Por Claudio Galeno-Ibaceta sobre la interacción del arte con la arquitectura, desde Antofagasta y el Norte Grande de Chile. By Claudio Galeno-Ibaceta about the interaction between art and architecture, from Antofagasta and the Large North of Chile.
8.6.12
Deisler, los años antofagastinos, desde el 14 de junio en la Galería de Arte Fundación Minera Escondida y presentada por Balmaceda Arte Joven Antofagasta.
El grabador, poeta y editor Guillermo Deisler vivió en Antofagasta desde el segundo semestre de 1967 hasta que partió a Santiago en diciembre de 1973 y luego en su exilio a Europa en enero de 1974, durante ese período, como profesor de la Escuela de Pedagogia en Artes de la Universidad de Chile, encontró el espacio y el ambiente para desarrollar y potenciar su obra.
Uno de sus principales valores de su período antofagastino fue ser un agente integrador, que reunió al mundo de la cultura entorno a la poesia visual, desde el grabado, el diseño editorial, la gráfica, produciendo un estimulante juego entre la palabra y la imagen. Sus propias obras tienen esa virtud de provocar y exigir al lector que interactue con el libro. Sin duda entre esas obras, una de las más potentes y considerada la primera publicación chilena de poesia visual fue "Grrr" (que son imágenes articuladas en torno a la onomatopeya Grrr), pero también son muy interesantes "Texto" (que no tiene ningún texto) y "Proyecto para hacer un libro", para mi este último es uno de los más geniales en cuanto provocación ya cada página tiene una instruccion: "consuma", "arraque", "corte", "desate" "levante", "rasgue", "juegue", "tire", "saque", etc.
Desde Antofagasta se conectó con poetas y artistas de todo el norte chileno, y aglutinó y articuló su producción con la fuerza que significa el cruce disciplinario de las artes. Algunos de esos personajes han sido especialmente entrevistados para la investigación, por ejemplo a Guillermo Ross-Murray en Iquique; a Luis Moreno Pozo en Tocopilla; a Graciela Ramos, su alumna y asistente en los años antofagastinos; al documentalista René Dávila; a Miguel Morales (Tipografo Huraño), quien créo la editarial Tebaida; a Rogelio Cerda, seguidor del trabajo de poesia visual; y por supuesto a la viuda Laura Coll.
Fue muy influyente para toda una generación de artistas consolidados o emergentes, el mismo Juan Castillo (grupo CADA) lo ha declarado, que siendo niño expuso en muestras organizadas por el Departamento de Artes Plásticas y Manuales de la Universidad de Chile, y en ese contexto conoció a Deisler.
Gracias a su producción editorial (que se habia iniciado en Santiago en 1963) posicionó a muchos poetas mediante el ejercicio de publicarlos en "Mimbre", su editorial. Por ejemplo a Waldo Rojas, Guillermo Trejo, Hernán Lavin, Graciela Toro, Enrique Valdés, Paulina Cors Oliver Welden y muchos otros.
Su trabajo infatigable hizo muchos libros, que son obras de arte hechas a mano, impresos en su mayoría en su imprenta tarjetera, una pequeña máquina que le permitia imprimir los textos y las xilografías.
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