Por Claudio Galeno-Ibaceta sobre la interacción del arte con la arquitectura, desde Antofagasta y el Norte Grande de Chile. By Claudio Galeno-Ibaceta about the interaction between art and architecture, from Antofagasta and the Large North of Chile.
27.9.14
Restauración de la fachada de la antigua Casa Consistorial de Antofagasta, actual Casa de la Cultura
El Edificio Consistorial de Antofagasta fue el resultado de un proceso desarrolado en torno al Centenario de la República, cuando la ciudad renovó su imagen urbana, construyendo una serie de edificios públicos.
El primer proyecto no construido, data de 1907, realizado por el arquitecto Miguel Zamora Figueroa.
La iniciativa se retomó en 1912, y se decidió hacer un concurso, cuyo resultado fue conocido en diciembre de ese año. Resultó ganador el ingeniero ítalo-árabe Luigi Abd-El-Kader. Las obras se iniciaron en 1913 y fueron realizadas por la empresa de Jaime Pedreny Gassó, un arquitecto catalán que residia en la ciudad y que se dedicó a la construcción.
En agosto de 1913, se encargó al arquitecto ítalo-chileno Leonello Bottacci que realizara un nuevo diseño para la fachada del edificio. Al parecer los regidores municipales no estaban conformes con el diseño de Abd-El-Kader, o querían algo más sofisticado de la excelente mano de Bottacci (autor de la incendiada Intendencia entre otros edificios en la región). En septiembre entregó el diseño y luego dirigió las obras.
En abril de 1914, se inició la ocupación del edificio, trasladando las oficinas desde el gran edificio de madera con amplias galerías en el segundo piso y con lucernarios (que aún existe) en la esquina poniente de calle Matta con Uribe.
En julio de 2014 se iniciaron las obras de restauración, y actualmente se puede apreciar su fachada totalmente renovada, con colores más adecuados a un edificio de ese refinamiento. Al parecer los se hizo un estudio de los colores originales del edificio. Un regalo a la imagen urbana de Antofagasta.
Obs.: Los datos históricos son del libro: Ahumada, María, et. al. Antofagasta: repertorio del patrimonio histórico más representativo de la ciudad: 1866-1930. Antofagasta: Universidad del Norte, 1982.
25.9.14
Una breve historia de la arquitectura moderna
24.9.14
El MNAC [Museo Nacional de Arte de Cataluña] se da un baño modernista
Vía El País.
Por José Ángel Montañés Barcelona 23 SEP 2014 - 14:21 CEST
El museo huye de estilos, categorías, cronologías y cánones en su reordenación del arte de los siglos XIX y XX, con 1.300 obras, la mitad no expuestas antes.
El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) es conocido por su colección de arte medieval, sobre todo sus pinturas murales románicas, consideradas el conjunto más importante del mundo. Pero el principal museo catalán conserva además, entre sus 300.000 obras de arte, una importante colección formada desde 1888 a partir de adquisiciones institucionales, donaciones y suscripciones populares, reflejo de los gustos y avatares históricos de cada momento, que no estaba suficientemente bien representada en la permanente. Esto cambiará hoy cuando los 4.000 metros cuadrados de la primera planta del museo abran sus puertas dedicados exclusivamente al arte moderno creado desde la segunda mitad del siglo XIX hasta los primeros cincuenta años del XX. En total, 1.300 obras, más de la mitad nunca expuestas, de 260 artistas, la mayoría poco o nada representados hasta ahora y que han abandonado la reserva para ocupar las salas del Palau Nacional.
Después de seis meses, en los que el museo se ha puesto patas arriba, esta planta del MNAC parece otro lugar. No solo porque las paredes han mudado del característico blanco neutro —que impuso la italiana Gae Aulenti en la reforma del edificio— a colores intensos que enmarcan las pinturas. También se ha huido de la común alineación de pinturas y las paredes se han llenado de todo tipo de obras.
Uno de los encargos del MNAC, como museo nacional, es construir el canon del arte catalán en las diferentes etapas de su historia. Ante la presencia en la nueva museografía de obras de autores no catalanes como Juan Gris, Olga Sacharoff, Ignacio Zuloaga, Darío de Regoyos o Julio Romero de Torres (representado, entre otras, por un casi inédito retablo laico con siete de sus bellas mujeres), franceses como Alfred Sisley o noruegos como Edvard Munch, el director del MNAC, Pepe Serra, dejó claro que no cree en la rigidez de los cánones y aseguró que “todas fueron compradas por el Ayuntamiento o la Junta de Museos y forman parte y ayudan a entender el conjunto de la colección”.
Ni estilos, ni periodos, ni categorías convencionales, ni cronologías, ni cánones. Cuando Serra tomo posesión de su cargo hace casi tres años dejó claro que rompería con la división tradicional del arte que se mostraba en el museo y que echaría mano de todos los soportes y técnicas. Está claro que lo ha hecho en la nueva museografía. En la reforma coordinada por el jefe de colecciones, Juan José Lahuerta, pinturas, esculturas, carteles, ilustraciones, caricaturas, muebles, publicidad, fotografía, cine e incluso arquitectura, teniendo en cuenta que la mayoría de los artistas más innovadores y relevantes del periodo (Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch o Josep Lluís Sert) son arquitectos, se exponen juntos por primera vez, contextualizando y dando sentido a un relato.
La nueva presentación explica, de forma compleja, el nacimiento del arte y del artista moderno, cómo se fue abandonando el academicismo considerado “acartonado y caduco” por el realismo, donde abundan los desnudos cada vez menos reales. Se muestran los rostros de los artistas a través de sus autorretratos, sus talleres, algunos de los burgueses barceloneses y catalanes que hicieron posible estas obras con su apoyo económico; cómo se abordó el paisaje y se pasó de la pintura historicista como La batalla de Tetuán, de Fortuny, a las obras que reflejan la crónica de actualidad, la guerra colonial o la lucha de clases. “Huyendo de ismos como el impresionismo, futurismo, cubismo o expresionismo, la nueva presentación refleja los gustos y aspiraciones de una sociedad en toda su complejidad y contradicciones”, explica Serra. “Las grandes obras siguen estando y se enriquecen junto a otras creadas del momento”, añade Lahuerta.
Entre los objetivos de la nueva presentación es que el MNAC acabe siendo, por fin, el museo de referencia del modernismo, el movimiento artístico en el que Barcelona se mide con otras metrópolis europeas de igual a igual. Por eso, las obras de Ramon Casas, Santiago Rusiñol, Miquel Utrillo, Isidre Nonell, Pablo Picasso, Carles Casagemas, entre otras muchas que ya se podían ver, se han visto reforzadas por 20 nuevas piezas de mobiliario creadas por Antoni Gaudí para viviendas como las casas Calvet, Batlló o La Pedrera, posible tras el acuerdo firmado con la Sagrada Familia en julio. Los herederos de Josep Maria Jujol también han cedido ocho obras de su antepasado, que siempre trabajó a la sombra de Gaudí.
Juli González, Joaquim Sunyer, Josep de Togores, Joaquim Torres-García, Salvador Dalí o Picasso se suceden en los 39 espacios en los que se ha ordenado esta enorme colección. El recorrido concluye con obras relacionadas con la Guerra Civil. Entre ellas, las fotografías de Agustí Centelles del conflicto y muchas de las obras que se pudieron ver en 1937 junto al Guernica de Picasso en el Pabellón de la República de París y que el museo ha conservado desde entonces.
El epílogo a este recorrido lleno de innumerables paradas lo pone un conjunto de obras firmadas por Tàpies, Modest Cuixart o Joan Ponç, integrantes de Dau al Set, que a finales de los cuarenta, tras el conflicto bélico, intentaron recuperar las vanguardias clásicas, especialmente el surrealismo. Se podrán ver gracias a un tercer acuerdo con el Macba que las ha cedido. “Pese a los 4.000 metros cuadrados no había sitio para ir más allá”, explica Serra, que anunció para 2015 una nueva reforma, esta vez la de las salas del Renacimiento y Barroco. La que se inaugura hoy ha costado 890.000 euros, un tercio de los cuales los ha aportado la Fundación La Caixa. Este miércoles, el sábado y domingo, el museo ha programado tres jornadas de puertas abiertas para mostrar estas nuevas piezas.
Por José Ángel Montañés Barcelona 23 SEP 2014 - 14:21 CEST
El museo huye de estilos, categorías, cronologías y cánones en su reordenación del arte de los siglos XIX y XX, con 1.300 obras, la mitad no expuestas antes.
El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) es conocido por su colección de arte medieval, sobre todo sus pinturas murales románicas, consideradas el conjunto más importante del mundo. Pero el principal museo catalán conserva además, entre sus 300.000 obras de arte, una importante colección formada desde 1888 a partir de adquisiciones institucionales, donaciones y suscripciones populares, reflejo de los gustos y avatares históricos de cada momento, que no estaba suficientemente bien representada en la permanente. Esto cambiará hoy cuando los 4.000 metros cuadrados de la primera planta del museo abran sus puertas dedicados exclusivamente al arte moderno creado desde la segunda mitad del siglo XIX hasta los primeros cincuenta años del XX. En total, 1.300 obras, más de la mitad nunca expuestas, de 260 artistas, la mayoría poco o nada representados hasta ahora y que han abandonado la reserva para ocupar las salas del Palau Nacional.
