8.11.15

Iván Navarro, artista visual: "En Chile hace falta "debate artístico"

Vía La Tercera.



El artista hace un balance de su primera gran muestra en el país, que cierra el domingo en el CA660 con 25 mil visitas.

Denisse Espinoza A.

Queda poco para que Iván Navarro (1972) cumpla con el plazo que él mismo se impuso en su regreso a Chile. Tras instalarse casi un año en la Comunidad Ecológica de Peñalolén, a fines de enero, volverá a Nueva York, donde vive desde 2003. Su idea era desconectarse de su ajetreada vida artística, recargar energías y estar cerca de su familia. Sin embargo, a pocos meses de llegar, Navarro recibió una propuesta que no pudo rechazar: Fundación CorpArtes lo invitó a hacer su primera retrospectiva en Chile. Este domingo finaliza Una guerra silenciosa e imposible luego de tres meses de exhibición en el CA660. Cerca de 25 mil personas visitaron la muestra que reúne 23 instalaciones lumínico-sonoras y videos que recorren 20 años de carrera.

“Me voy contento, con las energías recargadas. Este viaje me ha servido para sacarme el fantasma de Chile, para bien y para mal”, dice Navarro.

¿Cómo vivió esta primera muestra individual?

Técnicamente estuvo súper bien. Me gustó el espacio y cómo quedó el montaje. Lo que eché de menos fue un análisis de parte de la crítica local. Creo que a nivel de reflexión no pasó mucho, y eso es lamentable. Gente como Federico Galende, Justo Pastor Mellado, Nelly Richard, que fue curadora de la Bienal de Venecia, ni se pronunciaron. Me queda la sensación de que esta gente abandonó totalmente la crítica, está jubilada, o que hace la pega cuando le pagan, pero no por una pasión hacia el arte o por generar debate real.

En una entrevista en The Clinic fue duro y dijo que el arte chileno está medio muerto.

Mi intención era provocar alguna discusión, pero no pasó nada. En Chile hace falta debate artístico; me llamó la atención que nadie se acercara a hacerme una crítica buena o mala.

Luego de una promisoria partida en el circuito artístico en 2009, Navarro fue elegido representante de Chile en la Bienal de Venecia. Allí terminó de internacionalizar su trabajo y consolidó su propuesta teórica: una reinterpretación del minimalismo, trabajando con luces de neón esculturas lumínicas con las que hace referencia a problemas políticos y sociales.

En la muestra del CA660 exhibe por ejemplo Death Row, 13 puertas de aluminio, espejos y luces que recuerdan al corredor de una cárcel, o Armory Fence (2011), un cercado de luz que impide el paso libre del público y que alude a las rejas de seguridad que se ponen en las casas para evitar los robos. Además, junto a su esposa, la artista Courtney Smith, hizo una instalación sonora: en una de las salas, iluminada de forma especial, se escuchan piezas de su sello musical Hueso Records. La misma pieza será reeditada el 5 de diciembre en el festival Sonar.

No es lo único que tiene pendiente antes de partir. El artista estará a cargo de la visualidad del concierto de Electrodomésticos en el Teatro Municipal, el 26 de noviembre, en enero readaptará para Espacio O (en Barrio Lastarria) la instalación que hizo con Smith en la Bienal de Artes Mediales el mes pasado en el Museo de Bellas Artes, donde usó desechos recogidos en el Ex Aeropuerto de Cerrillos. En tanto, el próximo año ya tiene confirmadas muestras colectivas en Colombia y España e individuales en la galería Paul Kasmin de Nueva York y Daniel Templon de París.

¿Algo que rescatar en el panorama cultural de este año?

Me tocó ver Ch.ACO, y creo que es súper importante que exista una feria de arte, pero creo que los artistas le sacan poco partido. En vez de intentar vender, que es muy difícil teniendo un mercado tan chico, deberían aprovechar de mostrar obras más arriesgadas, experimentales, que den que hablar. En lugar de eso vi mucha obra chiquitita que podría colgarse en cualquier lado. Lo que me gustó mucho fue la Bienal de Artes Mediales, no tiene grandes pretensiones y la curatoría es muy interesante. Además de eso, me encantó la obra Xuárez, creo que perfectamente puede ser considerada una obra de arte, y la película El club. Me parece que acá en Chile la gente tiende a separar mucho las áreas, el teatro, el cine, la música, siendo que mezclar todo es mucho más interesante, por eso es que mi obra también está tendiendo hacia ese cruce de disciplinas.

Hasta el domingo, de 10 a 18 horas, en el CA660, Rosario Norte 660, Las Condes, Entrada liberada.

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