Pina, el documental de Wim Wenders sobre Pina Bausch es un gran homenaje a la vida de esta artista del cuerpo, pero como suele hacer el cineasta alemán, además es un reconocimiento de la arquitectura, del espacio urbano y del paisaje de una Alemania industrializada y depredada, modernizada y decadente, con escenarios melancólicos y construcciones anónimas, fuera de cualquier estereotipo alemán de una guía de ruteros.
Recordemos como Wenders mostró el interior privado de la capital alemana en "Cielo sobre Berlín" y en "Tan lejos, tan cerca", y como ha reivindicado Portugal con películas como "El estado de las cosas".
© Vonscheven.net.
Ahora Pina fue la excusa perfecta para submergirnos (en 3D) en los escenarios de Renania del Norte-Westfalia (Nordrhein-Westfalen).
El documental tuvo como centro a Wuppertal, la ciudad donde vivia y trabajaba Pina, epero también filmó en Zeche Zollverein, Essen.
Como dice en el sitio web de Pina:
"Para lo solos de los bailarines de la compañía, dejó el espacio limitado del escenario y los realizó en espacios públicos, paisajes industriales, el campos barrido de Bergisches Land y en la Línea Colgante de Wuppertal".
Es fascinante viajar con la cámara y observar a los bailarines de la compañía con sus cuidadosas coreografías que se van desarrollando en espacios que revelan a Wuppertal y su entorno.
© Wenders.
El centro es el Tanztheater de Pina, pero las escenas se fugan hacia el espacio urbano de Wuppertal donde el protagonista es una máquina en permanente desplazamiento, el tren monorraíl de suspensión Eugen Langen o Schwebebahn. Un medio de transporte en funcionamiento desde 1901 que cicrcula sobre el río Wupper, y que invade la ciudad con las estructuras que lo soportan, consolidando un estimulante imaginario retro futurista.
© Lucie Hinzelin-Wikipedia.
Otro espacio que destacaría es el uso de las estructuras industriales reconvertidas de Zeche Zollverein, en Essen, o más bien el complejo industrial de la mina de carbón de Zollverein, legado industrial declarado Patrimonio de la Humanidad el año 2001. Las estructuras fueron levantadas en distintas fechas desde mediados del siglo XIX hasta los años sesenta del siglo XX. La reconversión de la planta de carbón fua hacia un centro para el arte, la cultura y el diseño. El plan maestro fue diseñado por la oficina holandesa OMA (REm Koolhaaas) y AMO, su área multidisciplinar. Hay edificios reconvertidos por otros arquitectos como el Red Dot design museum, ubicado en el viejo Boiler House, en base a un proyecto de Lord Norman Foster. Los arquitectos SANAA también han diseñado un edificio.
Uno de los edificios del vasto complejo es el Museo de Ruhr, que ocupó la planta de lavado de carbón, un proyecto de OMA asociado con Böll. Este edificio se puede ver en la película de Wenders cuando un bailarin se mueve en el interior de un escalera mecánica iluminada con un fuerte rojo.
En el documental, una danza se lleva a cabo en el gran eje del canal de la Planta de Coque de Zollverein.
© Wenders.
Hay muchas más escenas, de interés, el mismo teatro, el jardín botánico, la mina a tajo abierto, pero las más dramáticas en la relación cuerpo y arquitectura son las de Zollverein y las de la Schwebebahn.
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