Después de seis meses, en los que el museo se ha puesto patas arriba, esta planta del MNAC parece otro lugar. No solo porque las paredes han mudado del característico blanco neutro —que impuso la italiana Gae Aulenti en la reforma del edificio— a colores intensos que enmarcan las pinturas. También se ha huido de la común alineación de pinturas y las paredes se han llenado de todo tipo de obras.
Uno de los encargos del MNAC, como museo nacional, es construir el canon del arte catalán en las diferentes etapas de su historia. Ante la presencia en la nueva museografía de obras de autores no catalanes como Juan Gris, Olga Sacharoff, Ignacio Zuloaga, Darío de Regoyos o Julio Romero de Torres (representado, entre otras, por un casi inédito retablo laico con siete de sus bellas mujeres), franceses como Alfred Sisley o noruegos como Edvard Munch, el director del MNAC, Pepe Serra, dejó claro que no cree en la rigidez de los cánones y aseguró que “todas fueron compradas por el Ayuntamiento o la Junta de Museos y forman parte y ayudan a entender el conjunto de la colección”.
Ni estilos, ni periodos, ni categorías convencionales, ni cronologías, ni cánones. Cuando Serra tomo posesión de su cargo hace casi tres años dejó claro que rompería con la división tradicional del arte que se mostraba en el museo y que echaría mano de todos los soportes y técnicas. Está claro que lo ha hecho en la nueva museografía. En la reforma coordinada por el jefe de colecciones, Juan José Lahuerta, pinturas, esculturas, carteles, ilustraciones, caricaturas, muebles, publicidad, fotografía, cine e incluso arquitectura, teniendo en cuenta que la mayoría de los artistas más innovadores y relevantes del periodo (Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch o Josep Lluís Sert) son arquitectos, se exponen juntos por primera vez, contextualizando y dando sentido a un relato.
La nueva presentación explica, de forma compleja, el nacimiento del arte y del artista moderno, cómo se fue abandonando el academicismo considerado “acartonado y caduco” por el realismo, donde abundan los desnudos cada vez menos reales. Se muestran los rostros de los artistas a través de sus autorretratos, sus talleres, algunos de los burgueses barceloneses y catalanes que hicieron posible estas obras con su apoyo económico; cómo se abordó el paisaje y se pasó de la pintura historicista como La batalla de Tetuán, de Fortuny, a las obras que reflejan la crónica de actualidad, la guerra colonial o la lucha de clases. “Huyendo de ismos como el impresionismo, futurismo, cubismo o expresionismo, la nueva presentación refleja los gustos y aspiraciones de una sociedad en toda su complejidad y contradicciones”, explica Serra. “Las grandes obras siguen estando y se enriquecen junto a otras creadas del momento”, añade Lahuerta.
Entre los objetivos de la nueva presentación es que el MNAC acabe siendo, por fin, el museo de referencia del modernismo, el movimiento artístico en el que Barcelona se mide con otras metrópolis europeas de igual a igual. Por eso, las obras de Ramon Casas, Santiago Rusiñol, Miquel Utrillo, Isidre Nonell, Pablo Picasso, Carles Casagemas, entre otras muchas que ya se podían ver, se han visto reforzadas por 20 nuevas piezas de mobiliario creadas por Antoni Gaudí para viviendas como las casas Calvet, Batlló o La Pedrera, posible tras el acuerdo firmado con la Sagrada Familia en julio. Los herederos de Josep Maria Jujol también han cedido ocho obras de su antepasado, que siempre trabajó a la sombra de Gaudí.
Juli González, Joaquim Sunyer, Josep de Togores, Joaquim Torres-García, Salvador Dalí o Picasso se suceden en los 39 espacios en los que se ha ordenado esta enorme colección. El recorrido concluye con obras relacionadas con la Guerra Civil. Entre ellas, las fotografías de Agustí Centelles del conflicto y muchas de las obras que se pudieron ver en 1937 junto al Guernica de Picasso en el Pabellón de la República de París y que el museo ha conservado desde entonces.
El epílogo a este recorrido lleno de innumerables paradas lo pone un conjunto de obras firmadas por Tàpies, Modest Cuixart o Joan Ponç, integrantes de Dau al Set, que a finales de los cuarenta, tras el conflicto bélico, intentaron recuperar las vanguardias clásicas, especialmente el surrealismo. Se podrán ver gracias a un tercer acuerdo con el Macba que las ha cedido. “Pese a los 4.000 metros cuadrados no había sitio para ir más allá”, explica Serra, que anunció para 2015 una nueva reforma, esta vez la de las salas del Renacimiento y Barroco. La que se inaugura hoy ha costado 890.000 euros, un tercio de los cuales los ha aportado la Fundación La Caixa. Este miércoles, el sábado y domingo, el museo ha programado tres jornadas de puertas abiertas para mostrar estas nuevas piezas.
Duchamp antes del urinario. Exposición en el centro Pompidou de París, hasta el 5 de enero de 2015.
Vía El País.
Marcel Duchamp se adelantó al arte conceptual, elevó el objeto cotidiano a categoría creativa con los ready mades y revolucionó la idea que sus contemporáneos tenían de la belleza. Pero, antes de todo eso, Duchamp (1887-1968) fue un aprendiz de pintor en la Francia de entresiglos. Antes de contagiar su ironía desencantada al arte, Duchamp intentó dar con un lenguaje propio sobre la superficie del lienzo, como cualquier otro debutante de su generación. No tardaría en entender que la disciplina reina nunca lograría satisfacer sus necesidades creativas.
Una exposición abre sus puertas hoy en el Centro Pompidou de París para indagar en esa semidesconocida etapa de juventud, que concluye oficialmente tras su exilio estadounidense en 1915. Hasta el 5 de enero, la muestra celebrará la pintura firmada por un hombre al que la historia del arte ha tratado de asesino de la disciplina. “El objetivo no es rehabilitar al Duchamp pintor, ni tampoco afirmar que fue un genio del pincel”, aclara la comisaria Cécile Debray, consciente del carácter menor de muchas de sus obras. “He querido ver su pintura como un espacio de experimentación en el que se prefigura todo lo que vendrá después”. El museo vuelve a traer a Europa la práctica totalidad de la producción pictórica de Duchamp, perteneciente a la colección del Philadelphia Art Museum y expuesta en el continente en solo dos ocasiones anteriores. La primera fue en la gran retrospectiva con la que se inauguró el Pompidou en 1977, que restituyó a Duchamp en su propio país, seis décadas después del rechazo que le incitaría a romper con la pintura para buscar otras formas de expresión.
Incluso en sus años de madurez, cuando Warhol y Rauschenberg ya lo veneraban como a una leyenda viva, Duchamp seguía recordando cómo el círculo más ortodoxo del cubismo lo excluyó del Salón de los Independientes en 1912. El líder teórico del movimiento, Albert Gleizes, le exigió retirar uno de sus cuadros y mandó a sus dos hermanos, pintores menos alborotados (y, al final, menos influyentes), a comunicarle la mala noticia. “No contesté. Tomé un taxi para la exposición, cogí el cuadro y me lo llevé. Entendí que, después de aquello, nunca más volvería a interesarme por los grupos”, explicaría años más tarde al crítico Calvin Tomkins. Meses después volvió a presentar ese cuadro —Desnudo bajando una escalera, que reproducía el movimiento como en una fotografía estroboscópica— en el primer Armory Show de Nueva York, donde fue aplaudido a rabiar. Su destino apuntaba hacia el otro lado del océano.
Antes, ese Duchamp veinteañero experimentó fugazmente con las escuelas de la modernidad pictórica europea. Como demuestra la exposición, fue impresionista a los 16 años, antes de convertirse al fauvismo a los 19 y al cubismo a los 24. “Sin embargo, nunca se ajustó del todo al dogma de cada movimiento. Sus cuadros desprenden cierta libertad respecto a la ortodoxia de las vanguardias. Ya tenía pulsiones iconoclastas en la búsqueda de esa voz propia”, opina la comisaria. Sin embargo, no siempre fue un revolucionario. A la vista de las obras expuestas, Duchamp se parece más a un copista algo excéntrico de las tendencias en boga que al forajido del arte en el que se acabó convirtiendo.
La muestra compara su obra con la de algunos de sus contemporáneos. El francés pintó desnudos coloristas que recuerdan a los de Picabia y Matisse, retratos cubistas adulterados con la influencia del simbolismo —se apasionó por una figura marginal como Odilon Redon— y alguna ensoñación futurista que recuerda a De Chirico y a las novelas de Alfred Jarry. Mientras su generación reverenciaba a Cézanne, Duchamp afirmó admirar a artistas arrinconados como Eilshemius, pintor estadounidense menor que firmó lienzos llenos de figuras flotantes, pintadas sin perspectiva verosímil ni anatomía fiel a la realidad. “Las palabras faltan para definirla. Es una pintura que solo habla de sí misma”, se asombró Duchamp, inmerso en una pintura “distanciada del realismo absoluto” y “no tributaria de las escuelas existentes”. Una pintura "de la idea" y “al servicio del espíritu”.
