17.11.17

Panel KPD que integró el pabellón chileno en la Bienal de Arquitectura de Venecia 2014 es parte del Museo de la Memoria

Vía Museo de la Memoria.

3 de noviembre de 2017



Desde el viernes 03 de noviembre,y gracias a un trabajo conjunto entre el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), a través de su Área de Arquitectura y el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, se exhibirá de forma permanente el histórico panel KPD que formó parte de Monolith Controversies, pabellón que representó a Chile en la 14 Bienal de Arquitectura de Venecia 2014 y que obtuvo el León de Plata a la representación nacional.

La inauguración fue encabezada por el ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Ernesto Ottone, la senadora Isabel Allende, el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, la presidenta del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, María Luisa Sepúlveda y el director de la institución, Francisco J. Estévez; además de los arquitectos Hugo Palmarola y Pedro Alonso, el director de la ex Corporación del Mejoramiento Urbano, CORMU, Miguel Lawner, el presidente de los exonerados de la KPD.

La historia del panel se remonta a 1972, en Quilpué, cuando la Unión Soviética donó a Chile la ex fábrica KPD destinada a prefabricar paneles de hormigón destinados al programa de vivienda social que comenzaba a implementar el gobierno de la Unidad Popular. En el día de la inauguración el ex presidente Salvador Allende imprimió su firma sobre el cemento fresco del panel que luego sería instalado como un monumento en la entrada del recinto, comenzando así un pedregoso camino por la historia social y política de Chile.

“Este panel es testimonio de un proyecto social de vivienda y también de la arquitectura de una época. Posee una carga simbólica relevante por ser además una huella concreta de una dolorosa transformación en nuestro país, que hoy, restaurado y puesto en valor en una exposición permanente, contribuye a relevar el aporte cultural de la arquitectura y su impacto en temas sociales. Hoy esta pieza nos trae la memoria histórica de lo que fue la fábrica de la KPD, pero también nos permite leer las diferencias respecto a nuestra historia reciente”, dijo el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone.

El director del Museo de la Memoria y los DDHH, Francisco Javier Estévez, aseguró que “este panel representa el símbolo de cómo la dictadura afectó para siempre el futuro de sus trabajadores, sus sueños y proyectos de vida. Muchos de ellos fueron torturados y existen 5 detenidos desaparecidos. Es por ello que estamos agradecidos de que los exonerados políticos de la ex KPD hayan querido mantenerlo en este museo de todos los chilenos”. Los trabajadores desaparecidos de la ex fábrica son Nelsa Zulema Gadea Galán, Luis Gerardo Otárola Valdés, Sergio Jorge Hidalgo Orrego, Hernán Leopoldo Quezada Moncada y Manuel Depremontt Muñoz.

La senadora Isabel Allende Bussi, hija presidente Salvador Allende Gossens se refirió a los trabajadores de la fábrica indicando que, “quiero agradecer su presencia el día de hoy pero por sobre todo quiero agradecer su conducta, porque sé las consecuencias sufridas por aquellos que sobrevivieron el golpe y sé lo que han sufrido como exonerados. Quiero partir con ellos y por ellos, porque sin su contribución no estaríamos aquí el día de hoy y quiero decirles además que esto es muy emocionante porque con este gesto se reivindica a las víctimas de la KPD y se recupera un elemento histórico muy importante”.

“No sólo representa la historia de un plan arquitectónico, sino que implicó después la persecución, la tortura e incluso la muerte de sus ex trabajadores, así que este es un lugar para recordar todo lo que eso significó y, personalmente, me siento muy agradecida por la visión de los trabajadores al proteger la firma de mi padre”, agregó la senadora.

Tras el golpe de Estado de 1973, la nueva administración -a cargo de la Armada de Chile- ordenó cubrir la firma, la instalación de faroles coloniales y agregar en la ventana del panel un con una imagen religiosa. Desde este viernes, ese simbólico espacio estará ocupado por ese panel con la firma de Allende restaurada y con una adaptación de la muestra Monolith Controversies, que incluye el León de Plata que quedará instalado en el Museo de forma permanente y abierta a todos los visitantes. Además lo acompañará una muestra de fotografías del Nolberto Salinas, ex fotógrafo de la fábrica, y diferentes materiales de prensa que dan contexto y relato a la instalación.

A finales de la década del ‘70, la fábrica fue subastada y se vendió por lotes. En 2006, el ex trabajador Servando Mora fue protagonista del rescate del panel que fue luego trasladado a un sitio de la Municipalidad de Quilpué, lugar desde donde viajó hasta Venecia gracias a un trabajo de investigación desarrollado por el arquitecto Pedro Alonso y el diseñador Hugo Palmarola durante más de siete años y que les valió ser elegidos por el Consejo de la Cultura como curadores del pabellón nacional en la Bienal de Arquitectura de la ciudad italiana en 2014, el certamen más importante del área a nivel internacional. Ese pabellón nacional fue comisariado por Cristóbal Molina, coordinador del Área de Arquitectura y que actuó en representación del CNCA, el diseño de la exposición estuvo a cargo de Gonzalo Puga y la identidad visual fue obra de Martín Bravo.

Edificación con grandes paneles

Más de 25.000 viviendas se vieron afectadas por el terremoto que azotó la zona central del país en 1971. Es por esta situación que la Unión Soviética resolvió donar al Estado de Chile, durante el mandato del Presidente Allende, las maquinarias, los vehículos, la asesoría técnica y otros rubros, destinados a la instalación de una planta de paneles pesados prefabricados de hormigón, destinados a la construcción de bloques de vivienda en cuatro pisos de altura. La planta se denominó KPD (del acrónimo ruso que significa Edificación con grandes paneles) y posteriormente cambió su nombre a VEP (Viviendas económicas prefabricadas). Se ubicó en el barrio industrial CORFO del Belloto, adecuado por su proximidad con las principales fuentes de insumos, además de localizarse en el epicentro de la zona siniestrada

La planta tenía la capacidad de producir 1.680 departamentos anuales en su gran mayoría de 70 m2 cada uno con tres dormitorios, y unos pocos de dos dormitorios con algo más de 60 m2, correspondientes a los ubicados en las plantas bajas de cada bloque. Para Chile, la existencia de esta planta significó la oportunidad de experimentar el comportamiento de una tecnología avanzada de construcción, que había dominado los procesos de la reconstrucción en Europa durante la post segunda guerra mundial, en especial en Francia, los países escandinavos, repúblicas socialistas y la Unión Soviética.

En su investigación, Pedro Alonso y Hugo Palmarola determinaron la existencia de 153 bloques de viviendas construidos en Chile por la planta KPD, así como la experiencia de otros veintiocho sistemas de paneles de hormigón prefabricado, implementados en todo el mundo entre 1931 y 1981.

Pedro Alonso, arquitecto perteneciente al proyecto de Monolith Controversies mencionó que, “tanto el proceso de la recuperación de la firma, como el de montaje en el museo fueron complementarios pero ligeramente distintos y estamos muy contentos porque ambos salieron muy bien. Creemos que hemos sido afortunados porque hemos trabajado con un equipo excelente que nos ha permitido desarrollar una excelente labor y nos da la satisfacción de entregar al Museo una operación museográfica patrimonial de primer nivel”.

Su entrega en comodato al Museo fue posible por una gestión conjunta entre el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la Municipalidad de Quilpué, la Asociación de Exonerados Políticos VEP ex KPD y el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

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