegas, como en la nota "Centro Cultural “Estación Quillota” da importante paso para ser realidad".
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buscando referentes me encontré con este proyecto y está muy interesante
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