En 1912, en una visita a uno de los salones aeronáuticos que fascinaron a su época, Duchamp vislumbró otro horizonte ante una avioneta. “La pintura ha muerto. ¿Quién podrá crear algo mejor que esta hélice?”, dijo a sus acompañantes, Léger y Brancusi. Meses más tarde presentaría su primer ready made: una rueda de bicicleta que no tenía nada que envidiar a la más refinada de las esculturas. Así confirmaba el fracaso de la pintura como modo de expresión, en el que solo reincidió dos veces más. En 1918, pintó Tu m’, misterioso encargo destinado a la mecenas del dadaísmo, Katherine Dreier (y ausente de la muestra por la negativa de la Yale University Art Gallery a cederlo). Duchamp tuvo problemas para terminar el que se considera su último cuadro. Siempre que no se contabilice El gran vidrio, obra mítica que dejó inacabada en 1923 tras trabajar en ella una década. Sobre ese doble panel de cristal, que encapsula un dibujo inacabado pintado al óleo que debía retratar a una novia desvestida por nueve hombres e ha especulado durante un siglo. André Breton, quien calificó a Duchamp como “el hombre más inteligente de su tiempo”, creyó descubrir en la obra una “interpretación cínica del fenómeno amoroso”. Octavio Paz, que frecuentó al artista en los cafés surrealistas, prefirió ver en ella un ejemplo de “metafísica de origen neoplatónico”. “Para Duchamp, dejarla inacabada fue una manera de reconocer su fracaso. Y, a la vez, ese final también es un nuevo principio. La obra está abierta a mil interpretaciones y anuncia la importancia que lo invisible terminará cobrando en el arte”, analiza Debray. En otras palabras, lo que el artista no pintó tiene tanta importancia o más que lo que vemos. Si la relación entre Duchamp y la pintura terminó, por lo menos lo hizo con un final abierto, en el que se intuye el arte que traería el futuro.
Marcel Duchamp se adelantó al arte conceptual, elevó el objeto cotidiano a categoría creativa con los ready mades y revolucionó la idea que sus contemporáneos tenían de la belleza. Pero, antes de todo eso, Duchamp (1887-1968) fue un aprendiz de pintor en la Francia de entresiglos. Antes de contagiar su ironía desencantada al arte, Duchamp intentó dar con un lenguaje propio sobre la superficie del lienzo, como cualquier otro debutante de su generación. No tardaría en entender que la disciplina reina nunca lograría satisfacer sus necesidades creativas.
Una exposición abre sus puertas hoy en el Centro Pompidou de París para indagar en esa semidesconocida etapa de juventud, que concluye oficialmente tras su exilio estadounidense en 1915. Hasta el 5 de enero, la muestra celebrará la pintura firmada por un hombre al que la historia del arte ha tratado de asesino de la disciplina. “El objetivo no es rehabilitar al Duchamp pintor, ni tampoco afirmar que fue un genio del pincel”, aclara la comisaria Cécile Debray, consciente del carácter menor de muchas de sus obras. “He querido ver su pintura como un espacio de experimentación en el que se prefigura todo lo que vendrá después”. El museo vuelve a traer a Europa la práctica totalidad de la producción pictórica de Duchamp, perteneciente a la colección del Philadelphia Art Museum y expuesta en el continente en solo dos ocasiones anteriores. La primera fue en la gran retrospectiva con la que se inauguró el Pompidou en 1977, que restituyó a Duchamp en su propio país, seis décadas después del rechazo que le incitaría a romper con la pintura para buscar otras formas de expresión.
Incluso en sus años de madurez, cuando Warhol y Rauschenberg ya lo veneraban como a una leyenda viva, Duchamp seguía recordando cómo el círculo más ortodoxo del cubismo lo excluyó del Salón de los Independientes en 1912. El líder teórico del movimiento, Albert Gleizes, le exigió retirar uno de sus cuadros y mandó a sus dos hermanos, pintores menos alborotados (y, al final, menos influyentes), a comunicarle la mala noticia. “No contesté. Tomé un taxi para la exposición, cogí el cuadro y me lo llevé. Entendí que, después de aquello, nunca más volvería a interesarme por los grupos”, explicaría años más tarde al crítico Calvin Tomkins. Meses después volvió a presentar ese cuadro —Desnudo bajando una escalera, que reproducía el movimiento como en una fotografía estroboscópica— en el primer Armory Show de Nueva York, donde fue aplaudido a rabiar. Su destino apuntaba hacia el otro lado del océano.
Antes, ese Duchamp veinteañero experimentó fugazmente con las escuelas de la modernidad pictórica europea. Como demuestra la exposición, fue impresionista a los 16 años, antes de convertirse al fauvismo a los 19 y al cubismo a los 24. “Sin embargo, nunca se ajustó del todo al dogma de cada movimiento. Sus cuadros desprenden cierta libertad respecto a la ortodoxia de las vanguardias. Ya tenía pulsiones iconoclastas en la búsqueda de esa voz propia”, opina la comisaria. Sin embargo, no siempre fue un revolucionario. A la vista de las obras expuestas, Duchamp se parece más a un copista algo excéntrico de las tendencias en boga que al forajido del arte en el que se acabó convirtiendo.
La muestra compara su obra con la de algunos de sus contemporáneos. El francés pintó desnudos coloristas que recuerdan a los de Picabia y Matisse, retratos cubistas adulterados con la influencia del simbolismo —se apasionó por una figura marginal como Odilon Redon— y alguna ensoñación futurista que recuerda a De Chirico y a las novelas de Alfred Jarry. Mientras su generación reverenciaba a Cézanne, Duchamp afirmó admirar a artistas arrinconados como Eilshemius, pintor estadounidense menor que firmó lienzos llenos de figuras flotantes, pintadas sin perspectiva verosímil ni anatomía fiel a la realidad. “Las palabras faltan para definirla. Es una pintura que solo habla de sí misma”, se asombró Duchamp, inmerso en una pintura “distanciada del realismo absoluto” y “no tributaria de las escuelas existentes”. Una pintura "de la idea" y “al servicio del espíritu”.
En 1912, en una visita a uno de los salones aeronáuticos que fascinaron a su época, Duchamp vislumbró otro horizonte ante una avioneta. “La pintura ha muerto. ¿Quién podrá crear algo mejor que esta hélice?”, dijo a sus acompañantes, Léger y Brancusi. Meses más tarde presentaría su primer ready made: una rueda de bicicleta que no tenía nada que envidiar a la más refinada de las esculturas. Así confirmaba el fracaso de la pintura como modo de expresión, en el que solo reincidió dos veces más. En 1918, pintó Tu m’, misterioso encargo destinado a la mecenas del dadaísmo, Katherine Dreier (y ausente de la muestra por la negativa de la Yale University Art Gallery a cederlo). Duchamp tuvo problemas para terminar el que se considera su último cuadro. Siempre que no se contabilice El gran vidrio, obra mítica que dejó inacabada en 1923 tras trabajar en ella una década. Sobre ese doble panel de cristal, que encapsula un dibujo inacabado pintado al óleo que debía retratar a una novia desvestida por nueve hombres e ha especulado durante un siglo. André Breton, quien calificó a Duchamp como “el hombre más inteligente de su tiempo”, creyó descubrir en la obra una “interpretación cínica del fenómeno amoroso”. Octavio Paz, que frecuentó al artista en los cafés surrealistas, prefirió ver en ella un ejemplo de “metafísica de origen neoplatónico”. “Para Duchamp, dejarla inacabada fue una manera de reconocer su fracaso. Y, a la vez, ese final también es un nuevo principio. La obra está abierta a mil interpretaciones y anuncia la importancia que lo invisible terminará cobrando en el arte”, analiza Debray. En otras palabras, lo que el artista no pintó tiene tanta importancia o más que lo que vemos. Si la relación entre Duchamp y la pintura terminó, por lo menos lo hizo con un final abierto, en el que se intuye el arte que traería el futuro.
23.9.14
IX BIAU. Bienal Latinoamericana de Arquitectura 2014, Rosario, Argentina
Vía IX BIAU.
La Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU), siendo una iniciativa del Gobierno de España, espera convertir a Rosario en el centro del debate y tratará de comunicar los valores de la Arquitectura y el Urbanismo de los países Iberoaméricanos.
La IX BIAU 2014 es un referente ineludible, para conocer el presente y futuro del sector arquitectónico en toda la comunidad iberoamericana.
Las actividades y programas del evento se centran en reconocer trayectorias profesionales y obras significativas del sector. Destacar las mejores ideas de estudiantes, de profesionales de la arquitectura y también distinguir las investigaciones más sobresalientes a través de diferentes convocatorias y concursos en la red.
La IX BIAU ROSARIO 2014 espera contribuir a la construcción de una línea de pensamiento crítica y de una política cultural integradora, en el marco de la arquitectura y el urbanismo, difundiendo las obras/experiencias más destacadas de dicha comunidad iberoamericana. Pretende además coordinar un área permanente de diálogo y reflexión, estimulando la participación y el interés de segmentos sociales diferentes para, por ejemplo, la construcción de la ciudad o la defensa de un territorio.
La Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU), siendo una iniciativa del Gobierno de España, espera convertir a Rosario en el centro del debate y tratará de comunicar los valores de la Arquitectura y el Urbanismo de los países Iberoaméricanos.
La IX BIAU 2014 es un referente ineludible, para conocer el presente y futuro del sector arquitectónico en toda la comunidad iberoamericana.
Las actividades y programas del evento se centran en reconocer trayectorias profesionales y obras significativas del sector. Destacar las mejores ideas de estudiantes, de profesionales de la arquitectura y también distinguir las investigaciones más sobresalientes a través de diferentes convocatorias y concursos en la red.
La IX BIAU ROSARIO 2014 espera contribuir a la construcción de una línea de pensamiento crítica y de una política cultural integradora, en el marco de la arquitectura y el urbanismo, difundiendo las obras/experiencias más destacadas de dicha comunidad iberoamericana. Pretende además coordinar un área permanente de diálogo y reflexión, estimulando la participación y el interés de segmentos sociales diferentes para, por ejemplo, la construcción de la ciudad o la defensa de un territorio.
