16.2.11

Parque Hotel en Nova Friburgo, la destrucción de la modernidad regionalista de Lucio Costa

© Archivo Claudio Galeno

Las lluvias que causaron una destrucción sin precedentes en Brasil a mediados de enero del 2011, arrastraron en su camino también obras patrimoniales. Es el caso de la ciudad de Nova Friburgo, que fue una de las más afectadas, y entre las obras definitivamente destruidas estuvo el destacado Park Hotel proyectado por el arquitecto Lucio Costa y construida entre 1940 y 1944.

Esa obra promovió una orientación regionalista para a arquitectura. Aunque sabemos que en Brasil, la modernidad adquirió un matiz propio y se volvió acalorada, "moderno y brasileiro" decían sus promotores, esta obra del hotel de Costa ahondaba en temas nuevos, como por ejemplo la definición de una espacialidad moderna con materiales y recursos propios de su contexto y no la internacionalización del hormigón y acero. Justamente esta materialidad regionalista con escasa mantención finalmente sucumbió a las lluvias torrenciales y los aludes de barro de enero.

© Archivo Claudio Galeno

A continuación traduzco la parte final del escrito, "À deriva do tempo" en Itaú Cultural escrito por Mariana Lacerda(en el link pueden leerlo completo en portugués) que explica el proceso de abandono progresivo del Hotel previo a la destrucción de enero de 2011.

"Muy rápidamente, el Park Hotel se convirtió en algo más que detenerse. Se volvió un rincón para que los fluminenses pudiesen pasar feriados y fines de semana. También fue muy solicitado por los recién casados, en particular por la misma María Elisa Costa. Recibió personalidades políticas y artísticas: Carlos Manga, Di Cavalcanti, Arthur Moreira Lima, Paulo Ronai. Todo ellos algún día se hospedaron en el hotel, que se insertaba en uno de los circuitos turísticos más encantadores de Río de Janeiro: la Sierra Fluminense, que incluye, además de Friburgo, la ciudad de Teresópolis y Petrópolis.

Después del primer concesionario, el suizo Edmond Chevret, el Park Hotel quedó a cargo del italiano Giovanni Facchetti, cuya administración se prolongó hasta la década de 1960. Desde 1963, Irene Peterdi, de origen húngaro, se hizo cargo del hotel. "Se trajo consigo la gastronomía del país de nacimiento, que compuso con una cocina convencional que agradaba a todos los gustos. Además de un pastel tan bueno como el de Viena", dice María Elena. En ese momento, el Park Hotel recibia huespedes no sólo de Río, sino también de Brasilia, Vitoria, Belo Horizonte y toda la Región Sureste.

Doña Irene estaba en el mando del Park Hotel hasta 1999. En ese momento, el turismo en Friburgo ya no estaba en primer lugar en Río de Janeiro. El hotel, que hasta entonces se mantenñia gracias a la cocina de la concesionaria, tuvo su primer gran golpe cuando ella renunció a la administración. César Guinle murió en 1989. Sin él, que siempre había apoyado el mantenimiento del hotel, y sin la cocina de doña Irene, lo que siguió fueron frustrados intentos de mantener funcionando el establecimiento.

En 2002, la pareja Nivea y Stefan Schmidt arrendaron el hotel e incluso dieron un pequeño respiro al lugar. Pero los dos funcionaban salvando los problemas de infraestructura, especialmente la precaria situación de la cubierta. En 2003, María Elisa Costa asumió la presidencia del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico (Iphan) y, una vez allí, pudo luchar para tener destinar recursos para la recuperación de la propiedad, que, con el Parque Guinle fueron declarados patrimonio histórico.

Pero en la historia no es inusual que se hagan curvas torcidas. Incluso con la hija de uno de los más grandes arquitectos Brasil defendiendo con uñas y dientes el legado de su padre (dejado para el país), el dinero para restaurar el hotel demoro en ser liberado, siempre atrapado en la burocracia gubernamental. Cuando se liberan los fondos destinados únicamente para la recuperación de la cubierta a finales de 2003, la pareja Nivea y Stefan habían perdido el entusiasmo. El Park Hotel cerró sus puertas. Ese año las lluvias fueron fuertes. El techo fue reemplazado bajo el agua, que maltrataba a la escalera del piso y de madera, los muebles diseñados por Costa y todo lo que estaba por debajo del techo.

Ahora, los herederos de César Guinle luchan para obtener recursos para la recuperación del Park Hotel, que requiere la restauración de la cubierta, quitar termitas, la renovación de los sistemas eléctricos e hidráulicos, la revisión de la estructura, la restauración de suelos de madera, marcos de ventanas, ventanas y techo. En un segundo paso, la restauración implica la formación de los jóvenes a Friburgo con la supervisión del diseñador Arnold Danemberg, para dar nueva vida a los muebles diseñados por Costa. Junto con el proyecto de recuperación, se estudia un nuevo uso de la propiedad, como una escuela de cocina o incluso un lugar para oficinas de arquitectura.

Estas son las ideas para el futuro. Pero recordar el pasado de este hotel es como ver una retrospectiva de la arquitectura moderna brasileña. Pues el proyecto que tocó mucho el corazón de Lucio Costa continúa deleitando a los estudiantes de arquitectura y todos aquellos que, a menudo procedentes de lugares distantes, visitan el lugar."

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