© Cristian Ureta.
Vía GAM.
Un registro fotográfico presenta los últimos días del campamento que cobijó la vida social, laboral y familiar de cuatro generaciones de trabajadores de la mina más importante de Chile, antes de ser sepultado por los residuos del yacimiento.
10 nov al 16 dic de 2012
Hace más de diez años, el fotógrafo y publicista Cristián Ureta, leyó en el diario una pequeña nota que hablaba del cierre de Chuquicamata, urbe enclavada desde 1915 junto a la mina de cobre a tajo abierto más grande del mundo. Inmediatamente vinieron a su mente las visitas que realizaba cuando niño al campamento minero con su padre, mientras vivían en Antofagasta, surgiendo así la inquietud de fotografiarlo antes que dejara de existir. “Es solamente el sentido común, cuántas veces en la vida una pequeña ciudad va a desaparecer del mapa, literalmente, siendo sepultada”, explica sobre la exposición Volviendo a la tierra y el lanzamiento del libro homónimo que coincide con su inauguración.
Con viajes intermitentes entre 2003 y 2005, Ureta pudo capturar los últimos días del pueblo antes de trasladarse a Calama, como parte del desmantelamiento progresivo que Codelco diseñó en 1996 para expandir la explotación del yacimiento y acopiar en su zona los residuos propios de la mina. “Es un lugar que ha sido muy importante para el desarrollo económico del país en los últimos 50 años y que conllevó el desarraigo de miles de personas… es una manera de vida que llega a su fin (…) recuerdo que a propósito de esto conocí a una persona que reclamaba: Ahora mi carnet va a decir Calama y yo no nací en Calama, nací en Chuqui”, añade.
Resultado del arduo trabajo y proceso de búsqueda de financiamiento es la publicación Volviendo a la tierra: memoria visual del campamento minero de Chuquicamata, 200 fotografías en blanco y negro (90 de ellas seleccionadas para la muestra) que entregan una construcción narrativa a través de la imagen. Se entra desde el aire a la ciudad, tomando la señalética, la gente, el rol de la familia y un apartado hacia la muerte y la religión, dando cuenta de la dureza de la vida en una de las zonas más secas del mundo. “Las cosas hablan por sí mismas. Quise darle valor a los barrios, a las casas, a las calles. Escuchar y ver el relato del pueblo sobre sí mismo (…) un punto de inicio y fin sobre la tierra., como dice una frase bíblica que recojo en el libro: polvo eres y en polvo te convertirás”.
10 NOV al 16 DIC
MA-MI 10 a 21 h
JU-SÁ 10 a 21.30 h
DO 11 a 21.30 h
Sala Artes Visuales
GRATIS
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