Dichos de ejecutivo [de Minera Sierra Gorda SCM] abren debate sobre los usos futuros del puerto [de Antofagasta]
Vía El Mercurio de Antofagasta.
Concejal incluso propuso un plebiscito para resolver duda planteada por la minera.
La disposición mostrada por Minera Sierra Gorda SCM a cambiar su puerto de embarque, 'a mediano o largo plazo', en la medida que las autoridades y la ciudadanía decidan que ello no está acorde con los nuevos usos que se quieren dar al terminal local, generó reacciones de distintos actores.
Sierra Gorda tiene pensado movilizar sus concentrados en vagones herméticos del FCAB hasta las instalaciones que ATI construye en el Puerto de Antofagasta (galpón) para su acopio y embarque.
El contrato con ATI se extiende hasta el año 2033, sin embargo, a la luz de lo declarado a este Diario por Juan Pablo Schaeffer, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Sierra Gorda, el plan podría variar 'si la decisión el día de mañana es que Antofagasta no sea un puerto industrial o minero'.
Frente al tema, el intendente Valentín Volta manifestó que la posición asumida por la empresa minera es valiosa porque demuestra un ánimo de no ir en contra de los intereses de la comunidad donde se está insertando.
Volta aclaró, eso sí, que la definición del mejor modelo de desarrollo para el puerto (industrial, minero, comercial o de otra naturaleza), es una discusión 'de fondo', donde debe participar la propia Empresa Portuaria Antofagasta (EPA) y el Sistema de Empresas Públicas (SEP), que es el holding que agrupa y controla a una veintena de firmas estatales.
En este sentido, Volta dijo que aquella 'decisión' de la que habla Schaeffer va más allá de lo que se discuta al interior del Consejo de Coordinación Ciudad Puerto, conformado hace dos meses, cuyo objetivo es menos ambicioso, pues sólo apunta a lograr ciertas 'armonías' entre proyectos.
'El tema que el ejecutivo (Schaeffer) plantea, y que es muy interesante, tiene que ver con un tema que para nosotros es de fondo, y la tarea de Ciudad Puerto será contribuir a esa definición, pero debo recordar que este consejo es de coordinación', indicó Valentín Volta.
El intendente informó en todo caso que en los próximos días se reunirá con personeros del SEP para traspasar 'las inquietudes del Gobierno Regional' y su visión personal sobre el desarrollo del puerto.
'Creo que cuando nace el Puerto de Mejillones, nace para ser el puerto para la carga minera. Eso ha ocurrido, pero todo indica que no lo suficiente', explicó cuando se le requirieron mayores detalles.
CONSULTA
El concejal Jaime Araya, en tanto, dijo que tras leer las declaraciones del ejecutivo de Minera Sierra Gorda le queda la impresión que ATI no debe perseverar en el proyecto del galpón, por no tener 'el menor piso de legitimidad'.
Araya planteó también que frente al planteamiento que hace Sierra Gorda en orden a dejar en manos de las autoridades y la ciudadanía la decisión del uso futuro del Puerto de Antofagasta, lo natural sería pensar en algún tipo de consulta popular para conseguir esta respuesta.
'Ellos (la minera) están diciendo que a partir de una manifestación de voluntad de la ciudadanía están dispuestos a cambiar su proyecto. Por eso me parece que lo más saludable es plantearse la posibilidad de un plebiscito', señaló.
Araya aseguró que una consulta se justifica incluso sin el concurso de EPA, 'que no podría desconocer la opinión de la ciudadanía'.
En el Colegio Médico a su vez reaccionó diciendo que si bien el gran tema de interés para el gremio es la contaminación y el peligro que ésta aumente, la discusión de fondo que propone Sierra Gorda también les parece de interés.
'Por cierto como integrantes de la comunidad nos gustaría tener una discusión y participaríamos con nuestros expertos en esa instancia', afirmó el presidente de los médicos, doctor Aliro Bolados.
Concejal incluso propuso un plebiscito para resolver duda planteada por la minera.
La disposición mostrada por Minera Sierra Gorda SCM a cambiar su puerto de embarque, 'a mediano o largo plazo', en la medida que las autoridades y la ciudadanía decidan que ello no está acorde con los nuevos usos que se quieren dar al terminal local, generó reacciones de distintos actores.
Sierra Gorda tiene pensado movilizar sus concentrados en vagones herméticos del FCAB hasta las instalaciones que ATI construye en el Puerto de Antofagasta (galpón) para su acopio y embarque.
El contrato con ATI se extiende hasta el año 2033, sin embargo, a la luz de lo declarado a este Diario por Juan Pablo Schaeffer, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Sierra Gorda, el plan podría variar 'si la decisión el día de mañana es que Antofagasta no sea un puerto industrial o minero'.
Frente al tema, el intendente Valentín Volta manifestó que la posición asumida por la empresa minera es valiosa porque demuestra un ánimo de no ir en contra de los intereses de la comunidad donde se está insertando.
Volta aclaró, eso sí, que la definición del mejor modelo de desarrollo para el puerto (industrial, minero, comercial o de otra naturaleza), es una discusión 'de fondo', donde debe participar la propia Empresa Portuaria Antofagasta (EPA) y el Sistema de Empresas Públicas (SEP), que es el holding que agrupa y controla a una veintena de firmas estatales.
En este sentido, Volta dijo que aquella 'decisión' de la que habla Schaeffer va más allá de lo que se discuta al interior del Consejo de Coordinación Ciudad Puerto, conformado hace dos meses, cuyo objetivo es menos ambicioso, pues sólo apunta a lograr ciertas 'armonías' entre proyectos.
'El tema que el ejecutivo (Schaeffer) plantea, y que es muy interesante, tiene que ver con un tema que para nosotros es de fondo, y la tarea de Ciudad Puerto será contribuir a esa definición, pero debo recordar que este consejo es de coordinación', indicó Valentín Volta.
El intendente informó en todo caso que en los próximos días se reunirá con personeros del SEP para traspasar 'las inquietudes del Gobierno Regional' y su visión personal sobre el desarrollo del puerto.
'Creo que cuando nace el Puerto de Mejillones, nace para ser el puerto para la carga minera. Eso ha ocurrido, pero todo indica que no lo suficiente', explicó cuando se le requirieron mayores detalles.
CONSULTA
El concejal Jaime Araya, en tanto, dijo que tras leer las declaraciones del ejecutivo de Minera Sierra Gorda le queda la impresión que ATI no debe perseverar en el proyecto del galpón, por no tener 'el menor piso de legitimidad'.
Araya planteó también que frente al planteamiento que hace Sierra Gorda en orden a dejar en manos de las autoridades y la ciudadanía la decisión del uso futuro del Puerto de Antofagasta, lo natural sería pensar en algún tipo de consulta popular para conseguir esta respuesta.
'Ellos (la minera) están diciendo que a partir de una manifestación de voluntad de la ciudadanía están dispuestos a cambiar su proyecto. Por eso me parece que lo más saludable es plantearse la posibilidad de un plebiscito', señaló.
Araya aseguró que una consulta se justifica incluso sin el concurso de EPA, 'que no podría desconocer la opinión de la ciudadanía'.
En el Colegio Médico a su vez reaccionó diciendo que si bien el gran tema de interés para el gremio es la contaminación y el peligro que ésta aumente, la discusión de fondo que propone Sierra Gorda también les parece de interés.
'Por cierto como integrantes de la comunidad nos gustaría tener una discusión y participaríamos con nuestros expertos en esa instancia', afirmó el presidente de los médicos, doctor Aliro Bolados.
21.9.14
La concurrida inauguración del Hotel Turismo de Antofagasta, sábado 14 de noviembre de 1953
Hotel aún en obras en 1953. © Archivo Antieditores.
El Hotel diseñado por el arquitecto Martín Lira Guevara y decorado por Thomas Roessner fue inaugurado en sábado 14 de noviembre de 1953 a pesar de que las obras del área sur aún no estaban concluidas. La Guía del Veraneante de 1954 (publicada por la Empresa de Ferrocarriles del Estado a fines de 1953) indicaba que el Hotel estaba parcialmente en servicio ofreciendo 110 piezas con 110 baños.
La inauguración fue dirigida por el administrador Ernesto Caniggia, El Mercurio de Antofagasta lo publicó en primera página con el titular: “Auténtica fiesta social constituyó la apertura del Hotel “Antofagasta”. Al evento concurrieron personas que habían viajado desde el interior de la región y de los países vecinos, junto con una multitud de representantes de la sociedad antofagastina.
A la concurrida cena asistieron alrededor de 250 personas, los que “pudieron apreciar directamente la esmerada atención que ofrece el establecimiento, la solicitud y cultura de los garzones”. El menú, que tenía un costo de 180 pesos más 10 por ciento de propina, fue: crema San Germaine, congrio a la americana, roast beef Bouquetiere, peach melba y café.
La fiesta en la cena y en la boite estuvo orquestada por el destacado pianista y fotógrafo alemán Federico Waelder, su baterista Elias Valenzuela Rengifo y su lady crooner Elly Morgan.
El Hotel se repletó de huéspedes, incluso debieron habilitar camas extras para algunas familias que se hospedaron. Los primeros registrados fueron: desde Chuquicamata, Anthony Rossi y familia, Guillermo Rojas y señora, Jorge Alvear Urrutia y Dragomir Tomic Romero; desde Iquique, Oscar Solari y Salomón W. Daud y señora; de Valparaíso, Oscar Péndola F.; de Santiago, Francisco Riba, Luis Carmona, Gustavo Cid Hernández, Orlando García, Ernesto Beltrant Quevedo, Carlos Manterola Olivos, Jean Zalaquett Hachani y Cecilia Rodríguez; de Coquimbo, Juan R. Concha Cerda; de Tacna, Fernando González del Riego; de Arica, René Guzmán Parada, André Arnaboldi Belair, Jorge López Iñiguez, Fernando Leiva Carrasco, Willy Gueling Gardner y señora, y Gustavo Trigo Guzmán; de Lima, Stan Dawidowicz; de La Paz, James Taylor y señora; de Cochabamba, Walter Steiner y familia.
A partir de su apertura el monumental edificio pasó a albergar a la ciudad en sus diversos sucesos, contingencias y eventos, constituyéndose en un soporte de la vida pública de la ciudad.
20.9.14
El ruinoso mausoleo del Conde de Pradere en Sevilla de José Espiau y Muñoz, "Patrimonio olvidado tras la tapia"
Vía El País.
Mausoleo del conde de Pradere en el Cementerio de San Fernando de Sevilla. © Paco Puentes
Patrimonio olvidado tras la tapia
El Ayuntamiento de Sevilla, propietario del Cementerio de San Fernando, tiene previsto demoler el mausoleo del conde de Pradere, una obra de José Espiau y Muñoz de principios del XX, porque es “irrecuperable”, según técnicos municipales. La destrucción del panteón supondría “la pérdida de la mejor pieza del cementerio conectada con la estética modernista”, en palabras de Javier Rodríguez Barberán, profesor de Historia de la Arquitectura en la Universidad de Sevilla y especialista en arquitectura funeraria.
“Partimos de que en un cementerio conviven espacios públicos y privados; pero si una obra clave se abandona hasta el punto de que su restauración no es posible, lo que hay que plantearse es cómo la han dejado llegar hasta ese estado”, afirma Rodríguez Barberán, quien además considera el panteón del conde de Pradere, la obra más significativa de Espiau en el camposanto sevillano. “Es un proyecto de juventud, en el que Espiau se deja seducir por la estética de la secesión, la forma en la que un grupo de artistas vieneses interpretó la corriente internacional del modernismo en el tránsito de los siglos XIX al XX”, explica el historiador del arte.
“José Espiau y Muñoz [Sevilla, 1879-1938] forma parte, junto a Aníbal González y Juan Talavera, de la tríada que desarrolló la arquitectura regionalista —una revisión muy particular y ecléctica de la Historia de la Arquitectura—, la cual definió el imaginario que muchos sevillanos tienen de su ciudad”, precisa Víctor Pérez Escolano, catedrático de Historia de la Arquitectura.
“El cementerio de San Fernando tiene un valor patrimonial como conjunto y contiene elementos particulares que deben ser preservados y el mausoleo de Espiau, autor de obras tan significativas como el Hotel Alfonso XIII o el edificio Pedro Roldán, es uno de ellos. Si la obra estaba en peligro por falta de conservación, el Ayuntamiento debería de haber actuado antes recuperando su titularidad”, añade Pérez Escolano.
Según la Delegación de Hacienda y Administración Pública, de la que depende el cementerio, los propietarios de los monumentos fúnebres son los que deben ocuparse de su mantenimiento, ya que se trata de un espacio privado dentro de otro público. “Ante el mal estado que presentaba la tumba, intentamos localizar a la familia, aunque no apareció ningún descendiente. Incluso buscamos en el registro de títulos nobiliarios de Madrid, pero tras la muerte del conde de Pradere, en 1933, nadie reclamó el título. En esos casos, la titularidad del terreno vuelve al Ayuntamiento, como ya ha ocurrido”, asegura un portavoz municipal.
Según Hacienda, los técnicos consideran que la tumba es “irrecuperable” y de lo que se trata ahora es de decidir cómo rescatar los restos de Daniel Carballo y Prat, conde de Pradere, el diplomático que falleció en Madrid en 1933 y fue enterrado en Sevilla. “El estado de la construcción es tan malo que se está barajando la idea de demoler y después rescatar los huesos de entre los escombros”, precisó la misma fuente.
“El panteón de Pradere lleva en malas condiciones muchos años. Si se tratara de un edificio de Espiau en la ciudad, aunque fuese privado, no creo que lo dejaran derrumbarse; sin embargo en el cementerio lo abandonan a su suerte argumentando que no encuentran a los propietarios”, arguye Rodríguez Barberán.
Según el especialista en arquitectura funeraria, la conservación del cementerio —obra de Balbino Marrón de 1853— no es buena. “En la última década no ha existido un proyecto que valore su patrimonio, que lo trate de una forma global. Y tan patrimonio es el cementerio como las iglesias, conventos o la arquitectura civil”, afirma el historiador.
“En San Fernando se puede hacer un recorrido, a pequeña escala, por la arquitectura sevillana desde la mitad del siglo XIX hasta mediados del XX: historicismo, academicismo, modernismo y regionalismo”, concluye.
Mausoleo del conde de Pradere en el Cementerio de San Fernando de Sevilla. © Paco Puentes
Patrimonio olvidado tras la tapia
El Ayuntamiento de Sevilla, propietario del Cementerio de San Fernando, tiene previsto demoler el mausoleo del conde de Pradere, una obra de José Espiau y Muñoz de principios del XX, porque es “irrecuperable”, según técnicos municipales. La destrucción del panteón supondría “la pérdida de la mejor pieza del cementerio conectada con la estética modernista”, en palabras de Javier Rodríguez Barberán, profesor de Historia de la Arquitectura en la Universidad de Sevilla y especialista en arquitectura funeraria.
“Partimos de que en un cementerio conviven espacios públicos y privados; pero si una obra clave se abandona hasta el punto de que su restauración no es posible, lo que hay que plantearse es cómo la han dejado llegar hasta ese estado”, afirma Rodríguez Barberán, quien además considera el panteón del conde de Pradere, la obra más significativa de Espiau en el camposanto sevillano. “Es un proyecto de juventud, en el que Espiau se deja seducir por la estética de la secesión, la forma en la que un grupo de artistas vieneses interpretó la corriente internacional del modernismo en el tránsito de los siglos XIX al XX”, explica el historiador del arte.
“José Espiau y Muñoz [Sevilla, 1879-1938] forma parte, junto a Aníbal González y Juan Talavera, de la tríada que desarrolló la arquitectura regionalista —una revisión muy particular y ecléctica de la Historia de la Arquitectura—, la cual definió el imaginario que muchos sevillanos tienen de su ciudad”, precisa Víctor Pérez Escolano, catedrático de Historia de la Arquitectura.
“El cementerio de San Fernando tiene un valor patrimonial como conjunto y contiene elementos particulares que deben ser preservados y el mausoleo de Espiau, autor de obras tan significativas como el Hotel Alfonso XIII o el edificio Pedro Roldán, es uno de ellos. Si la obra estaba en peligro por falta de conservación, el Ayuntamiento debería de haber actuado antes recuperando su titularidad”, añade Pérez Escolano.
Según la Delegación de Hacienda y Administración Pública, de la que depende el cementerio, los propietarios de los monumentos fúnebres son los que deben ocuparse de su mantenimiento, ya que se trata de un espacio privado dentro de otro público. “Ante el mal estado que presentaba la tumba, intentamos localizar a la familia, aunque no apareció ningún descendiente. Incluso buscamos en el registro de títulos nobiliarios de Madrid, pero tras la muerte del conde de Pradere, en 1933, nadie reclamó el título. En esos casos, la titularidad del terreno vuelve al Ayuntamiento, como ya ha ocurrido”, asegura un portavoz municipal.
Según Hacienda, los técnicos consideran que la tumba es “irrecuperable” y de lo que se trata ahora es de decidir cómo rescatar los restos de Daniel Carballo y Prat, conde de Pradere, el diplomático que falleció en Madrid en 1933 y fue enterrado en Sevilla. “El estado de la construcción es tan malo que se está barajando la idea de demoler y después rescatar los huesos de entre los escombros”, precisó la misma fuente.
“El panteón de Pradere lleva en malas condiciones muchos años. Si se tratara de un edificio de Espiau en la ciudad, aunque fuese privado, no creo que lo dejaran derrumbarse; sin embargo en el cementerio lo abandonan a su suerte argumentando que no encuentran a los propietarios”, arguye Rodríguez Barberán.
Según el especialista en arquitectura funeraria, la conservación del cementerio —obra de Balbino Marrón de 1853— no es buena. “En la última década no ha existido un proyecto que valore su patrimonio, que lo trate de una forma global. Y tan patrimonio es el cementerio como las iglesias, conventos o la arquitectura civil”, afirma el historiador.
“En San Fernando se puede hacer un recorrido, a pequeña escala, por la arquitectura sevillana desde la mitad del siglo XIX hasta mediados del XX: historicismo, academicismo, modernismo y regionalismo”, concluye.
Aguaespejo, un cortometaje del vanguardista español José Val del Omar
Imágenes: Jose Val del Omar (en los años 50) (www.valdelomar.com)
Música: Joaquín Medina Villena (www.joaquinmedina.com)
Clarinete: Maria Victoria Ruíz Bermúdez (grupo TEM)
Bolivia recorta desde el cielo sus diferencias sociales
Vía El País.
Michele Bertelli | Javier Sauras La Paz 18 SEP 2014 - 19:03 CEST
El oxígeno es un bien preciado en La Paz, la capital oficiosa de Bolivia. En su zona sur, a 3.200 metros sobre el nivel del mar, los más ricos habitan chalets y apartamentos de lujo junto a los mejores restaurantes, las tiendas más caras y los clubes de moda. En el centro de la ciudad, alrededor de los 3.600 metros de altitud, se mezclan la bohemia y los barrios populares, los mercados ancestrales, la gran universidad y las oficinas ministeriales. En su pico, a 4.000 metros, comienzan el altiplano y la vecina ciudad de El Alto, un paisaje de ladrillo desnudo, hogar de inmigrantes rurales, antiguos campesinos y mineros ahora reconvertidos en comerciantes. En La Paz se suele dar la paradoja de que cuanto más alto estás, menos tienes. Y esto tiene mucho que ver con la hipoxia, la carencia de oxígeno que provoca la altitud en el organismo, y con el clima: seco, frío y ventoso en el altiplano, y mucho más templado 800 metros por debajo.
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Acceder desde la zona sur de La Paz hasta El Alto, o viceversa, era una odisea hasta hace tres meses para los miles de trabajadores que todos los días cambiaban una ciudad por otra. La escarpadísima orografía, la deficiente planificación urbanística y la ausencia de un transporte público convencional provocan a diario incontrolables congestiones de tráfico. Para salvarlas, y también para asegurarse un buen número de votos en las próximas elecciones del 12 de octubre, el presidente Evo Morales destinó 178 millones de euros del presupuesto nacional para construir tres líneas de teleférico que conectarán 10 estaciones entre las dos ciudades. Hoy apenas se tardan 10 minutos en llegar desde el centro de La Paz hasta la avenida 16 de Julio de El Alto, escaparate del mayor mercado informal de toda Latinoamérica. Hasta ahora solo había un teleférico turístico en Bolivia, en la ciudad de Cochabamba (centro)
El proyecto de conexión aérea entre estas dos ciudades se bautizó como Mi Teleférico y la empresa austriaca Doppelmayr, veterana en tirar cables y cabinas por las laderas europeas, ha sido la encargada de darle forma. En poco menos de un año, La Paz y el Alto inauguraron su primera conexión; hoy hay dos líneas abiertas, otra a punto a inaugurarse, y cinco trayectos más ya planificados. Mi Teleférico, una de las grandes apuestas del Gobierno de Evo Morales, es ya el teleférico urbano más extenso del mundo. Ocupa 30.100 metros cuadrados de superficie, posee 11 estaciones y 74 torres y se extiende por más de 10 kilómetros: 10.377 metros. De seguir su ritmo de expansión, en poco tiempo se convertirá también en la red más densa de transporte público entre las nubes.
"La capacidad del sistema entre las tres líneas es de 9.000 personas subiendo cada hora y el mismo número bajando", explica Javier Tellería, presidente ejecutivo de Doppelmayr en Bolivia. "La velocidad que alcanza es de 18 kilómetros por hora. Suena lento para circular en carretera, pero es una velocidad muy buena para un vehículo en una ciudad que no tuviera ningún problema de tráfico".
Aunque desde el tópico se considere El Alto como una melliza pobre de La Paz, lo cierto es que en los últimos años la ciudad está disfrutando de un impresionante desarrollo económico. En términos de población, el censo de 2012 ya reveló que la desfavorecida ha superado en número de habitantes a su hermana mayor (848.500 de El Alto por 766.500 en La Paz). Y la bonanza de sus ciudadanos comienza a verse en las fachadas acristaladas y de colores brillantes de los edificios neo-andinos firmados por el arquitecto Freddy Mamani con los que la burguesía aymara se reivindica frente a sus vecinos paceños. "Un día La Paz será un barrio de El Alto", asegura Mamani. Si ese día llega, los vecinos de ambas ciudades lo contemplarán desde una cabina entre las nubes.
17.9.14
Ayer por la noche, después de los desórdenes, la región central de São Paulo aún tenia calles bloqueadas
Ver la noticia en El País Brasil.
“Colocaram a gente no chão, como se fôssemos bandidos”
Quatro famílias contam como foi a reintegração de posse do hotel abandonado no centro de São Paulo
Reintegração de posse acaba em guerra no centro de São Paulo
Policiais da Tropa de Choque entraram em confronto com sem-teto que ocupavam o prédio há seis meses
Vía Folha de São Paulo.
Após tumultos, região central de São Paulo ainda tem ruas bloqueadas
DE SÃO PAULO
16/09/2014 19h40 - Atualizado às 21h04
A região central de São Paulo ainda tinha ao menos três vias bloqueadas por volta das 21h desta terça-feira (16) após os confrontos registrados pela manhã e no final da tarde. Apesar disso, o clima já estava mais calmo e não havia registro de confrontos entre manifestantes e policiais militares.
Os bloqueios estavam na rua Xavier de Toledo, na altura da av. São Luís; na avenida São João, na altura da avenida Ipiranga; e no largo Paissandu. A Polícia Militar também reforçava a segurança na região.
Apesar do clima mais calmo, houve um confronto, por volta das 19h40 que deixou duas pessoas feridas no largo Paissandu. Policiais militares teriam reagido após serem atingidos por uma pedra e atiraram com balas de borracha. Um rapaz foi atingido no pescoço e um idoso na perna. Os dois foram socorridos.
A confusão desta terça começou ainda no início da manhã, com a operação da polícia para cumprir a reintegração de posse de um prédio invadido na avenida São João. Sem-teto atiraram móveis e objetos na polícia e foram alvo de bombas de gás. O tumulto se espalhou pela região, comerciantes fecharam as portas, e um ônibus foi incendiado em frente ao Theatro Municipal.
Video.
Segundo a PM, 84 pessoas foram levadas a delegacias na região durante o tumulto, sendo 75 delas pessoas que se recusaram a sair do prédio ocupado. Também foram detidas duas pessoas sob suspeita de lesão corporal, seis por furto e uma mulher suspeita de incendiar um coletivo. A polícia não soube informar se todos estavam na ocupação.
Também foram registrados cinco policiais feridos levemente.
O clima de tensão diminuiu à tarde, mas tumultos recomeçaram por volta das 16h. Houve nova correria e lojistas voltaram a baixar as portas. Funcionários do comércio local foram liberados mais cedo e alguns saíram das lojas usando máscaras cirúrgicas para se proteger do gás lacrimogêneo que tomava a região.
Barricadas voltaram a ser montadas e a polícia usou bombas de efeito moral. Um ônibus teve os vidros quebrados e vândalos tentaram atear fogo no veículo, mas fugiram quando policiais chegaram. Um idoso, que não quis se identificar, ficou ferido na testa. Após as 18h30, porém, não foram mais ouvidas bombas na região e a PM disse não ter havido mais confrontos.
REINTEGRAÇÃO
A reintegração de posse começou por volta das 6h, quando equipes da Tropa de Choque cercaram o edifício ocupado pelo movimento FLM (Frente de Luta por Moradia). Os sem-teto atiraram pedras, cocos e objetos como sofás e móveis nos policias, que empregaram bombas de gás e balas de borracha.
Tanto a PM quanto o movimento sustentam que a outra parte agiu primeiro, e que só revidaram depois.
O tumulto tomou as ruas da região central de São Paulo e durou até, ao menos, por volta das 11h. O comércio, porém, só reabriu as portas por volta das 13h.
Confrontos também foram registrados nas ruas Barão de Itapetininga, Ipiranga, 24 de Maio, Dom José de Barros e próximo a região da praça da República. Houve tumulto, correria e a todo instante a PM lançava bombas de gás para tentar dispersar a multidão. Lojas foram atacadas e saqueadas.
Pessoas que cobriam o rosto com máscaras ou com a própria camisa ajudaram a incendiar o ônibus e tentaram arrombar lojas para fazer saques. Logo que começou a correria nas imediações do viaduto do Chá, lojistas fecharam os estabelecimentos nas ruas Xavier de Toledo, Sete de Abril, 24 de Maio e Barão de Itapetininga.
Veja vídeo
Durante o tumulto no centro de São Paulo, mascarados fizeram barricadas e atiraram pedras contra a polícia. A Folha flagrou diversos ataques nas ruas do centro. A PM respondia com bombas e tiros. Uma pessoa passou mal com o cheiro forte do gás e precisou de atendimento.
Duas lojas de operadoras de celular foram saqueadas. Cerca de dez criminoso se aglomeram em frente ao estabelecimento, arrombam a porta e furtaram celulares e computadores das lojas da Claro e da Oi que ficam no calçadão da rua Barão de Itapetininga. Uma unidade do McDonald's na mesma rua teve as portas de ferro quebradas.
“Colocaram a gente no chão, como se fôssemos bandidos”
Quatro famílias contam como foi a reintegração de posse do hotel abandonado no centro de São Paulo
Reintegração de posse acaba em guerra no centro de São Paulo
Policiais da Tropa de Choque entraram em confronto com sem-teto que ocupavam o prédio há seis meses
Vía Folha de São Paulo.
Após tumultos, região central de São Paulo ainda tem ruas bloqueadas
DE SÃO PAULO
16/09/2014 19h40 - Atualizado às 21h04
A região central de São Paulo ainda tinha ao menos três vias bloqueadas por volta das 21h desta terça-feira (16) após os confrontos registrados pela manhã e no final da tarde. Apesar disso, o clima já estava mais calmo e não havia registro de confrontos entre manifestantes e policiais militares.
Os bloqueios estavam na rua Xavier de Toledo, na altura da av. São Luís; na avenida São João, na altura da avenida Ipiranga; e no largo Paissandu. A Polícia Militar também reforçava a segurança na região.
Apesar do clima mais calmo, houve um confronto, por volta das 19h40 que deixou duas pessoas feridas no largo Paissandu. Policiais militares teriam reagido após serem atingidos por uma pedra e atiraram com balas de borracha. Um rapaz foi atingido no pescoço e um idoso na perna. Os dois foram socorridos.
A confusão desta terça começou ainda no início da manhã, com a operação da polícia para cumprir a reintegração de posse de um prédio invadido na avenida São João. Sem-teto atiraram móveis e objetos na polícia e foram alvo de bombas de gás. O tumulto se espalhou pela região, comerciantes fecharam as portas, e um ônibus foi incendiado em frente ao Theatro Municipal.
Video.
Segundo a PM, 84 pessoas foram levadas a delegacias na região durante o tumulto, sendo 75 delas pessoas que se recusaram a sair do prédio ocupado. Também foram detidas duas pessoas sob suspeita de lesão corporal, seis por furto e uma mulher suspeita de incendiar um coletivo. A polícia não soube informar se todos estavam na ocupação.
Também foram registrados cinco policiais feridos levemente.
O clima de tensão diminuiu à tarde, mas tumultos recomeçaram por volta das 16h. Houve nova correria e lojistas voltaram a baixar as portas. Funcionários do comércio local foram liberados mais cedo e alguns saíram das lojas usando máscaras cirúrgicas para se proteger do gás lacrimogêneo que tomava a região.
Barricadas voltaram a ser montadas e a polícia usou bombas de efeito moral. Um ônibus teve os vidros quebrados e vândalos tentaram atear fogo no veículo, mas fugiram quando policiais chegaram. Um idoso, que não quis se identificar, ficou ferido na testa. Após as 18h30, porém, não foram mais ouvidas bombas na região e a PM disse não ter havido mais confrontos.
REINTEGRAÇÃO
A reintegração de posse começou por volta das 6h, quando equipes da Tropa de Choque cercaram o edifício ocupado pelo movimento FLM (Frente de Luta por Moradia). Os sem-teto atiraram pedras, cocos e objetos como sofás e móveis nos policias, que empregaram bombas de gás e balas de borracha.
Tanto a PM quanto o movimento sustentam que a outra parte agiu primeiro, e que só revidaram depois.
O tumulto tomou as ruas da região central de São Paulo e durou até, ao menos, por volta das 11h. O comércio, porém, só reabriu as portas por volta das 13h.
Confrontos também foram registrados nas ruas Barão de Itapetininga, Ipiranga, 24 de Maio, Dom José de Barros e próximo a região da praça da República. Houve tumulto, correria e a todo instante a PM lançava bombas de gás para tentar dispersar a multidão. Lojas foram atacadas e saqueadas.
Pessoas que cobriam o rosto com máscaras ou com a própria camisa ajudaram a incendiar o ônibus e tentaram arrombar lojas para fazer saques. Logo que começou a correria nas imediações do viaduto do Chá, lojistas fecharam os estabelecimentos nas ruas Xavier de Toledo, Sete de Abril, 24 de Maio e Barão de Itapetininga.
Veja vídeo
Durante o tumulto no centro de São Paulo, mascarados fizeram barricadas e atiraram pedras contra a polícia. A Folha flagrou diversos ataques nas ruas do centro. A PM respondia com bombas e tiros. Uma pessoa passou mal com o cheiro forte do gás e precisou de atendimento.
Duas lojas de operadoras de celular foram saqueadas. Cerca de dez criminoso se aglomeram em frente ao estabelecimento, arrombam a porta e furtaram celulares e computadores das lojas da Claro e da Oi que ficam no calçadão da rua Barão de Itapetininga. Uma unidade do McDonald's na mesma rua teve as portas de ferro quebradas.
14.9.14
El cuerpo desnudo de una joven protesta en la 31ª Bienal de Arte de São Paulo: cosas que existen...
© Claudio Galeno.
En un acto de protesta y de performance, una mujer joven se desnudó hoy domingo en la 31ª Bienal de São Paulo. Los guardias trataron de contener a la desnuda que luego de cuando era retirada gritaba que la muestra era una hipocresía.
La Bienal en distintas versiones ha sido objeto de protestas em contra de la institucionalización del arte, para lo cual se controla cuidadosamente el acceso a los recintos con sensores de metales, pero una poderosa arma no puede ser detectado, el propio cuerpo humano.
© Claudio Galeno.
En un acto de protesta y de performance, una mujer joven se desnudó hoy domingo en la 31ª Bienal de São Paulo. Los guardias trataron de contener a la desnuda que luego de cuando era retirada gritaba que la muestra era una hipocresía.
La Bienal en distintas versiones ha sido objeto de protestas em contra de la institucionalización del arte, para lo cual se controla cuidadosamente el acceso a los recintos con sensores de metales, pero una poderosa arma no puede ser detectado, el propio cuerpo humano.
© Claudio Galeno.
10.9.14
Joseph Beuys, 1955-1985. Exposición en Museo de Arte Contemporáneo, Parque Forestal, Santiago de Chile, 23 de julio al 05 de octubre de 2014
Vía MAC.
En los años 60 sorprendió con provocadoras performances en las que utilizaba elementos como miel, fieltro o animales, y que definió como acciones políticas. Escultor, dibujante, líder político, intelectual y docente –en suma, uno de los artistas clave del arte contemporáneo-, la obra del alemán Joseph Beuys llega a Chile gracias al esfuerzo conjunto del Museo de Arte Contemporáneo y Fundación Itaú, y la co-organización de Galerie Thomas Modern (Alemania) y el Instituto Plano Cultural (Brasil), con la colaboración de Fundación Proa (Argentina).
La muestra Joseph Beuys. Obras 1955-1985 se presenta como parte de una itinerancia por Latinoamérica que la llevó en 2013 al MAC de Niteroi y este año a Fundación Proa. A partir del 23 de julio estará en el MAC Parque Forestal. Serán más de 90 dibujos, objetos, esculturas, instalaciones, videos y performances, que dan cuenta del amplio universo estético de este influyente artista, bajo la curatoría de Silke Thomas (Alemania) y Rafael Raddi (Brasil).
Boris Buvinic G., vicepresidente de Fundación Itaú, destaca que "es muy importante para nosotros formar parte del gran esfuerzo que ha significado traer la obra de Joseph Beuys a Chile porque, tal como él lo expresó en su vida y en su obra, compartimos la firme convicción de que el arte tiene un tremendo potencial transformador. Sin duda, esta es una oportunidad para acercar a un público cada vez más amplio expresiones artísticas de relevancia internacional".
En esta exposición se podrán ver sus primeros trabajos y las obras que produjo tras su contacto con el grupo Fluxus. A lo largo de su vida, Beuys desarrolló una obra artística multidisciplinaria en el que planteó ideas radicales sobretemáticas políticas, sociales e incluso espirituales. Entre ellos, su reflexión respecto del rol del artista en la sociedad, su cuestionamiento al sistema de enseñanza tradicional, su crítica al elitismo en el arte, su defensa del medio ambiente y su propuesta de libertad a través de la creatividad.
Según la curadora Silke Thomas, "Joseph Beuys dejó tras de sí el trabajo de una vida que es inmenso en su enfoque, provocativo en su intención, emocionalmente conmovedor, que plantea problemas, estimula el pensamiento y despierta asociaciones. A través de su obra, quería lograr principalmente una cosa: provocar una revolución de la mente". Con esta exhibición, el MAC y Fundación Itaú ofrecen la oportunidad de conocer la obra y la vida de un artista imprescindible para el desarrollo del arte contemporáneo.
Alvar Aalto: arquitectura orgánica, arte y diseño
Sanatorio de Paimio. © Postales Inventadas.
Vía Hoyesarte.
Fecha: Del 27 mayo al 30 de agosto 2015
Comisario: Jochen Eisenbrand, comisario jefe del Vitra Design Museum
CaixaForum Barcelona presentará en mayo de 2015 una gran retrospectiva dedicada al arquitecto finlandés Alvar Aalto (1898-1976), una de las figuras más importantes de la arquitectura y el diseño del siglo pasado.
La muestra, organizada por Vitra Design Museum y Alvar Aalto Museum en colaboración con la Obra Social ”la Caixa”, presentará una amplia panorámica de la vida y la producción de este legendario arquitecto, se detendrá en sus edificios y diseños más representativos y revelará numerosos nuevos aspectos de su producción. Incluirá, además, 20 maquetas históricas y más de un centenar de piezas, entre dibujos originales, muebles, lámparas y objetos de cristal, así como obras de otros artistas con los que compartió inquietudes y amistad, como Alexander Calder o Jean Arp, y fotografías históricas y modernas a cargo del fotógrafo Armin Linke.
Aalto es el arquitecto finlandés más conocido de su generación y uno de los más importantes del siglo XX. Sus edificios plasman una magistral interacción de volúmenes, formas y materiales orgánicos, y los objetos diseñados por él son reconocidos en la actualidad como hitos del desarrollo del mobiliario moderno.
Fue una figura clave de la arquitectura y el diseño internacional de vanguardia desde los años veinte. El finlandés realizó encargos en países como Italia, Suiza, Francia, Alemania y Estados Unidos en la posguerra. Su prolífica carrera llega hasta los años setenta, incluyendo más de 400 edificios y docenas de muebles, objetos de cristal y lámparas. Acabó llevando a cabo encargos a gran escala como el Auditorio Finlandia de Helsinki (1975), justo un año antes de su muerte, y la Ópera de Essen, que fue finalizada póstumamente en 1988.
6.9.14
Movements continued (Movimientos continuos), Frans Parthesius sobre el trabajo de Petra Blaisse
Movements Continued from Frans Parthesius on Vimeo.
Movements Continued is a video documentary about the work of Petra Blaisse and her office Inside Outside. Petra is a pioneer in designing architectural curtains.The projects, mostly architectural curtains, are approached from a variety of perspectives: the viewpoints of the user, the client or the designer are used as a starting point.
Some of the projects shown in the documentary were conceived in cooperation with offices like OMA, Xaveer de Geyter Architects, Arons en Gelauff and SeARCH.
The first public screening has been on 8 Oktober 2011 at the Architecture Film Festival Rotterdam, AFFR.
5.9.14
Los primeros balnearios de Antofagasta: arquitectura y cuerpo con los pies en el agua. Por Claudio Galeno Ibaceta. The Antofagasta first hot springs: architecture and body with feet at ocean.
Vía Agenda Antofagasta.
Antofagasta está indisolublemente enlazado al mar. Desde que se determinó que “La Poza” podía albergar muelles para embarque de minerales, mercancías y pasajeros, su historia quedó conectada con el mundo a través del océano.
Si bien estas relaciones sostenidas en el transporte podrían ser catalogadas de funcionales, también constituyeron imagen urbana, ya que varios de los principales edificios estaban vinculados a este espacio de muelles que recibía el viajero y el inmigrante por la puerta de entrada a la ciudad y al desierto. En ese sentido, la densidad de muelles, grúas, embarcaderos, varaderos, botes y lanchones, su fachada marítima que se repletaba de construcciones horizontales, era su rostro de bienvenida, había una ciudad en el agua.
Mientras que el territorio marino que se expandía desde La Poza era de dominio de los navegantes, algunas partes de la orilla fueron siendo domesticadas como lugares de ocio. En el plano de Francisco Vidal Gormaz de 1880, aunque recién aparecen dos muelles, ya aparecen algunas estructuras de baños. Uno de ellos está dibujado sobre la playa, frente a un canal que se formaba entre la orilla y la isla de rocas al lado suroeste de La Poza, y el otro quedaba cercano al Fuerte Sur y al Matadero, en una zona de expansión urbana, en el remate de la actual calle 21 de Mayo.
En el plano de 1895 de Nicanor Boloña, ya hay seis muelles, y sobre la isla un faro. Seguían figurando los mismos balnearios, el situado sobre el canal frente a la isla, que fue llamado Baños del Rhin, y el del Fuerte Sur, nombrado como Baños de Orchard.
El registro fotográfico de los Baños del Rhin, lo muestra como una construcción palafítica con un pasillo perimetral con algunas cortinas sobre la playa que avanza sobre el canal, desde el cual escaleras y trampolines acercaban a agitados bañistas al agua, mientras algunas personas con traje y sombrero observan la escena. Esta imagen revela un particularidad de esos precursores bañistas, en su mayoría son hombres jóvenes y niños.
Un plano de 1903, que registra ocho muelles en La Poza, muestra que a los lados de los Baños del Rhin se han instalado el muelle Yungay y una construcción que debe corresponder al Hotel Maury. Además por el suroeste, en el remate de calle Prat aparecieron los Baños del Manzano. En la isla estaba el faro y una casita a la que se podía llegar mediante un esquelético puente. Siguiendo por la costa hacia el sur había otro espacio de baño en la manzana al borde entre las calles Washington y Orella, mientras que se mantiene el baño de la poza de 21 de Mayo con Condell.
En torno a 1910 y a las celebraciones del Centenario, en La Poza se edificó una nueva fachada marítima (waterfront) con la inclusión de la Gobernación y el Resguardo (arq. Leonello Bottacci). Algunos años después, en el completo mapa guía de Roberto Bertini y Abd-El-Kader de 1914, fueron incluidos el Hotel Maury y a su costado sur los Baños del Manzano. La estructura palafítica del Maury, el hotel preferido por los británicos y por Pablo Neruda, era de dos pisos con galerías-balcones que enfrentaban el mar y estaba montada sobre el canal. Las fotos de época muestran que poseía sus propias escaleras que permitían a los bañistas disfrutar del agua, mientras que desde los balcones algunos observadores apreciaban la escena.
En el mismo plano-guía, más hacia el sur, los Baños de Orchard ahora aparecen como los Baños del Danubio. Este último sitio es representando como una pequeña entrada de mar con algunas estructuras, mientras que la fachada urbana era la de un edificio. El perfil cosmopolita de los bañistas y observadores queda manifiesto en los nombres de los balnearios, el Danubio y el Rhin, dos de los principales ríos europeos.
Los baños en la orilla fueron lugares necesarios para los habitantes de una ciudad agreste, con un ambiente de trabajo duro y con una costa eminentemente rocosa. Las estructuras lúdicas que acercaban a las pozas eran un espacio de encuentro entre el cuerpo y el agua, incluso precursoras a la emergente cultura del ocio de la modernidad.
3.9.14
V Seminario Docomomo Chile: El desafío del tiempo: Proyecto y persistencia del patrimonio moderno, Santiago, 26, 27 y 28 de Noviembre 2014
Se ha extendido el plazo para el envío de resúmenes a ser evaluados por el comité científico del V° Seminario Docomomo Chile a realizarse en noviembre de este año.
El nuevo plazo expira a las 23:59 hrs del día viernes 12 de septiembre, y deben ser enviados a la dirección de correo electrónico seminario2014@docomomo.cl
La Comisión Organizadora
Convocatoria
El V Seminario Docomomo Chile se realizará en la ciudad de Santiago y estará enfocado al análisis y debates sobre las diversas experiencias urbano-arquitectónicas que se manifestaron en el país y la región durante el siglo XX y sus alternativas de preservación.
Bajo el tema central "El desafío del tiempo: Proyecto y persistencia del patrimonio moderno" esta quinta versión del seminario Docomomo tiene como propósito continuar el análisis sobre arquitectura y urbanismo moderno iniciado en los anteriores seminarios, realizados en las ciudades de Santiago (2005), Antofagasta (2007), Valparaíso (2009) y Concepción (2012).
A lo largo de 10 años de actividad, el grupo de trabajo de Docomomo Chile se ha propuesto examinar dos aspectos de particular relevancia en torno al estado y a las perspectivas futuras del patrimonio arquitectónico y urbanístico de Chile.
Con el objetivo de estructurar el debate, se han definido los siguientes ejes temáticos:
1. Obras emblemáticas, conservación, persistencia, caminos posibles;
2. Intervenciones contemporáneas en obras modernas de valor patrimonial;
3. Situación del patrimonio moderno, documentación, valoración y perspectivas.
El texto completo de la convocatoria se puede descargar AQUÍ.
Consultas al email seminario2014@docomomo.cl
El nuevo plazo expira a las 23:59 hrs del día viernes 12 de septiembre, y deben ser enviados a la dirección de correo electrónico seminario2014@docomomo.cl
La Comisión Organizadora
Convocatoria
El V Seminario Docomomo Chile se realizará en la ciudad de Santiago y estará enfocado al análisis y debates sobre las diversas experiencias urbano-arquitectónicas que se manifestaron en el país y la región durante el siglo XX y sus alternativas de preservación.
Bajo el tema central "El desafío del tiempo: Proyecto y persistencia del patrimonio moderno" esta quinta versión del seminario Docomomo tiene como propósito continuar el análisis sobre arquitectura y urbanismo moderno iniciado en los anteriores seminarios, realizados en las ciudades de Santiago (2005), Antofagasta (2007), Valparaíso (2009) y Concepción (2012).
A lo largo de 10 años de actividad, el grupo de trabajo de Docomomo Chile se ha propuesto examinar dos aspectos de particular relevancia en torno al estado y a las perspectivas futuras del patrimonio arquitectónico y urbanístico de Chile.
Con el objetivo de estructurar el debate, se han definido los siguientes ejes temáticos:
1. Obras emblemáticas, conservación, persistencia, caminos posibles;
2. Intervenciones contemporáneas en obras modernas de valor patrimonial;
3. Situación del patrimonio moderno, documentación, valoración y perspectivas.
El texto completo de la convocatoria se puede descargar AQUÍ.
Consultas al email seminario2014@docomomo.cl
2.9.14
Casa da Xiclet / BIENAL 2014 – regulamento / BIENAL 2014 – “COMO FALAR DE PESSOAS QUE EXISTEM”
sem-seleção, sem curadoria, sem-jabá, sem-juros, sem-eixo, sem-entrada e sem-saída, sem-cálculo, sem portfólio, sem currículo.
07 Exposições – de 12 de setembro a 14 de dezembro de 2014
release: http://casadaxiclet.com/bienal-2014-release/
Datas das Exposições:
Exposição A : de 12 de setembro (abertura) a 21 de setembro de 2014 (encerramento)
Exposição B: de 26 de setembro (abertura) a 05 de outubro de 2014 (encerramento)
Exposição C: de 10 de outubro (abertura) a 19 de outubro de 2014 (encerramento)
Exposição D: de 24 de outubro (abertura) a 02 de novembro de 2014 (encerramento)
Exposição E: de 07 de novembro (abertura) a 16 de novembro de 2014 (encerramento)
Exposição F: de 21 de novembro (abertura) a 30 de novembro de 2014 (encerramento)
Exposição G: de 05 de dezembro (abertura) a 14 de dezembro de 2014 (encerramento)
***com festa de abertura e de encerramento.
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